Penitentes

36 4 0
                                    

Sentí como alguien me sacudía. Cuando abrí los ojos vi una cara que me contemplaba atentamente desde arriba.

A su alrededor, reinaban las sombras y la oscuridad de la madrugada. Quise decir algo, pero una mano fría me cerró la boca con fuerza. Entre en pánico hasta que descubrí quién era.

—Shh, Novata. No queremos despertar a los demás ¿verdad?

Era Newt.

Aunque estaba sorprendida, la sensación de alarma desapareció de inmediato.

No podía evitar preguntarme qué querría ese chico de mi. Asentí con la mirada, hasta que finalmente Newt retiró la mano.

—Vamos, Natalie —susurró. Se estiró y me ayudó a incorporarme. Era tan fuerte que parecía que podía arrancarme el brazo—. Debo mostrarte algo antes del despertar.

Cualquier resto de sueño que quedara en mi cabeza ya se había desvanecido.

—Bueno —dije simplemente, lista para acompañarlo. Sabía que tenía que estar atenta, ya que todavía no tenía motivos para confiar en nadie. Pero la curiosidad me derrotó y me puse los zapatos rápidamente—. ¿A dónde vamos?

—Sólo sígueme y no te alejes.

Pasamos sigilosamente entre los cuerpos dormidos, que yacían desparramados por el suelo. Tropecé varias veces. Al pisar la mano de alguien, escuche un grito agudo de dolor y recibí un golpe en la pantorrilla.

—Lo siento —murmure, ignorando la mirada molesta de mi guía

Una vez que dejamos la zona del césped y pisamos el patio, Newt comenzó a correr hacia el muro occidental.

Se detuvo justo al lado del enorme muro que se levantaba encima de nosotros.

Observe como unas lucesitas rojas se plasmaban en la pared, se movían y se apagaban, iban de un lado otro.

-¿Que son?- Pregunte 

-¿Por que haces tantas preguntas?- Contesto riendo- Cuando tengas que saber algo te lo diré

-Lo entiendo pero, ¿No te parece algo estúpido mandarme a un lugar completamente desconocido rodeado de cosas y personas que desconozco y no responder ninguna de mis dudas?- Repuse- Larcho- Agregue con sarcasmo

Newt lanzó una carcajada, pero de inmediato la cortó.

-No te va bien decir esas palabras- Rodo los ojos riendo- Me caes bien pese a tu irracional deseo de ser corredora- Sabia que en algún momento me lo iba a recordar, solo lo ignore- Ahora cállate y déjame mostrarte algo.

Dio un paso adelante, hundió las manos en la enredadera y separó varias lianas de la pared.

Apareció una ventana cuadrada de unos sesenta centímetros, con un vidrio opaco y polvoriento. Como todavía estaba oscuro, parecía que lo habían pintado de negro.

-¿Que estamos buscando?- Pregunte en voz baja

—Aguántate un poco, Nuevita . Algo va a aparecer en cualquier momento.

Pasó un minuto. Dos. Varios más. Movía nerviosamente los pies, preguntándome cómo Newt podía estar ahí tan tranquilo, con la mirada fija en la oscuridad.

Luego todo cambió.Unos rayos de luz fantasmagórica brillaron por la ventana, proyectando un ondulante arco iris en la cara y el cuerpo de Newt, como si estuviera al lado de una alberca iluminada.

No hay ningún tipo de explicación para dar de como Newt se veía en ese momento, su rostro completamente alumbrado, sus ojos brillaban de felicidad y su sonrisa, esa sonrisa llena de asombro y fascinación.

SalvameWhere stories live. Discover now