Quería llorar.

Mierda de drogas. Jodido Shawn.

-Va... Vas a... ¿Vuelves conmigo? - le pregunté sin saber como formularlo exactamente.

-En principio sí - frunció su ceño - bien, Kate, ¿qué está pasando?

-Yo... Bueno... - suspiré - una de las cosas que quería atar era lo nuestro, quiero decir, lo que ha pasado aquí... Yo no quiero que solo quede en eso.

-Te perdí una vez por idiota, no hay segundas veces - me acarició la mejilla - sé que me equivoqué y sé que debería irme a España a buscar a uno de mis hermanos y a Italia a otro, pero eso quiero hacerlo contigo. Y con Jake.

Iba a llorar. Mis ojos se aguaban, me temblaba el labio y tuve que mordérmelo para que no se notase; y tenía unas inmensas ganas de abrazarlo y besarlo.

-Yo... Oh dios - sonreí.

Justin iba a estar conmigo. No iba a tener miedo a nada después. Justo al volver a California lo nuestro seguía.

Aun así, no estaba satisfecha del todo. Quedaban cosas por hacer antes de irme.

-Y bien, dime que es lo que tanto te preocupa - se sentó en la barra de la cocina delante de mi.

Estaba cenando un pollo con salsa que había preparado Frida por si acaso para la cena. Se lo tenía que agradecer tanto.

-Necesito que esta noche vayamos a un sitio, lo sé es precipitado no me mires así - rodé los ojos - te traerá buenos recuerdos y te prometo, no voy a meterme en ninguna pelea - le sonreí - necesito hablar con mi tercer contacto.

-¿Y quién es?

-Lo sabrás si me acompañas - dije risueña con una sonrisa.

-¿Qué más? - miró para otra parte.

-Mañana, deberíamos ir a casa de Caden, ya sabes, recoger a Jake y sobretodo hablar con él de unas cuantas cosas. Comeremos en casa del padre de Alli y luego, tendremos que hacer algo con el bicho que tenemos ahí - señalé con el tenedor a Jake que se quedaba dormido en el sofá.

-¿No crees que tu hermano se enfadará si lo llamas para que se quede a Jake otra noche? - preguntó él.

Lo había conseguido. En sí. Justin ponía peros, aun así, estaba ganando.

-Nop - negué con la cabeza - eso está cubierto. Lo dejamos antes de salir.

-Dios santo Kate, ¿sabes el riesgo que estás tomando?

-Lo sé y hazme caso, nos irá bien. Confía en mi.

-Siempre que te pones así ocurre algo malo, solo espero no perderte un segundo de vista - entrecerró los ojos en mi dirección.

Ahogué un grito de felicidad. Le iba a encantar donde íbamos. Pequeños recuerdos, ver aquellos lugares comunes y ver, como después de todo, después de cinco años estábamos de vuelta.

Esa podía ser una tradición. Quiero decir, cada cinco años que sigamos juntos, volver e ir a aquellos lugares donde nos conocimos y pasaron según que cosas. Sería volver al pasado y ver lo avanzados que estamos. No más huidas, no más problemas con demás personas.

Sólo él, yo y Jake. Como una familia. Y esta familia la iba a cuidar con cuerpo y alma.

***

Justin aparcó el coche en absoluto silencio.

No habíamos parado de hablar desde que salimos de casa de Caden para dejar a Jake hasta llegar justo a la puerta de una bonita casa en la parte alta de Stratford.

Vuela Libre #2 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora