Capítulo 27 [Editado]

3.9K 244 2
                                    

La cara de Fred es un poema.

—¿Estás completamente segura? Digo, porque... si te hiciste una prueba casera, esas a veces pueden fallar...

—Estoy completamente segura, Fred —le digo—. Me hice un análisis de sangre, y aparte fui a ver a un doctor. Resulta que estoy en la tercera semana.

Él me ve con duda

—¿Traes ese análisis contigo ahora mismo?

—¡¿Crees que lo digo solo porque estás rompiendo conmigo?! ¡¿Me crees capaz de mentirte con algo tan serio como eso?!

Últimamente he perdido toda la vergüenza y el descaro.

Fred niega rápidamente.

—No es eso, yo solo... quiero verlo.

Busco en mi bolso el papel y se lo aviento molesta. Qué bueno que se me ocurrió traer el papel falso por si acaso. Él lo lee detenidamente y cuando acaba oculta el rostro entre sus manos.

—¿Ya tus padres lo saben? —me pregunta después de un momento de silencio.

—No —contesto—. Me da miedo cómo puedan reaccionar. Ya sabes, ellos están emocionados por lo de la universidad.

—¿Y tú cómo te sientes respecto a... esto?

—Nuestro hijo es más importante que la universidad para mí, Fred.

Lo único me falta es que él también quiera que aborte como mamá. Afortunadamente, no llega a decir nada de eso; si la idea o el deseo pasó por su mente, no se atrevió a exponerlo.

De regreso a casa hablamos sobre que debíamos hacer. Le propuse que hiciéramos una cena el día siguiente con su familia y la mía para decirles la noticia.

—Y bien, ¿cuál es el motivo por el que nos hicieron reunir esta noche? —nos pregunta el señor Roberts.

La cena es en la casa de Fred por dos razones: él es el chico y es más fácil hacer que mis padres vengan a su casa que hacer que los suyos vayan a la mía. De por sí fue todo un desafío reunir a todos.

Ashley ríe.

—No será para decirnos que esperan un bebé, ¿no? —dice con sarcasmo.

Fred y yo nos miramos sin decir nada. Ashley se da cuenta.

—¡Por Dios! ¡¿Es eso?!

—Así es, hermana —confirma Fred, entre apenado y resignado.

—¡¿Qué?! —exclaman al unísono todos los presentes, excepto mi madre.

—¿Estás... embarazada, Eleanor? —me pregunta la señora Roberts.

Bajo la cabeza y asiento llorando.

—Juro que no fue mi intención...

Tengo talento para la actuación.

—¡P-pero ustedes...! —comienza a decir mi papá con la respiración entrecortada—¡¿Cuándo...?! ¡¿Tenían relaciones?!

—Papá por favor cálmate, tu corazón...

—Solo sucedió una vez, señor Taylor —le contesta Fred—. Y fue por mi culpa, no me protegí.

—¿Y qué piensan hacer ahora? —nos pregunta el señor Roberts.

Siempre se ha caracterizado por ser alguien calmado que no se exalta fácilmente.

—Yo quiero quedarme con el bebé, y Freddie está de acuerdo —respondo acariciando mi vientre.

—Bueno... por lo menos agradezcamos que los chicos se gradúan en menos de un mes —comenta mamá, como quien no quiere la cosa —. Con suerte podemos acabar de planear la boda antes de que el embarazo se note demasiado.

—Yo no me casaré con Eleanor —suelta Fred y todos en la mesa nos le quedamos viendo.

—Cariño, comprendo que tengas miedo de ese gran compromiso a tu edad, pero debes pensar en la gran responsabilidad que pusiste sobre los hombros, el bebé... —le recuerda su madre.

—Me haré cargo de mi hijo y siempre estaré presente para él —aclara—. Pero no me voy a casar. Estoy enamorado de otra persona, y eso no seria justo para él, ni para Elle.

La Mala del Cuento [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora