Ocean eyes.✧Lee Flynn.

s i e b e n.

Los días en la escuela me la pasaba metida en la biblioteca o en un rincón del patio escribiendo y cantando canciones, es mi forma de desahogarme, en mi casa me metia en mi habitación y no salía en, solo para ir a la escuela.

―Call out my name when I kiss you so gently,I want you to stay, I want you to stay, even though you don't want me.―canté entre sollozos.

Un sonido me hizo saltar, voltee a ver y me encontré con Lee tirando algo al bote de basura, volvió su vista hacia mi y se apoyo de un árbol.

―¿Qué quieres?―pregunte limpiando mis lágrimas.

―Queria hablar con mi novia ¿no puedo?―preguntó con una pequeña sonrisa.

―No sé ¿Quieres?―pregunte cabizbaja.

―Me encantaría hacerlo.―se sentó a un lado mio.

Voltee a verle y el hizo lo mismo, entrelazo su mano con la mia y la beso, sonreí débilmente.

―Lee, lo lamento tanto.―dije con un hilillo de voz.

―Tranquila, ¿sí? Vine porque quiero arreglar las cosas contigo, tu no tienes porque llorar, no fuiste quien se acostó con mi hermano y rompió la regla número nueve.―soltó una pequeña sornisa.

Me pare de mi lugar en el césped y me senté en frente suyo.―No, no fui yo, pero soy una estúpida, no debí ocultarlo al igual que Elle, lo lamento tan-

Fui interrumpida por los labios de Lee que chocaban con los mios, el beso se tornaba desesperado e intenso y tengo que aclarar que me encanta, claro no nos habíamos besado como en cinco o seis días y yo anhelaba con esto durante esos días.

―Tranquila, estas perdonada.―acarició mi mejilla.

Le abracé muy fuerte y escondí mi rostro en mi cuello mientras que el acariaba mi hombro.

―Gracias.―susurre.

―Te amo, princesa.―susurró en mi oído.

―Yo igual, princeso.―dije burlona.

Lee rió.―¿Te gustaría ir más tarde a la máquina?―preguntó arrancando césped con su mano.

―Hmmm, no. Tengo que arreglarme para el baile.―termine de decir en voz baja, no estaba segura si aún quería ir conmigo.

―Genial ¿Paso por ti a las siete?―acarició mi mejilla.

―Si.―respondí.

[...]

Estoy pasando por los pasillos de la escuela, entré al baño y lave mis manos y rostro hace un calor que sí pones un huevo a freír en el piso lo hace.

Escuche una de las puertas de los cubículos abrirse y por el espejo pude ver a Elle.

―Hola.―me saludó muy animada.

―Hola, hermosa.―salude de igual manera.

Llevaba días sin dirigirle la palabra y me sentía mal porque pensaba que ella era la que no me hablaba.

―¿Como has estado?―preguntó.

―Bien ¿y tu?―pregunte.

Suspiro.―No muy bien, pero tengo salud.―se encogió de hombros.

―Ya verás que Lee te perdonará.―dije con voz suave mientras ponía mi mano en uno de sus hombros.