"Me encargaré de destruirte, a ti y a tu hermosa sonrisa, tal como destruiste la mía... Jeon Jungkook".
• Historia 100% Original.
• Prohibida su Copia.
• Pareja Principal KookV.
• Capítulos cortos.
• Contenido Homosexual.
• Inicio 24-05-2018
• Crédi...
Taehyung no sabía que su mente podía hacer estragos con su ánimo, no entendía qué le molestaba más, si Jungkook siendo cercano a Jaehyun o Jungkook dejándolo de lado. Lo único que tenía claro, es que, de todas formas estaba involucrado él azabache.
Estaba recostado sobre su cómoda cama, con el televisor encendido mientras se transmitía una serie a la que no podía prestarle atención. Sus manos sosteniendo el celular para revisar sus notificaciones, más sintiéndose frustrado al no vislumbrar nada del menor.
Había tenido una semana difícil. Yoongi lo había reprendido innumerables veces por haberse acostado con Jungkook. Se había convertido en el sermón del año, "Está mal" "Saldrás lastimado si sigues así" "Tienes que aprender a soltar" "Dejar ir, es avanzar", en fin, miles de frases que conducían a lo mismo.
Y es que, si Jackson no hubiera confesado que se había ido de la fiesta, dejándolo a Kim sólo con Jungkook, Yoongi jamás hubiese sacado esa conclusión, porque sí, nadie le había dicho nada. Quizá Yugyeom podía haberlo deducido, tras ser él ultimo en irse junto a su primo, pero era casi imposible que éste le contara a Yoongi, no eran para nada cercanos.
Por otro lado, él peliverde sabía que en algún momento eso iba a suceder. Conocía tanto a Taehyung que, sólo a través de su cambiante comportamiento, había podido llegar a esa conclusión. Todo, sumado a la reacción que recibió del castaño cuando le preguntó, lo había terminado por confirmar.
Taehyung tomó el control remoto para buscar algún programa que captara su atención, mas no lo encontró. Lo apagó y lo arrojó lejos, luego se giró de costado en su cama, mirando hacia la pared para comenzar a hacer círculos imaginarios en ella.
Si no se calmaba ahora, se lamentaría después. Hizo un puchero cuando sonó una notificación que, no era la que él esperaba. Se levantó sin ánimos, tenía demasiada ansiedad y eso lo abrumaba bastante, decidió entonces caminar hasta la cocina.
Abrió la nevera y su ceño se frunció al instante, cuando divisó que estaba más vacío de lo que recordaba. Avanzó hasta la mesa, tomó sus llaves y la billetera, luego salió del departamento rumbo al supermercado más cercano.
Al llegar tomó un canasto, para luego recorrer cada pasillo, tomando lo que le hiciese falta. Se detuvo en la sección de dulces y snacks, suspirando algo frustrado por tener que recurrir al viejo truco. Cogió dos barras de chocolates con almendras, un paquete de papas fritas, uno de gomitas y dos de galletas altamente calóricas.
Decidió devolverse a la sección de las carnes, deteniéndose abruptamente cuando divisó al menor en el lugar. Quiso acercarse pero sus pasos se detuvieron al constatar que Jaehyun, lo acompañaba.
Jungkook sonreía y se carcajeaba a cada momento, la cercanía de ambos chicos le vino como un golpe de agua fría. Sus ojos queriendo cristalizarse pero se aguantó, le dolía. Dolía ver al azabache feliz con aquella compañía, dolía ver cómo había crecido aquella relación en tan poco tiempo.
Era sábado y estaban juntos, eso lo hacía peor. Notaba cómo Jaehyun emanaba interés por los poros, tocando y abrazando al menor sin queja alguna. Jungkook no lo apartaba, no se veía para nada incómodo y eso, hacía trizas el corazón del castaño.
Tragó de su propia saliva y salió del lugar, no sin antes coger al paso, un litro helado. Pagó rápidamente para salir de allí, estaba jodido y nervioso, bastante abrumado para pensar con detención. Volvió a su hogar en tiempo récord, quería olvidar esa imagen de su cabeza.
Dejó las bolsas sobre la mesa y sacó las dos barras de chocolates y el helado. Puso algo de música a un volumen medio alto y comió, comió como si el mundo se acabase. Primero todo el helado y luego las barras de chocolates, llorando al sentir el sabor que tanto recuerdos le traía en mente.
No se dio cuenta cuando ya llevaba la mitad del segundo paquete de galletas. Miró a su alrededor, notando aquellos envoltorios vacíos, sintiendo asco el constatar todo lo que había consumido. Las arcadas no tardaron en presentarse, haciéndolo levantarse rápidamente para correr hasta el baño, subiendo la tapa del inodoro para poder así, comenzar a vomitar sin descanso.
Y cuando al fin terminó de devolver todo lo que había comido, acercó su mano para coger un poco de papel higiénico y limpiarse la boca, sin levantarse aún del frío suelo. Llevó sus manos hasta cubrir su rostro que, había comenzado a empaparse de lágrimas otra vez. Lloró de frustración, tan fuerte que le dolía el pecho, no podía controlarlo y más aún cuando de pronto sintió unos brazos envolverlo, girándolo para dejar su rostro en donde podía claramente podía escuchar los latidos del corazón del contrario.
—Estoy aquí, amor, todo estará bien. —escuchó susurrar en su oído.
—¿C-cómo e-entraste?. —logró formular entre sus sollozos.
—Dejaste abierta la puerta. —indicó. —Yo... yo estaba comprando cerca de aquí y no sé, sentí la necesidad de verte. —pronunció, afianzando el agarre. —Necesitaba saber que estabas bien, pero ya veo que... olvídalo. —no acabó su frase, sin embargo, llevó sus labios hasta la frente del castaño para depositar un casto beso. —¿Sabes qué te amo? ¿cierto? Necesito que te recuperes, sé que no es nada fácil pero aquí estoy, quiero ayudarte y de paso reparar todo lo malo que te hice. —acarició con su pulgar el rostro del mayor. —Déjame hacerlo, por favor. —imploró entre lágrimas, al sentirse sobrepasado por la situación de Taehyung.
Él castaño asintió en un movimiento bastante sutil. —N-necesito algo de tiempo y paciencia, sobre todo paciencia porque esto... —hizo una pausa al sentir su cuerpo temblar y continuó. —Esto aún es difícil para mi. —musitó, dejándose mimar por quien lo cobijaba con tanto esmero. Su amado Jeon.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.