El aviso de Akatsuki

Firmando papeles

El chico llamó a la puerta, escuchó una voz dentro de la habitación diciendo un seco "Adelante...", así que simplemente la abrió.

-Buenas tardes -saludó educadamente el pelinegro-, vine por la solicitud de trabajo...

-Buenas tardes -dijo un hombre con piercings en la nariz, orejas... En fin, un hombre con la cara llena de piercings y el cabello naranja, y además, tenía el Rinnegan-. Mi nombre es Pain, soy el líder de Akatsuki, siéntate y comencemos esto de una vez.

El pelinegro simplemente obedeció y se sentó en una silla frente a la mesa de Pain.

-Primero quiero saber tu nombre -dijo Pain, inclinándose un poco hacia adelante y apoyándo sus codos y antebrazos en la mesa-.

-Mi nombre es Ryuunosuke Shion, señor -contestó el pelinegro-.

-Bien, Ryuu... ¿Puedo llamarte así, no? -el pelinaranja recibió un asentimiento con la cabeza como respuesta del pelinegro-. Bien, Ryu, ¿tienes algún antecedente criminal?

-Bueno, una vez le robé 1000 yen a mi hermana mayor para comprarme una figura de acción, ¿eso cuenta? -respondió Ryuu con una sonrisa sarcástica-

-¿Puedo saber como lo hiciste? -preguntó Pain, algo interesado

-Bueno, ella iba a salir de fiesta y yo sabía que ella tenía dinero para comprarme mi figura de acción, así que cuando estuvo apunto de salir, simplemente metí mi mano en su cartera y saqué su billetera. Ella ni siquiera se dió cuenta, así que siguió su camino. Cuando volvió a casa, pensó que la había olvidado -añadió una pequeña risa al final, realmente le alegraba recordar eso-.

-Genial. Eeeehh... ¿Tienes alguna habilidad especial?

-Bueno, tengo fuerza y soy rápido, además de que puedo volverme carterista en cualquier momento -contestó el pelinegro con una ligera sonrisa-.

-Bien, bien. Una cosa más, si entras a Akatsuki, se acabó, no podrás dejar la Legión, y misión que se te asigne, tendrás que cumplirla, es decir, si te ordeno que asesines a toda tu familia, deberás asesinar a toda tu familia, ¿lo entiendes? -dijo Pain, con un tono algo más serio y sombrío, como si tratara de convencer a Ryuu de que no se uniera a Akatsuki-.

-Puedo con eso, entonces, ¿puedo unirme? -la verdad, a Ryu no le importaba el tener que asesinar a toda su familia, empujar a una anciana, quitarle un dulce a un bebé ni nada por el estilo, podría decirse que el mundo le daba igual-.

-Claro, firma aquí y aquí- contestó el pelinaranja entregándole a Ryuu unos papeles y un bolígrafo-. Lee el contrato si quieres.

Ryuu se decidió por leer el contrato, no decía nada que pareciera timador, así que firmó donde Pain había indicado y le devolvió el contrato. Luego de eso, Pain le entregó su uniforme.

-Bienvenido a Akatsuki, Ryuu -dijo finalmente Pain, estrechándo la mano del menor-.

-Gracias, líder -contestó Ryuu, correspondiendo el apretón. Definitivamente, su vida iba a dejar de ser monótona-.