El hilo nos une

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Tal vez gente se desmaye en este capítulo y no, no hablo de ustedes queridos lectores.

Se parecía tanto a James, pero tenía ese cabello negro azabache, esa carita delicada como los Black. Y aún tenía esos ojos grises tormentosos, casi aseguraba que podía parecer un Malfoy. Pero era totalmente encantador, acababa de nacer, lo sabía por las pequeñas manchitas de sangre que aún conservaba en las manitas, esa manera de pestañar de un bebito inocente.
Así podría recordar para siempre a Harry, claro si no fuera que en verdad era un pequeño monstruo con más energía que él en un buen día y sin tantos mocosos idiotas a su alrededor.

Estaba cansado, un largo regreso a casa luego de enseñar pociones a niños sin cerebro. Unos pequeños pasos le advirtieron de su llegada, pero no hizo nada para evitarlo.
Cuando el cuerpo se estrella con el suyo siente que las manos le tiemblan y el mundo se le viene abajo con solo esa sonrisa dulce e infantil. Tom llegó por el pasillo sosteniendo una risa audible y una postura realmente relajada. No estaba consciente de como terminaron siendo ellos los que cuidarán al pequeño hijo de los Black-Potter.

—¿Qué tal enano?—revolvió el cabello negro como la oscuridad con calma.

—¡Severus!—Harry se colgó de su pierna izquierda restregando su rostro contra la tela del pantalón—¡Tommy no quiere casarse conmigo!—acuso señalando con su pequeño dedito hasta él hombre (aún se veía tan joven como un adolescente) parado en el lumbral de la puerta.

—Harry—cargo al pequeño diablillo con cuidado—, Tom tiene una persona importante a la cual ama—Severus quedó desconcertado cuando las lágrimas comenzaron a caer de esos ojos grises azulados que Black le había heredado al niño.

—¡Él lo prometió!—sollozo restregando sus ojitos con sus manos—¡Él me regalaba cosas, él dijo que iba ha amarme sobre todos!, ¡Le enseñé a combatir, le mostré hechizos increíble como el Sectusempra que creaste, Sev!—Harry dejo salir pequeños hipidos, un tanto dolorosos.

—¿De qué hablas Harry?—Tom estaba curioso, nunca había hablado del chiquillo sobre casarse. Y mucho menos de que conocía aquel hechizo muchísimo antes de que Snape lo usará en su presencia.

—Eras un niño—logro hablar luego de que Severus le calmara un poco—, querías salir conmigo, era demasiado grande para ti. Yo te pude aceptar Tommy pero no había mucho tiempo.

—Harry no sé de qué hablas—retrocedió al ver la cara de Severus, no podía ser verdad, no de esa forma.

«Tarde o temprano nos volveremos a ver y me reconocerán porque seré la marca de tu propio destino».

Sintió que su mundo se movió cuando aquellas palabras le llegaron a la mente, las últimas palabras de su testamento, su mundo se vino abajo junto con las posibilidades de seguir respirando.

—¿Tommy?

—Tom—la voz preocupada del otro hombre le hizo sentir aún más frío—¿Estás bien?, Tom—le llamo.

Se desmayó, se golpeó la cabeza contra la baldosa de la casa, no entendía nada. Severus solo logro observar con una cara predecible el cuerpo casi muerto de su Lord Oscuro, Harry pego un chillido asustado y salió de entre los brazos del hombre para correr hasta Tom Riddle, que estaba un poco (muy) desmayado en la sala de su casa.

—¡Tommy!—se agachó a su lado moviendo un poco al hombre—¡Lo siento Tommy, no volveré a hablar del pasado, pero por favor despierta!—y lloriqueo sin ser consciente de que Riddle no podía escucharle.

Severus tembló, de pies a cabeza con una angustia oculta en lo más profundo de su ser. Cuando se movió dispuesto a llevar al hombre alguno de los sillones la voz del adorable Harry Black le hizo sentir que ahora era su mundo el que se estaba moviendo demasiado rápido para él, una persona sencilla que no necesitaba esos momentos tan problematicos en su vida.

—¡Has algo!—amenazo mirando al hombre—, Se que él te mato en la guerra, ¡Pero debes hacer algo, es Tommy!

Harry James Black Potter de siete años se encontraba en medio de dos hombres que habían perdido la consciencia de la forma menos agradable de todas. Sus cuidadores, vaya cuidadores. Recordaba todo a la perfección y tal vez hablar de ello no era lo mejor cuando había modificado el pasado. Así que sin saber exactamente su su núcleo mágico estaba lo suficientemente desarrollado busco la manera de llamar a los Malfoy, tal vez Serpens podía ayudar a revivir a los dos hombres.

Un par de horas después, Draco Malfoy entraba jalando del brazo al que era su abuelo, aunque se veía muy joven. La chimenea fue una táctica estupenda, legalmente no tenía la edad suficiente para usarla sin sufrir desmembramiento o algo parecido.

—¿Qué paso aquí?—Serpens observó el panorama con una risa divertida—¿Vieron a Nagini tragarse una persona completa?

—No—nego Harry sentando en medio de los dos cuerpos—, aunque estuvo tentada a hacerlo mientras Tommy me cuidaba.

Él apodo que le dió a Riddle le hizo sentir un vacío en el pecho, solo una persona llamaba de esa forma al hombre desmayado. Se sintió mal de solo recordarlo.

—¿Entonces qué les sucedió?

—No sé—alzo los hombros inocente.

—Eres un mentiroso—señalo Draco mientras se acercaba ha él—de seguro le reclamaste porque no quería casarse contigo—bromeo el menor con una risa divertida—¿Y le dijiste qué era él Harry del que había estado enamorado en su niñez?

Otro cuerpo contra el suelo de la casa, maldición, todo era culpa del rubio de bote que era ya más que un primo lejano en su vida.

—¿Es qué no puedes callarte?—lo tomo de la mano para ir a la cocina por algo de comer.

—Nah, tarde o temprano se darían cuenta—bromeo caminando a su lado—dejalos en el suelo, le diremos a Daphne que los lleve a la cama en un par de horas.

—¿Le harías eso eso a tu propio hijo?—le cuestionó con voz feliz.

—Aun no sabe que lo es, sobrevivirá un poco sin una cama suave con sábanas de seda de las más caras del mundo—afirmo.

Cuando uno piensa que hará un buen capítulo y sale... Esto, jajaja okey, me gustó más el capítulo de Sirius Sentimental. Mi Beta quiere yaoir Hard del bueno, ¿Ustedes qué dicen?

Colateral (En Revisión). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora