⭐Capítulo 21⭐

8.9K 977 77
                                    

Ellos estaban disfrutando del momento, Lina y Kookie solían verse cuando tenían tiempo libre, las cartas no se detuvieron, de hecho, Lina no quería perder la costumbre y JungKook había escrito muchas en aquel diario que ella le había dado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ellos estaban disfrutando del momento, Lina y Kookie solían verse cuando tenían tiempo libre, las cartas no se detuvieron, de hecho, Lina no quería perder la costumbre y JungKook había escrito muchas en aquel diario que ella le había dado. Los chicos amaban tanto a Lina como Beth, ambas eran unas chicas graciosas al tomar confianza, Hobi decía que Lina le recordaba a su hermana, por eso la protegía de cierto modo.

Todo estaba saliendo...muy bien.

[...]

—...Ya estoy libre de exámenes oficialmente—sonrió recostada en la alfombra del suelo mirando las estrellas que brillaban en la oscuridad, estrellas que estaban pegadas al techo, JungKook se las había regalado cuando la chica le contó que a veces tanta oscuridad...le sofocaba.

— ¿Cómo le ha ido a Beth? —Kook estaba recostado junto a ella, su cabeza estaba a la derecha de la chica. Sólo estaban ellos en la oscuridad de aquella habitación.

— Ella dice que le va bien, ¿Sabes? Me parece que Jimin la ha estado llamando, pero no quiere decirme—miró a JungKook girándose, el chico quedó cara a cara con ella, Jin y Tae solían burlarse de la "burbuja" en la que el maknae estaba al estar junto a la muchacha.

— Jimin-ssi no me ha dicho nada—frunció el ceño— ¿Has hablado con tus padres?

Lina sonrió sin evitarlo, se levantó quedando sentada pasando su mano por su cabello desenredado, a ella le gustaba que el maknae siempre preguntara por su familia.

— Hace unos días—asintió. JungKook se incorporó quedando sentado, sin evitarlo tomó uno de los mechones ondulados de Lina—Están bien, les conté de ti y no tienen ni idea de quién eres.

— ¿Le contaste de mí? —se sorprendió.

— No les dije que eras un idol, ellos saben sólo lo que les he dicho—lo miró. JungKookie tenía unos grandes ojos oscuros—Que eres bueno, que eres guapo...

— Toda la verdad—bromeó atreviéndose a robarle un beso. Entre besos cortos éstos se fueron prolongando, Lina abrazó su cuello con sus brazos enfocada en los labios del maknae quien sentía una cálida corriente recorrerlo entero, no se dieron cuenta que estaban recostados en el suelo de nuevo, pero JungKook se encontraba sobre su cuerpo.

Ninguno de los dos ha llegado a lejos con nadie, de hecho, JungKook no negaba que sintiera curiosidad, pero era incapaz de obligar a Lina porque...ninguno de los dos estaba del todo preparado... ¿O sí?

El sonido de sus bocas era lo único que se escuchaba en la habitación volviendo excitante el momento, Lina estaba tan roja como un tomate mientras que JungKookie tenía sus labios más hinchados y rosados de lo normal, con una de sus manos se atrevió a acariciar la cintura de la chica, ésta jadeó por lo bajo buscando sus labios cuando Kook se distanció sólo un poco.

Ambos tuvieron el atrevimiento de rozar sus lenguas compartiendo unas risitas cómplices, pero...todo se vino abajo cuando...

— ¡Lina, llegué! ¡Traje algo de co...! —Beth guardó silencio y la pareja miró en su dirección—Oh, yo...—titubeó con la mano en la puerta. Sonrió divertida sin evitarlo.

— Beth, nosotros...

— Tranquila, no debes explicarme nada—interrumpió. JungKook se apartó de Lina rascando su cabeza, para Beth no fue difícil notar lo agitado que estaban—Sabía que no eras un santo, golden maknae.

— Beth, nosotros...—intentó decir también.

— ¿Por qué estás tardando? —otra voz se unió. JungKookie quiso morirse cuando Park Jimin asomó su cabeza abriendo sus ojos como platos.

— Vaya, JungKook~ah estaba cerca de volverse un hombre—bromeó. La pareja bajó la mirada completamente avergonzados, se habían dejado llevar de más.

— Vamos, Jiminie, creo que tardarán un poco—Beth salió antes de siquiera poder ellos defenderse.

La situación era realmente vergonzosa pero cuando Lina comenzó a reír sin abandonar su sonrojo, JungKookie se relajó sólo un poco, definitivamente no sabía que le pasaba.

— Lo siento, JungKookie, fue mi cul...

— No, no, fue mía.

— No, mía—detuvo su risa.

— No.

— Sí.

— No.

— Sí.

— Sí.

— No.

— ¡Ja! —señaló.

— ¡Tramposo! —golpeó su brazo varias veces. Él la detuvo en segundos y ninguno de los dos se opuso a compartir otro beso menos apasionado, pero más dulce.

**************************
De acuerdo, debo ir poniendo fin 😂

Magic Notes [JEON JUNGKOOK] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora