[ Free's Type of boyfriend ] ©

[ Haruka Nanase ]

Él experimentó el amor por primera vez contigo.

Fue en su décimo octavo onomástico, __________ había pedido de regalo un viaje hacia las lejanas tierras de oriente, quería comprar finas telas de su gusto para que las costureras del castillo le hicieran vestidos a medida, quizá los pretendientes que tenía en las Indias le regalaran piedras preciosas y sus lejanas amistades le costearían un cambio de imagen.

Con eso en mente, el rey, su padre, había pagado el viaje y a toda una tripulación.

Pero la segunda noche en alta mar algo raro sucedió en el gran barco, en plena madrugada las banderas del galeón dejaron de ondear. A toda la tripulación les envolvió un extraño sentimiento, de pronto cada persona a bordo sentía la necesidad de zambullirse en el agua.

El capitán ordenó que todo el mundo tapara sus oídos con cera de abeja, y que los encargados de mirar el horizonte en busca de tierra firme fueran atados al mástil.

Solo una persona no fue advertida.

Lo último que los marineros escucharon fue el cuerpo de __________ sumergirse en las profundidades.

[ Una vida a cambio de oír unos segundos el goce de una sirena cantar. ]

— ¿Te gustan? —musitó el azabache, mostrando una serie de pequeños caracoles en tonos rosas y naranja.

— ¡Me gustan! —sonrió _________, tomando los caparazones vacíos para seguir completando la diadema que hacia—. Gracias, Haru.

Una leve curva apareció en los labios del chico.

Él era Haruka Nanase, un tritón.

O como a __________ le gustaba decirle; Niño Caballa.

Llevaba todo un año en una cueva submarina y lo único que Haruka traía para comer era caballa.

Haru la había rescatado del agua, disculpándose, la hermana menor de su amigo mitad tiburón había estado practicando afinar su voz ese día, y sin querer había ocasionado un desastre.

— ... Y siempre tengo que evitar que Makoto me siga hasta aquí —siguió hablando, la vida bajo el agua sonaba muy interesante.

Era un deleite oír a Haruka hablar con libertad.

— Haru, tengo mucho frío en las noches —musitó en medio de la plática que mantenían.

El invierno había llegado, y era imposible resguardarse del frío, al menos para ___________.

Vivía en una cueva en las profundidades del mar, esta resguardaba el aire en casi su totalidad, simulando estar en la superficie, y un gran orificio en el suelo conectaba al mar.

Eso había sido suficiente para que __________ sobreviviera durante todo un año, una almeja gigante era su cama, tenía lo que –según Haruka– todas las personas normales usaban en la Atlántida. Obviamente no podía faltar la caballa en su vida, se alimentaba exclusivamente de eso gracias a él.

— ¿Quieres que te traiga mantas? Creo que he visto unas en una embarcación antigua que se hundió —propuso, sentado al borde del orificio que daba había el mar—. Puedes secarlas con fuego.

__________ se sintió enternecida, él se preocupaba por cada mínimo detalle y cosa que le hiciera falta.

Le había dado las más delicadas sedas, de un velero hundido que venía desde las Indias; las joyas más caras se las dio, un tesoro perdido en una fosa marina, había bajado hasta las profundidades para darle las alhajas de una reina; él peinó y arregló su cabello de una forma completamente diferente, igual que las sirenas lo hacían.

Pero, en realidad, no eran nada.

Aunque ella le amara intensamente.

— ¿Acaso extrañas la superficie? —preguntó entre murmuros, manteniendo su seria expresión.

Aunque sus ojos expresaran enojo.

— ¡No! —negó rápidamente, no sabiendo encontrar palabras para describir sus sentimientos.

Suspiró, intentando hacer una última jugada.

Puso una mano sobre la mejilla del chico, tenía una piel tan tersa. Acarició levemente sus escamas, estremeciéndose ante el tacto—. Haru, bésame.

Nanase la observó por un largo tiempo, inamovible, con sus relajadas facciones analizando—. ¿Qué es un beso?

__________ acarició levemente aquellos fríos labios, estupefacta, el choque de costumbres era algo con lo que no sabía lidiar—. Un beso es la máxima expresión de cariño entre dos personas —murmuró, acortando la distancia. Cayendo en cuenta de que, a ellos dos no les unía ningún lazo especial.

Se detuvo.

— Haruka, ¿tú me amas? —sinceró, no queriendo darle vueltas al asunto, si iba a ser rechazada, este era un buen momento.

— ¿Amar? —preguntó con duda, incapaz de comprender las expresiones humanas.

— ¿Qué soy yo para ti? —murmuró, intentando acabar con los nervios que sentía.

Silencio.

Él se tomaba su tiempo para razonar, siendo un ser acuático no podía acercarse al fuego, sin embargo sentía el calor en sus mejillas—. Eres mi amiga y compañera —susurró, avergonzado.

__________ sintió realmente que en cualquier momento las fibras cardíacas más delgadas de su corazón podían romperse. Intentó alejarse un poco, pero el extraño tacto de Haruka seguía sujetando sus muñecas.

— No sé qué significado tenga Compañera en la superficie —musitó, intentando suavizar su áspero tono característico—. Pero una Compañera es la persona que te acompañará por el resto de tus días —susurró, incapaz de creer que él diga tal cosa—. La única.

Haruka ya tenía medio cuerpo sumergido en el agua nuevamente. Viendo directamente los iris de _________, no recordaba haber visto algún color parecido en lo ancho y largo del mar.

Él había tomado las pequeñas manos de __________, sumergiéndolas en el agua. Había sujetado con débil tacto su rostro, ella no tenía escamas.

— Tú eres mi compañera, __________ —susurró, uniendo sus labios con los de ella, experimentaba una nueva sensación, se sentía bien, era raro, las cosquillas recorrieron su cuerpo.

Le gustaba besar a __________.

Los labios de ella eran tibios, y los de él fríos y salados. A Haru le empezó a gustar la sensación que se producía en su estómago al mover sus labios contra los de __________.

Y las manos de Haruka tomaban las mejillas de __________ con fuerza, y ella le seguía cada vez que él se hundía un poco más en el agua.

__________ estaba hechizada por los besos de Haruka.

Y lo último que sintió fue como el agua la envolvía completamente.