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—El señor Barnes despertó, capitán. —anunció un enfermero.

Steve asintió y suspiró.

Quien pensaría que aquel tan esperado reencuentro con su mejor amigo se convertiría en algo realmente agobiante, no por el hecho de que el soldado despertara sino por todas aquellas preguntas que sabía que le haría sobre ella. Se sentía culpable al no haber detenido a Katia cuando tuvo la oportunidad, pero ahora ya era muy tarde, Bucky había despertado y debía trasmitir su mensaje aunque le fuera doloroso.

—Steve. —Bucky sonrió al ver a su amigo parado en el alfeizar después de tanto tiempo.

—¿Cómo te sientes? —preguntó, abrazando cariñosamente al soldado.

—Mejor. Eso espero.

—Señor Barnes. —saludó T'Challa —. Bienvenido de vuelta.

—Gracias. —asintió, mientras el cuerpo médico continuaba revisando sus funciones.

—Lamento decirle que deberá quedarse en observación durante un tiempo, debemos estar seguros que sus funciones recuperen fuerza a medida que se despierten.

—Gracias. Por todo. —Steve sujetó la mano del rey de Wakanda en forma de agradecimiento.

—Me equivoqué sobre él, esto es lo mínimo que podía hacer. —respondió —. Todos merecen una segunda oportunidad. Espero que se sientan cómodos en su estadía en Wakanda.

—¿Cuánto tiempo estuve dormido? —preguntó, observando como el rey daba instrucciones a su equipo médico.

—Un año y cuatro meses.

—¿Qué pasó en todo este tiempo? ¿Y el equipo?

—Las cosas están mejorando. —contestó —. Luego habrá tiempo de discutir sobre eso.

—¿Y Katia? ¿Fuiste a hablar con ella? —inquirió, observando a su inquieto amigo —. ¿Dónde está?

—No sé dónde está ahora. —comenzó a hablar, dando un corto suspiro —. Pero solo sé que no regresará y no será tan fácil encontrarla.

—Sigue sirviendo a HYDRA, ¿verdad?

—Sí. —afirmó —. Envió una caja después de unos días de nuestra conversación, no sé qué posee su contenido pero ella quería que lo vieras después de despertar. —señaló la pequeña caja que reposaba sobre un mesón.

—Gracias, Steve.

—Lo lamento mucho. —expresó con tristeza, antes de dejar solo a su amigo.

Bucky se levanta con pesadez, toma la pequeña caja y comienza a destaparla, encontrándose con un diario color rojo junto con varias fotos de ambos en los diferentes países donde habían residido temporalmente cuando escaparon de Rusia. El soldado no pudo evitar sentirse nuevamente culpable por haber destruido cada uno de sus planes y pensó que quizás no debería leer el contenido de aquel diario, creía que merecía a alguien mejor que él y era mejor que Katia creyera que aún seguía dormido y que lo estaría para siempre, así podría mantenerse fuera de su vida.

Immortal || Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora