Octava Pieza: Claryssa.

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  —Jade, ¿desde cuándo vives en Jelstroy?—rompió el silencio Ashton siguiendo a la chica que los guiaba entre las calles con Becky a su lado. Todo estaba húmedo, porque al parecer, era casi algo de todos los días que en aquel pueblo, cerca del bosque, lloviera un poco cada amanecer.


  —Desde hace un tiempo. Necesitaba paz, pues vivía en Londres y en tal ciudad, era difícil encontrarla.


—Siento que este lugar es más para pasar una temporada que como para vivir en el—opinó Calum y la pelinegra giró su rostro unos segundos para asentir de acuerdo a sus palabras.


—Tienes razón, esa fue mi primera idea, pero luego me adapté al ambiente cálido que existe en el pueblo, pues no es como otros donde es un infierno, donde todos hablan a tus espaldas y nadie es leal a otro. Aquí es como una gran familia, como una burbuja que se aleja de los malos sentimientos que hay en el exterior—explicó y se detuvieron en una esquina que tenía un considerable paso de autos, pero que aún así, lograron cruzar con el semáforo en rojo, pues antes de dar la señal, ya no quedaban autos por cruzar.


Así de pequeño era el pueblo.


  —Claryssa es tímida, pero separa muy bien su vida profesional y privada. Deben comenzar de a poco a hablarle, aunque por supuesto, yo los presentaré para que todo sea más ameno—aconsejó Jade dándoles una rápida mirada a los tres hombres que la seguían—. La mentira piadosa es que haré un artículo de la lavandería.


Asintieron y todos doblaron la esquina para entrar a una pequeña tienda. La campana sonó y el sonido obvio de las máquinas los recibió. Habían trajes colgados tras el mostrador, cubiertos con bolsas transparentes especiales. Las máquinas trabajaban, a la vez que varios vecinos conversaban en la espera.


—Hola a todos—saludó la muchacha con los tres chicos a sus espadas. 


—Hola Jade—saludaron todos los presentes. Los 3 hombres mayores, las dos mujeres. Jade arrugó su ceño cuando escuchó el silencio a sus espaldas y se volteó.


—Deben saludar, no sean maleducados—reprendió.


—Hola a todos—saludaron los chicos siguiendo las palabras de la ojiverde. Los presentes volvieron a voltearse y saludar.


—Hola.


Se hicieron camino hasta el mostrador que estaba al final del gran salón con máquinas. Jade le sacó la correa a su mascota y esta se fue hasta una banca cercana, para recostarse bajo esta sin molestar. Jade tocó la campanita del mesón y luego sacó de su mochila, su laptop, la misma con la que estaba la noche anterior cuando se topó con Michael. Bastaron un par de segundos para que desde un extremo, saliera una chica de ojos verdes, cabello castaño oscuro, con una tez bastante pálido, considerables ojeras, algunas pecas, unos anteojos ópticos y un poco jadeante.


—Hola Jade. A cobertor solo le falta el planchado...—comenzó a explicar la chica con un tono suave y dulce. Ashton, Calum y Michael guiaron sus miradas a las manos de tal muchacha, buscando el anillo que James les había comentado.

Puzzle. 5 Seconds of Summer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora