Omegle, Talk To Strangers

Bananas

Cuando sus ojos verdes se alzaron y me encontraron, mi corazón saltó en mi pecho

entonces De algo estaba muy segura...

Seguía prendida por ese chico.

Yo estaba como en la parte más patética de mí, no podía gustarme Christian y Brian a la vez. Eso sólo le pasaban a las protagonistas de mi teleserie preferida. Y siempre la odiaba por eso, pero la diferencia era que los dos chicos de la teleserie estaban muy locos por la protagonista, y yo no tenía a ninguno de los dos. Más bien era como una idiota interesada en los dos chicos más populares del colegio.

El profesor entró al aula y saludo a todos, abrió su maletin y comenzó a repartir los trabajos de todos. Espero que No le haya molestando el Cambio de letra que hubo en el mío.

- Excelente trabajo señorita  Galawer y señor Kosinsky - lo se, Chad tenía un apellido extraño. El profesor deja el trabajo con una gran A+ sobre la mesa y sonrió al saber que todo ese esfuerzo y mi posdesmayo valió la pena.

Cuando estaba saliendo de clases Chad me detuvo

- Tenemos una fiesta - Dice alegre

- ¿Que?

- En mi casa, es el cumpleaños de Clarissa.

- Aja... ¿y porque estas diciéndome esto a mí?

- Por que estas invitada, Budin

rodé los ojos, estos y sus apodos estúpidos

- ¿Clarissa me invito a su fiesta de cumpleaños? - pregunte extrañada.

Creí que medio me odiaba por meterme con su amiga ayer

- Todo el que quería ir esta invitado - Responde. Asiento con la cabeza

- Claro- después de todo no podía negarme, Pero eso no quería decir que yo iría.

- Genial este domingo después del partido. En mi casa, trae algunas amigas - entonces se va.

- ¡Oh. por. dios! - Tamara grita en mis espaldas y me giro con el ceño fruncido - Chad Kosinsky te ha invitado en persona - ella dio saltitos - y te pidió que nos llevaras contigo

comencé a caminar y me reí sin humor

- No creo que él las haya nombrado a ustedes

- Eso es muy cruel de tu parte Daniela - Tamara negó con la cabeza - creí que después de lo que Emmily te hizo, nosotras éramos lo más cercana a una amiga para ti.

- Oye, si... lo son - es verdad - pero no es como si estuviera muriendo de ganas por ir

- Tu debes ir... Christian estará allí...

oh muy mala forma de convencerme, ahora era definitivo. No iría

...

- ¡Muy bien muchachos es hora de patear algunos traseros! - Estamos apuntó de salir al campus, delante están los jugadores y detrás de ellos las porristas, yo estoy a lo último con la cabeza orejona y marrón de mi traje en mi mano.

- ¡Es hora! - Grito el entrenador para que con Chad a la cabeza los jugadores comenzarán a salir.

Al escuchar los gritos de las personas y como retumbo todo en el pequeño pasillo, mis piernas se aflojaron. Me coloque la cabeza y rese un ave María para que no me tropesara con mi cola.

Cuando las porristas salieron también ya  comenzando agitar sus porras mi corazón fue como a 50 por hora.

Yo quería salir corriendo en dirección contraria, y lo habría hecho si la entrenadora González no me hubiera empujado para que avanzará