4am FUCKED UP
La luz solar resultaba tan potente que Jeongguk necesitó entrecerrar los ojos incluso con la gorra ya puesta, la que Yoongi le había dado hace no más de dos semanas. La visera bloqueaba la mayor parte de los rayos, pero éstos eran reflejados sobre las ventanas y el cromo de los cuerpos de coches y, consecuentemente, siempre había algún haz luminoso intentando penetrar sus ojos y hacer palpitar su resentido cerebro. Jeongguk se recolocó las correas de su mochila con un pesado y cansado suspiro, sintiendo la bolsa frotándose contra su tatuaje al hacerlo. Llevaba ya trabajando tres horas y aun tenía cinco clientes a los que ver. Era mejor que la lista que se había esperado, pero en ningún momento del día de ayer había contado con volver al zulo a las diez de la mañana con un rabioso dolor de cabeza provocado por esnifar tanta cocaína. Es más, para ponerle la guinda al pastel, Yoongi también había planeado una cena especial para ambos esta noche en el Kim Bistro, y simplemente rezaba para que el horrible dolor hubiera desaparecido para aquel entonces. Si no fuera así, el día iba a ser horrible, y no quería arruinar la noche ya que había pasado todo un año desde la última cena entre ambos y eso significaba que necesitaba estar libre de dolores de cabeza y feliz por su amigo.
Jeongguk decidió que probablemente nunca más volvería a tomar cocaína. Anoche le pareció divertido esnifar una o dos rayas y después estallar en una repentina explosión de energía que le hizo sentir invencible y fantástico. Era mejor que el ocasional estado de borrachera que había sentido en el pasado después de varios chupitos de soju, mejor que la marihuana, también, dado que ambas sustancias le habían provocado desorientación y sensación de ligereza; como si estuviera alejándose flotando del lugar. Además, con ellas no podía recordar mucho antes de volver a un mínimo estado de sobriedad. Probar la cocaína, por otro lado, le había convencido de que se había vuelto tan sagaz y certero como la hoja de un cuchillo, de que sus sentidos se habían afinado a la perfección y podía recordar prácticamente todo de lo ocurrido. Puede que fuera algo bueno eso de no tener espacio en blanco de la noche, ya que al menos no tendría que sufrir el mismo fiasco al que tuvo que hacer frente cuando se despertó en la cama con Taehyung; esa horrible sensación de confusión.
Pero con la claridad volvieron numerosas cosas que realmente no necesitaba tanto. Primero, la cocaína le había dado un insoportable dolor de cabeza: una presión que sentía con fuerza en el cerebro, alrededor de la cuenca de sus ojos y barbilla a causa de la tensión, y era tan potente que le hizo sentir un poco nauseabundo. Una parte de él se preguntó si era solo por la cocaína o quizás por una mezcla de cosas, como la sesión de destrucción con el bate de beisbol, lo cual explicaría por qué le dolían los hombros y los codos, o el hecho de que Taehyung le había tirado con fuerza y brusquedad del pelo hacia atrás varios veces a lo largo de la noche, haciendo que le rebotara la cabeza. Jeongguk no solo se sentía avergonzado por su comportamiento, sino también estupefacto por haberle seguido su estúpido juego. Habían reventado cubos de basura y resquebrajado ventanas, actuado como unos niñatos y probablemente asustado a mucha gente con el follón que habían provocado. No estaba bien que hubiera hecho todo eso, teniendo también en cuenta que a él le gustaba evitar causar problemas siempre que pudiera, que en toda ocasión prefería correr regular y tranquilamente en lugar de cualquier variación arriesgada o peligrosa. Les podrían haber arrestado por tal comportamiento y la verdad es que le sorprendía que no lo hubieran hecho.
La tercera y última cosa era Taehyung.
Dios mío, ¿por donde empezaba tan siquiera?
Jimin estaba hecho un desastre esta mañana así que al menos sabía que no era el único de ellos que estaba sumido en una completa agonía. El chico ni siquiera había querido salir de la cama, pero tuvo que hacerlo para irse a correr. Eso sí, negándose a abrir los ojos mientras se preparaba porque decía que le dolía demasiado hacerlo. No era de extrañar que se sintiera tan horrible, y eso que solo se había tomado una raya de cocaína antes de quedarse dormido en sus brazos y volver al mundo de los vivos vomitándose por encima. Era algo más bien gracioso ver lo sensible que era a las drogas cuando se ganaba la vida repartiéndolas. Sin embargo, Taehyung no lo era, ni en lo más mínimo.
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TASTE OF INK
Fanfiction𝘵𝘢𝘴𝘵𝘦 𝘰𝘧 𝘪𝘯𝘬 universo alterno - gangsters, violencia organizada, uso y tráfico de drogas por menores, violencia, gore leve, lenguaje explícito, angst.