Capítulo 14

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Kelsey's POV

Me escondo en el armario y trato de prender mi celular, toco el botón del centro pero la pantalla me indica el ícono de la falta de batería. En serio debo ser la persona con menos suerte, miro por la mitad de las puertas que el celular se Ismael está en el mueble al otro lado de su habitación.

—¡Kelsey! ¡Ven en este momento! —grita desde la sala.

Lleva buscándome por dos minutos y cada vez sus gritos son más desesperados. Muerdo mis uñas, no quiero salir de aquí porque si lo hago terminaré más lastimada. Miro mi ropa y jadeo del horror, llevo la blusa rota en dos, se puede ver varios hematomas que ha dejado Ismael en mi cuerpo.

Dios ayúdame. Salgo de mi escondite sin hacer ruido.

—¡ESTÚPIDA! ¡MÁS TE VALE VENIR PRONTO!

Siento el sudor correr por mi espalda. Estoy en la mitad de la habitación, pero no me di cuenta de un error, la puerta está abierta. Ismael me mira con diversión. Mierda. Corro hacia la puerta y trato de cerrarla con toda mi fuerza, pero él me gana. Abre la puerta de un golpe, corro hacia el celular con mi novio pisándome los talones, cojo el celular pero las manos de Ismael me recorren la cintura. Me alza en su hombro y comienzo a golpear su espalda, trato de salirme de sus manos, pero es imposible.

Me lanza con una fuerza sobrehumana sobre la cama, sin tomar en cuenta la distancia, me golpeo la cabeza con la pared y comienzo a sangrar por el impacto que el causó en mí. Bota el celular a un lado de la cama y termina rasgándome la ropa totalmente. Trato de darle golpes en el rostro pero eso hace enfurecer a Ismael. Me sostiene de las manos por encima de mi cabeza.

—Quédate quieta, Kelsey.

Comienza a besar mi cuello y yo grito desesperada en busca de alguien que me salve de este infierno. Ismael se desespera por mis gritos y me da una bofetada que hace que mi rostro choque con la almohada, siento la sangre salir de mis labios. Las lágrimas se hacen presentes en mi rostro.

—Por favor —pido a Ismael— no nos hagas esto.

—¿Hacer que, Kelsey? —dice riéndose— siempre jugamos así, ¿Acaso ahora te portarás como una santa?

—Nunca contra mi voluntad —escupo en su cara.

Él se enfurece y saca una navaja de su bolsillo, lo coloca en mi cuello y todo mi ser comienza a temblar del miedo.

—No vuelvas a retarme, Kelsey. Me importa una completa mierda de quien eres hija, yo soy capaz de matarte así que será mejor que te quedes quieta. ¿Entendiste?

Asiento con miedo.

—¡PREGUNTÉ SI ENTENDISTE! ¡RESPÓNDEME!

—Sí, Ismael.

Me observa son satisfacción y continua son sus besos en el cuello. Muerda y lame una sola zona, sé que me está haciendo un chupón y me remuevo inquieta.

—Por favor —suplico.

Ismael sigue con su recorrido, saca de un tirón mi ropa interior y sus manos viajan hasta quedarse encima de la zona que aquella prenda tapaba. Me remuevo y trato de liberarme de las manos de mi novio.

—¡Basta!

—¡He dicho que te calles! —me vuelve a golpear. Las lágrimas no me permiten ver con claridad, quiero salir de aquí.

Abro los ojos de golpe y siento una presión en el cuello. Dios, ha sido otro sueño, toco mis mejillas que se encuentran empapadas como aquel día. Las limpio con el reverso de mi mano, al igual que el sudor que pasa por mi frente. Suspiro aliviada.

EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora