Capítulo 17: El mensaje

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Laura Jenkins estaba entretenida escribiendo en su computadora cuando alguien llamó a la puerta

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Laura Jenkins estaba entretenida escribiendo en su computadora cuando alguien llamó a la puerta. Exasperada pensó que sería el detective Morrison queriendo hacer más preguntas agobiantes. No le apetecía para nada recibirlo, pero tampoco podía ignorarlo ya que sería sospechoso; prefería acabar cuando antes. Se levantó de su asiento para atender la puerta. Ni siquiera miró por la mirilla. Fue ahí cuando se sorprendió cuando la persona que estaba esperando afuera no era Morrison, sino el profesor Dwayne. No había cambiado nada, seguía siendo el mismo hombre esbelto y elegante con gafas.


Su corazón palpitó fuerte al verlo y no fue una sensación buena. Estaba muy cansada de encontrarse con personas de Fennoith, añoraba pasar página de una buen vez y rehacer su vida. Tener al hermano del hombre que mató, la angustiaba.

—Me ha resultado difícil encontrarla, señorita Jenkins —habló.

—¿Qué hace aquí? —preguntó ella, adusta.

Él notó su frialdad. Se le hizo extraño su desaire cuando tenía entendido que ambos mantuvieron una relación decente en aquellas cuatro paredes de dementes.

—He venido a visitarla y a charlar sobre un asunto.

Esperó a que la mujer lo invitase a entrar en el hogar y, dado su actitud, no pareciera querer hacerlo.

—Estoy algo ocupada ahora mismo.

—No pretendo quitarle mucho tiempo.

Dudó bastante en hacerlo entrar en casa. No deseaba tenerlo alli, tan cerca. Tampoco le gustaba que hubiera dado con la dirección de su domicilio, porque ahora sabía dónde vivía. Sin embargo, tenía cierta curiosidad por conocer qué quería conversar con ella, así que lo invitó a pasar.

Tuvo mucho tacto en no caer en sus encantos, porque, para sí misma, reconocía que era muy atractivo y a Dwayne le gustaba seducir. Prefirió tener una actitud desinteresada a recibirlo con una sonrisa espléndida.

—¿Quiere tomar algo? —formuló.

—No, estoy bien así —dijo conforme tomaba asiento en la sala de estar—. Está muy guapa, por cierto.

—Gracias. ¿De qué quería hablar?

Él borró la sonrisa de su cara para centrarse en el asunto primordial.

—Recibí una llamada de Lucas Ashworth —informó—. Estuvo preguntándome si sabía algo de Melissa y fue ahí cuando me enteré que había desaparecido. Le comenté que diera el reporte a la policía, pero pareció inquietarse al hablarle de eso; se mantuvo callado y, a través del teléfono, su respiración se escuchaba fuerte.

—A Lucas nunca le gustó la policía —comentó ella, neutral.

—También no podría gustarle la policía por estar protegiendo a Victoria Massey —opinó—. ¿Sabe algo de eso? ¿Ellos están juntos?

Hasta que el infierno nos destruya © #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora