Puzzle. 5 Seconds of Summer.

Décima Segunda Pieza: Christell.

Michael continuó escuchando los sollozos de la mujer de cabellos oscuros, que estaba a su lado. En un determinado momento, pasó su brazo por sobre sus hombros y la atrajo hasta él para consolarla mientras la acariciaba, además que él ya se rendía de continuar con los pensamientos que navegaban en su mente y lo hacían sentir tan disgustado y amargado.

No podía seguir lamentándose por la pérdida de Luke, sino que en su lugar, debía buscar lo que ocultaba su amigo, pues a pesar que viera todas las inversiones que hizo anónimamente a Bibury, era imposible que le calzara con lo que mensualmente retiraba de su cuenta bancaria, además, ¿dónde guardaba el dinero? porque era obvio que no lo tenía bajo su cama, y que sus inversiones no eran aceptadas en efectivo, sino por transferencias bancarias.

Alguien lo ayudaba, seguramente esa chica que lo acompañó a retirar el anillo que les dijo el señor Dawson. Habían un millar de posibilidades, miles de alternativas respecto a aquella mujer y su relación con Luke, donde no sabía si era una relación sana o tóxica, si eran amigos o pareja, si ella era una arribista o una mujer sincera. No conocía nada de esa vida de Luke, pero por lo mismo buscaría quienes fueron sus cómplices en obras para agradecerles y pedirles información, que lo ayuden a alivianar la carga que lleva sobre sus hombros.

Su mente volvió al presente.

  —¿Puedo conocer porque te encuentras en ese estado?—preguntó Michael con preocupación por las incontables lágrimas y sollozos que la mujer había soltado en esos 5 minutos que habían compartido en esa atmósfera tan cargada de emociones.— No es por ser chismoso, pero sufres con tanto dolor, que debe de ser algo serio.

Christell sorbió sus mocos y procedió a secar sus lágrimas con un pañuelo de los que Michael le había entregado. Dio calmadas respiraciones hasta que pudo controlar el hipo que la atacó por los sollozos de antes.

—Perdí a alguien.

Ahora Michael podía también tomar en cuenta a Christell como la posible chica. Cristina cumplía con los rasgos de un patrón, pero Christell sufría con una pérdida seguramente importante por su estado, además parecía demasiado delgada, como si no comiera en días, aunque no la conocía del todo, quizás ella siempre había tenido tal contextura.

Christell estaba en un estado vulnerable y Michael se aprovecharía de aquello.

—¿Murió?—preguntó con timidez, pero a la vez con cierto miedo, aún no se acostumbraba a tan pesada palabra y significado.

  —No tiene solución...—sorbió sus mocos y luego suspiró intentando llegar  a la calma—.  Lo peor que te puede suceder es perder a una persona cuando intentas hacer todo bien y la intentas convencer de hacer lo mismo, para tener buenos resultados, para triunfar, para que todo valga la pena y pronto, puf, ya no está.

Michael apretó sus labios en una línea fina y asintió, comprendiendo sus palabras. Luego una fría brisa los espabiló y ambos notaron las bajas temperaturas que los envolvían.

  —Está helado—murmuró Michael teniendo escalofríos. Christell asintió, totalmente de acuerdo con sus palabras.