capitulo 30 : primera parte

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-¿y el tío Jack también vendrá, verdad?

-si nena, ¿que pasa, porque tantas preguntas?

-es que… bueno… quería saber si va ir alguien de la familia de papa.

Cuando ella era pequeña y me preguntaba por sus abuelos paternos, le respondía que Vivian lejos. Cuando creció un poco más, le conté una versión más light  de lo que había ocurrido con sus abuelos, en vez de decirle que eran unos idiotas que negaban la existencia de su nieta, opte por decirle que antes de que Jesse muriera él se había peleado con sus padres y no se hablaban mucho, que estos se mudaron a otro país y no podían volver, pero que algún día los conocería.

-lo siento preciosa, solo el tío Jack estará –me mataba esa cara de decepción que ponía cada vez que preguntaba sobra la familia de Jesse.

-¡¡mira haya viene Sophie!! –ambas nos pusimos de pie y nos acercamos a la acera.

-¿Cómo están mis chicas? – dijo mientras bajaba la ventanilla del auto y miro mal a Milo.

-nadie me dijo que el chucho vendría con nosotras – toda la vida Sophie había tenido problemas con los animales, los perros le ladraban las palomas cagaban sobre su cabeza y los gatos la rasguñaban, hace tiempo decidió que no iba mantener contacto con ningún animal mas.

-¡no es ningún chucho! Se llama Milo, y si vendrá con nosotras –Zoe puso su mejor cara de angelito y Sophie no puedo decir que no.

-está bien, pero lo mantendrás alejado de mí, no quiero que me muerda ni que me use como  árbol, y será mejor que tampoco haga algo en el asiento trasero.

-no hará nada, está bien entrenado y llevamos 15 minutos esperando aquí afuera así que ya hizo todo lo que tenía que hacer.

-entonces suban. –coloque a Zoe en la parte de atrás y luego subí a Milo.

-No puedo creer que tu madre este haciendo una fiesta de cumpleaños, tus fiestas eran las mejores, ¿sabias pequeñas que tu abuela daba las mejores fiestas de cumpleaños? Una vez rento un parque de diversiones solo para los amigos de tu mami.

-¿enserio? Waaaauuu.

-si, si, así que prepárate que de seguro esta fiesta será inolvidable. Si hay algo que Silvia sabe hacer bien es organizar las mejores fiestas.

Pasamos la hora de viaje cantando canciones que sonaban en la radio, por suerte Milo se comporto e incluso fue la primera vez que un perro no mordió a Sophie.

La casa de mis padres se encontraba en una zona residencial, igual a esa que aparecen en las películas donde todos tienen una cerca blanca, un césped verde y la casa más pequeña era de dos pisos.

Todos se conocían entre todos, todos fingían que se caían bien y luego hablaban a sus espaldas. Esa también fue una de las razones por la que me fui, odiaba que me vieran como la pobre que perdió a su futuro marido el día de su boda y que encima estaba embarazada.

Ni bien aparcamos en la entrada mi padre salió a recibirnos.

-¡¡mis chicas llegaron!!- grito mientras abría la puerta de atrás y ayudaba a Zoe bajar.

-¡Abuelo!

-pero si has crecido un montón.

-sip, ahora tengo 6 años así que soy más grande, y mira lo que mi mami me regalo, ¡Milo, ven!

Al escuchar el llamado Milo salto del auto y se quedo parado frente a mi padre.

-¡oh! Un perrito, que lindo. – luego me miro y con los ojos lo dijo todo “a tu madre no le va gustar”.

golpeando fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora