xviii

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querida charlotte;

no sabemos a dónde vamos, pero sabemos a dónde pertenecemos

Julio, 2017

La Jolla Beach, California.

3:27 p.m.

Después de haberse graduado, Charlotte se encontraba en unas muy merecidas vacaciones junto al amor de su vida.

El hombre con el corazón de oro. Charlotte sonríe al recordar que solía llamarlo así cuando se dio cuenta de lo que sentía por él.

Se voltea y observa a Harry, están acostados a la orilla del mar, Harry tiene sus lentes puestos y los brazos detrás de su cabeza, su cabello está hecho un desastre y Charlotte sonríe cómplice por que ella es la causa de que su cabello se vea tan... encantadoramente desastroso.

Harry sonríe de lado y se sonroja. Un efecto que sólo Charlotte tiene en él.

— ¿A caso tengo algo en la cara? —pregunta.

Charlotte ríe.

— No puedo creer que al fin me haya graduado —dice colocando su cabeza en el pecho de Harry.

Harry suspira y le da un beso en la frente — Sabía que lo lograrías, amor... y de verdad estoy más que feliz por que lo hayas hecho, pero...

Oh no, aquí venía ese tema que a ninguno de los dos le agradaba tanto.

—... te voy a extrañar demasiado cuando te vayas a San Francisco a estudiar —dice haciendo un puchero.

Y Charlotte se pregunta si Harry en realidad tiene 29 años.

— Son solo cinco horas de camino... nos veremos las veces que sean necesarias —dice Charlotte tratando de animarlo, o animarse a ella misma.

— Son seis, de hecho —interrumpe Harry.

Charlotte lo golpea en el brazo y quiere llorar. Aún falta un mes para que se vaya y ya puede sentir la ausencia de los malos chistes, los rizos marrones y ojos verdes en sus tardes y noches.

Harry ríe y deja de hacerlo cuando se da cuenta que Charlotte quiere llorar. Sabe que quiere hacerlo por que conoce a Charlotte desde que tiene doce años de edad, recuerda la primera vez que la vio llorar.

Y recuerda que fue por culpa de él, y el motivo fue estupido, en serio que si, pero eso no evitó que Harry se sintiera la peor persona del mundo.

La había hecho llorar por decirle el final de una de sus películas favoritas; ese día aprendió que Charlotte odiaba los spoilers.

Y hoy aprendió que a Charlotte le aterraba la idea de estar lejos de él.

— Podemos hacerlo, Charlotte, hemos pasado por muchas cosas, vamos a poder con esto — dice Harry tratando de hacerla sentir menos triste.

Hacía mucho tiempo que Charlotte ya no se ponía triste y a Harry le encantaba ser la razón.

— ¿Recuerdas que pudimos con Emma?.

Charlotte sonríe y se limpia las lágrimas que no sabía que ya estaban cayendo de sus ojos.

— ¿Recuerdas que pudimos con tu... adicción? —dice Harry tímidamente.

Charlotte deja de sonreír un poco al recordar esa época. Recuerda que no había día que no oliera a depresión y abandono.

— ¿Recuerdas que pudimos...

— Basta, amor —ríe Charlotte— me queda claro lo que tratas de decir.

querida charlotte; hs [descontinuada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora