26 - Dame una maldita opotunidad.

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—¡Taehyung! —grita con fuerza él azabache al doblar la calle. Dándose un último empujón emocional tras notar que él mayor se detiene un par de segundos, tiempo que aprovecha para alcanzarlo y tomar su mano, aferrándose con fuerza para que no se le escape.

—Su-suéltame... —tartamudea bajito Kim, entre lágrimas que aún se deslizan por sus tiernas mejillas.

—!No! Tienes que escucharme. —Jeon asegura con la voz rota, las piernas levemente flexionadas y su mano libre sostiene su cuerpo recargado en la rodilla. Intenta regular su errática respiración, enderezando su espalda para quedar frente a Taehyung.

Lo observa sin romper el contacto de sus ojos, llevando la mano tras el cuello del mayor, jalándolo brusco y necesitado, estableciendo un primer contacto de sus labios con una fuerza desmedida. Luego suelta la otra mano, esa que aún sostiene la del mayor, para poder recorrer su cintura, ejerciendo la presión suficiente como para apegarlo a su cuerpo, aferrándose con aún más fuerza para no desvanecerse.

El beso que en un inicio es salvaje, se vuelve tierno y delicado. Sus lenguas se mueven con parsimonia, dejando a relucir sus emociones contenidas y abandonas en los rincones oscuros de sus almas.

—Sólo dame una maldita oportunidad. —pide con evidente angustia sobre los labios del mayor, separándose después. —No te estoy pidiendo que deposites toda tu confianza en mi, menos de un día para otro pero al menos... —hace una pausa al hundir su rostro en la comisura del cuello del castaño. —Al menos, dame el beneficio de la duda. No huyas sin antes escucharme, amo... Tae. —se corrige. —Tan sólo deja que me gane tu confianza otra vez y así podré demostrarte lo importante que eres para mi y lo mucho que me arrepiento de todo lo que te hice...

Jungkook aleja su rostro de donde permanece escondido, dejando a su paso un beso sobre la coronilla del mayor, quien aún no dice nada ya que sólo se le escucha hipar tiernamente. —Te amo desde el día en que me vi reflejado en tus ojos. Lamento no haberte notado en la escuela, quizás yo no hubiera sido tan idiota como lo fui aquí. —Jungkook asoma una diminuta sonrisa al percatarse de la sorpresa en el rostro de Taehyung, sus ojos cafés se agrandan ante lo que se le ha confesado.

Él mayor aclara su garganta y sus mejillas se tiñen de rosa. —¿Cómo lo supiste? ¿Quién te lo ha dicho? ¿Qué sabes? — dispara, tiene tantas preguntas y sólo recibe sonrisas coquetas del azabache, quien alza una ceja al ser sometido a tal interrogatorio.

—Una amiga, Joy. La única que conservo de la escuela. —confiesa medio sonriendo. —Ella me dijo que tu nombre le sonaba de algún lado, así que, le preguntamos a Eun un día que salimos los tres y ella nos confirmó. Nos dijo que había sido tu compañera en ese entonces, así que fue fácil concluir que fuimos a la mismo escuela.

Taehyung baja la mirada avergonzado pero Jungkook posa la mano bajo su barbilla y la levanta. —Buscamos el álbum de la graduación y ahí estabas, unas filas después de mí antes de recibir el diploma de graduación. Joy confesó que había escuchado que yo te gustaba en ese entonces y bueno, eso es tan adora...

—¡No! No lo digas. —él castaño le tapa la boca con su manos. —¿Podemos hablar de eso otro día? —pregunta, sintiéndose abrumado. —No quiero recordar...

Jungkook acuna el rostro de Taehyung entre sus manos, mirándolo fijamente con el ceño fruncido y la sonrisa ladina. Taehyung cede, aunque sea sólo un poco. Está cansado, la lucha lo tiene agotado y él amor que creía haber enterrado en lo más profundo de su corazón, renace cada vez con más fuerza.

Asiente en un movimiento suave, con los ojos cristalizados y abultando su labio inferior en un bonito puchero. —Esta bien, te daré una oportunidad, pero con calma. —Jeon sonríe, siente que cada vez que él mayor relame sus labios, se enamora aún más. —Estás a prueba, no la jodas...

Él azabache no da más de la felicidad, pero su cuerpo se siente desgastado y el estrés había sido tanto que, termina desmayándose debido a la creciente fiebre, esa a la cual no le prestó atención minutos atrás tras salir de la ducha.

—¡Jungkook! —escucha a lo lejos los gritos de Taehyung.



—¡Jungkook! —escucha a lo lejos los gritos de Taehyung

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Revenge | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora