El chico araña (Peter Parker y tú) [TERMINADA] ✓

𝚃𝚘𝚗𝚢: 𝙿𝚊𝚍𝚛𝚎 𝚟𝚜 𝚏𝚒𝚐𝚞𝚛𝚊 𝚙𝚞́𝚋𝚕𝚒𝚌𝚊

Hubiera deseado que se pareciera a su madre en algún aspecto físico pero no es así. Tiene los ojos y cabello del mismo color que yo, su piel es clara y al sonreír se le forman unos bonitos hoyuelos en cada lado de sus mejillas. La verdad que me lucí, ya sé.

En el carácter sí es muy parecida a Gina. Es bastante curiosa para una niña de su edad, le gusta meterse en problemas a cada que tiene oportunidad, es brutalmente honesta y muy chantajista, siempre se sale con la suya.

¿Pero cómo no iba a ceder ante mi pequeña princesa? Por ella haría hecho cualquier cosa.

En especial cuando sus ojos se quedaban mirando a los míos con suma atención esperando que cediera a lo que fuera que ella deseara.

❀❁❀❁❀❁❀  
→ 𝙵 𝚕 𝚊 𝚜 𝚑  𝙱 𝚊 𝚌 𝚔
❀❁❀❁❀❁❀  

— ¡Happy! —Grité enfurecido buscando a mi chófer—. ¿Quién demonios estuvo jugando con mis planos?  Estoy harto de que estén revolviendo mis cosas, estoy a nada de correrte si vuelvo a... —sentí una pequeña mano dar tirones a mi camiseta.

—Papi —la voz de _____ me hizo voltear—. Fui yo, lo lamento.

Se encontraba con los brazos atrás de su espalda algo tensa y cabizbaja esperando mi regaño en cualquier momento.

—_____, te he dicho miles de veces que no me gusta que entres a mi oficina ¿no lo entiendes? —traté de hacer mi voz suave mientras me ponía a su altura para después acariciarle su bonito y largo cabello.

—Es que te estaba buscando y no te vi, entonces vi los planos pero se cayeron cuando los quise mirar más cerca y los quise levantar... Lo siento.

La vi a punto de llorar ¿cómo podía regañar a mi princesa? Suspiré asintiendo a su explicación antes de abrazarla y besar su cabeza. Fue la primera vez que la escuché tomar responsabilidad de un error suyo.

❀❁❀❁❀❁❀  
→ 𝙽 𝚘 𝚠         
❀❁❀❁❀❁❀  

Entro al auto por fin y Happy cierra la puerta apenas logra pasar entre la muchedumbre de periodistas hambrientos de información para sus secciones de espectáculos, sube al asiento de conductor y se dirige hacia el instituto de artes escénicas.

— ¿Parecen loquitos de centro pidiendo monedas, no? —cuestiono a Happy apenas arranca el coche.

Una risa suave sale de su garganta mientras mantiene una sonrisa sobre el rostro y afirma con la cabeza atento al camino por el cual conduce.

—Sí, es una locura. No me acostumbro a pesar de los años —contestó Happy—. Casi he olvidado lo que es no tener que lidiar con esta clase de atención. Yo creo que necesito vacaciones.

Una llamada interrumpe mi charla con Happy, saqué el celular del bolsillo interno de mi saco y revisé el identificador de llamada para saber si valía o no la pena contestar. Cuando vi su nombre, me resigné a responder su llamada

Se trataba de Pepper.

Acepté la llamada y puse el celular cerca de mi oído para después saludarla.