Capítulo 1

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"El que busca la verdad, tiene el riesgo de encontrarla" Isabel Allende

No era la primera vez que despertaba después de un largo coma, tampoco la primera vez que alguien me observaba con un arma apuntandome en la frente.

A veces me pregunto como había llegado a estar aquí, la verdad nada me parece tan raro como hace 3 meses atrás, tal vez formaría una hipótesis de ser secuestrado cerca de Cetral Park y que en estos instantes mis padres me buscarían, en efecto esto podría estar pasando, pero hay un inconveniente. Es Michael, mi mejor amigo, quién me apunta con el arma.

No sé si tener miedo o comenzar a correr, aunque mientras más lo veo, no hay camino que seguir, solo un mar de obscuridad que se extiende hasta la cúspide de la torre Maze.

Escucho a alguien gritando mi nombre, es una mujer, y simplemente no para de gritarme como si no hubiera mañana, y tal vez no lo haya para mi.

----------- 3 meses antes -----------

El ruido del radio no para de anunciar que son las 5 de la mañana y simplemente no puedo dormir con ese espantoso sonido. Me levanto del colchón y lo busco a tientas en el mueble de a lado, pero simplemente me pincho los dedos con las agujas.

Alzo mi cuerpo bruscamente de la cama y me doy cuenta de que ni siquiera es mi cuarto, ni mi casa, intento encontrar algún interruptor, sin embargo solo hay frascos de medicinas y sueros cerca. No me preocupo en buscar una explicación coherente ya que no se me ocurre nada y lo único que quiero hacer es correr, salir de ese lugar, es difícil aceptar el hecho de que tengo miedo y en cualquier minuto me voy a desmayar otra vez.

Levanto la colcha que cubre mi cuerpo y me siento el la camilla. Tengo heridas abiertas y gasas que cubren la mayor parte de mi torso. Sin pensarlo dos veces comienzo a buscar algo de ropa en todo el cuarto, necesito salir y saber que me ha pasado. La habitación sigue inmersa en la obscuridad, aún así necesito al menos un poco de ropa ya que no pienso salir en la desgastada y rota que llevo.

Encuentro un par de mudas que deben de ser de algun otro paciente, que para mi suerte, son de mi misma talla, una camiseta gris con una chaqueta de cuero negra, pantalones del mismo color y los converse que yo tenía al llegar. Me veo en el espejo y no me puedo ver, solo veo el reflejo de alguien que no sabe quién es, de un profugo, de alguien que debe escapar, no de Gregory, el chico de los lentes y las notas perfectas, él ya no existe, y no sé porque, simplemente siento la necesidad de reprimirlo, de dejarlo ir, de cambiarlo por el chico que esta a punto de cambiar su vida, y es que es solo eso, si salto ¡BUM! se ácabo, pero si en cambio me quedo aquí, no tengo ni la más remota idea de que me harán.

Los ruidos de alguien acercandose por el pasillo me alertan y me obligan a pensar en una solución rápida. Me fijé en la ventana, estaba en el segundo piso así que podría saltar sin problema alguno por ella. Si muero en el intento al menos estaré cerca de un hospital. Tomo la mochila que estaba a un lado cuando desperte y cojiendo un poco de vuelo salto por la ventana, para mi fortuna el dolor de la colisión solo se amonesto con una cortada y un gran golpe en el pómulo, si volvía a ver a mis padres seguro no les gustaría la historia.

Me sacudo los restos de vidrio que hay en la chaqueta y comienzo a correr, no sé a donde, solo lejos, solo quiero desaparecer.

Cuando estoy lo suficientemente lejos, me detengo en seco, estoy demasiado agotado para caminar, de alguna manera siento más peso al detenerme y mientras más lo pienso creo que he hecho una estupidez al salir de allí, pero mi instinto me dice que fue lo mejor para mi y estoy harto de no saber que me sucede, de ser un idiota, quiero ir a casa y no puedo, si tan sólo supiera que paso aquella noche.

Pretty DangerousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora