!Bésame! -Muke-

2.

-Calum…mano derecha, rojo. –El pelinegro se estiró llegando a colocar su mano sobre un círculo rojo.

-¡Ay! ¡Esto duele! ¡Habla de una puta vez Mike! –Michael rió y giró la ruleta, aunque él no estaba haciéndole caso a la ruleta en realidad.

-Ashton, pie izquierdo, verde. –El rizado pensó por un momento.

-Espera…tú no estás diciendo lo que la ruleta dic…-Calum cayó sobre él, gritando unas cuantas malas palabras.

-Aish…mierda…me duele. –La puerta se abrió de repente, Luke entró y se quitó la chaqueta. Luego observó a sus dos compañeros, que estaban en el suelo, uno sobre otro.

-Okeeey…mejor me vuelvo a ir…-Michael rió fuerte y sacó su celular para tomarles una foto.

-¡Te mataré! –Gritó Ashton –Pero primero…Calum, quítate de encima –Lo empujó y el otro cayó, haciendo reír a todos.

-Juro que fue el Twister…no yo –Siguió riendo Michael.

-No debimos jugar a eso desde un principio –Calum se acomodó la gorra y tomó asiento en el mueble del living, Luke también, seguido de Michael.

-¿Cómo te fue con Brianna? -Luke miró a Ashton.

-Bien –Después de haber contestado apoyó su cabeza sobre el hombro de Michael, mientras miraba su celular.

-Uhh…regresó el señor misterioso –sonrió –Ya, bueno…como estamos de vacaciones, mi papá me ha dado permiso para ir a las cabañas que tiene mi familia en Gondwana…sólo para nosotros cuatro, bueno…si queremos podemos invitar a Brianna o a Ashley…¿vienen?

-¿Cuántos días estaremos ahí? –Preguntó Michael.

-Cinco…

-Está bien –Respondió Calum, los otros dos asintieron. Ashton estaba un poco entusiasmado con esto, además era en Gondwana…tranquilidad, naturaleza, y tiempo con amigos…eso necesitaba.

-Bueno, entonces nos vamos pasado mañana…Luke, ¿vas a decirle a Brianna? –El rubio se la pensó un rato. No es que no le gustara Brianna, bueno…ni siquiera eran novios, pero esto de estar saliendo con ella ya le aburría. ¿Había algo de malo con invitarla?

-Tal vez la llame más tarde –Respondió.

Michael hizo un puchero. Aunque nadie le vio haciéndolo. Lo que pasaba, era que hace unos días…había chocado con Luke…y se había quedado mirando los labios rosas de su compañero y su pequeña nariz, y todo su rostro, le parecía jodidamente perfecto. Él estaba enamorado de Luke, pero sabía que Luke no era como él. Y le dolía…y escuchar el nombre de Brianna de la boca de su Lukey , le ponía como loco. De seguro que Brianna aceptaría la invitación, y con eso…los celos de Michael aumentarían al cien por ciento, porque no podía verle la cara a la muchacha por más de dos minutos, ¿cómo lo haría en cinco días? ¡Iba a estar pegada a Luke! No. Él tenía que hacer algo al respecto….la solución, Ashley.

-¿Tú también le avisarás a Ashley? –Michael asintió fingiendo una sonrisa, sacó su celular y se movió del sillón a su cuarto.

-Chicos, ya me largo…-Se despidió con un abrazo de Calum y Luke. Y luego gritó desde la sala. –Adiós Mikeeey!!!! Nos vemos luego!!!

-Adiós chico virgen –Escuchó Ashton en respuesta. Este frunció el ceño mientras escuchaba la risa de sus otros dos amigos.

-Que te den!

-Tú lo necesitas más que yo!

-Ustedes son imposibles.

-¿Ashton vamos por ahí? –Preguntó Calum, poniéndose de pie. El rizado asintió. –Adiós cabeza de pasto! –Michael se había teñido el cabello de verde, y bueno…así le decía Calum desde que lo vio con ese extraño color.

-Como digas, nigga. –Michael salió de su habitación sonriendo.

-Muérete pasivo. Chao Lukey…nos vemos luego. –despeinó al rubio haciendo que este le mirara.

-Bye nigga. –Y se empezó a reír al ver a Calum frunciendo el ceño. Luego de unos minutos, la casa se encontraba técnicamente vacía. Porque claro, Michael y Luke estaban dentro. Que los dos compartieran vivienda, le hacía más difícil a Michael poder estar tranquilo.

Aunque, habían cosas buenas después de todo.

Michael se acercó al living y encendió la consola. Luego tomó asiento al lado de Luke y lo observó por largo rato. Parecía un ángel, un ángel con celular.

-Deja eso…¿Jugamos? –Luke se giró a verlo y sonrió asintiendo. Michael no pudo evitar devolverle el gesto y pensar nuevamente en que ese ángel que tenía al lado, poseía los ojos más bonitos del mundo.