Eternidad "El Clan Thurston"

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Prólogo

Era la noche más movida que Amelia había tenido en su larga vida. La sala de urgencias estaba llena de personas, Amelia frunció el ceño en dirección a dos jóvenes, uno de ellos tenía un trapo sujeto contra su cabeza.

"Una pelea"- se dijo Amelia- "Chico grande, reza porque no sea yo la que te tenga que dar los puntos"

Había casos peores en las camillas, y Amelia se giró para poner rumbo caminó al box dónde la esperaba su sexto paciente.

-¿Novedades?- le preguntó a uno de los enfermeros, que negó energéticamente- ¿No ha reaccionado?

-No

-¿Corazón?

-Sigue latiendo, pero muy débil

-Bien, intentaremos subirle las pulsaciones, ¿Sabemos ya quien es?

-No

Amelia entró en el box, donde su compañero la esperaba.

-¿Cómo va la noche?

-Bien- Amelia se puso los guantes y se inclinó sobre el paciente

-Cielo, ¿Qué te pasó?- Definitivamente esto la estaba volviendo loca, llevar 60 años hablándole a personas medio muertas

- ¿Cuándo dejaras de hablar con los pacientes?

-Necesito información, Kylan

-Este...sí, seguro que él te la da

Amelia se concentró en su trabajo, el paciente tenía una fila de puntos a lo largo del pecho, apenas se movía pero los regulares pitidos indicaban que su corazón latía.

-Por ahora no podemos hacer nada más- Le dijo Kylan cuando ella se enderezó

-Lo sé- suspiró

-¿Qué hacemos?

-Sí, nosotros ya hicimos todo, manadlo a la U.C.I...Traspasarlo con cuidado

-Por supuesto

Amelia se quitó los guantes y los tiró a la papelera, luego miró a Shara, su ayudante

-¿Qué más tenemos?

-Puntos en la cabeza- resumió Shara, mientras "el chico grande" entraba por la puerta

-¿Hum?- Amelia lo miró- ¿Qué te paso?

El joven, que no superaría los diecinueve, la miró

-Me partieron una botella en la cabeza

-Algo harías- masculló Amelia poniéndose unos guantes nuevos y acercándose a él- Túmbate y disfruta

Amelia se inclinó sobre él y miró la herida, apenas profunda

-¿Por qué no lo mandaron arriba?- Preguntó Amelia a Shara- No es tan grave

-¡¿Qué no es grave?!- Gritó "el chico grande"

-Shh, ricura, relájate, si te estresas más sangre, si sale más sangre más trabajo, si me das más trabajo me salen peor los puntos- Amelia sonrió.

Media hora después Amelia sacaba su café de la máquina, se lo bebió en dos segundos, fuera había más trabajo. Estaba apunto de salir de la cafetería cuando le sonó el móvil.

-¿Quién?

-Amelia, soy yo

-¿Tú? ¿Qué quieres?- La voz de Amelia sonó cansada

-Tengo un problema

-¡Oh Dios mío! ¡Novedad!

-Deja de reírte

El Clan ThurstonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora