"Me encargaré de destruirte, a ti y a tu hermosa sonrisa, tal como destruiste la mía... Jeon Jungkook".
• Historia 100% Original.
• Prohibida su Copia.
• Pareja Principal KookV.
• Capítulos cortos.
• Contenido Homosexual.
• Inicio 24-05-2018
• Crédi...
Taehyung entró directamente al baño para observarse en el espejo desde todos los ángulos posibles, de esa forma podía cerciorarse de que todo se viera perfecto.
Había ajustado su pantalón de deporte de manera que acentuara mejor, su ahora esbelta figura. Su trasero era digno de envidia, tenía el contorno adecuado, ni mucho ni poco, todo en su justa medida. Sus piernas delgadas y largas hacían que cualquiera que lo mirase, cayera a sus pies.
La camiseta de color blanco resaltaba aún más sus hermosas facciones y su piel canela combinaba perfecto con los tonos del uniforme deportivo, blanco y azul marino.
Humedeció sus manos y luego las llevó a su cabello para peinarlo de tal forma, que dejara al descubierto su frente. Sonrió cuando supo que al fin había logrado la imagen que deseaba.
Caminó hasta la cancha, buscando muy disimuladamente al azabache. Al localizarlo, reparó en aquellos detalles que no había podido constatar antes. Su cuerpo había cambiado también, las piernas y los brazos habían aumentado un poco su volumen, sinónimo de un cuerpo ejercitado. Se preguntó mentalmente si debajo de la camiseta estaría igual de tonificado, emblanqueciendo sus ojos segundos después, cuando no le agradó pensar en ello.
Él profesor había estado al pendiente de quienes jugaban en la cancha, por lo que era el escenario perfecto para comenzar su teatro. Sabía que sólo tenía que buscar el momento ideal, y cuando lo tuvo, no dudó en llevarlo a la práctica.
Corrió rápidamente y saltó el trampolín dando una voltereta impecable, pero antes de aterrizar en las colchonetas, hizo un movimiento rápido para caer fuera, fingiendo doblar su pie. Se quejó ni tan despacio ni tan dramático, pero lo suficiente para captar la atención de sus compañeros más cercanos.
Su profesor lo socorrió intentando revisar su tobillo y de inmediato tocó el silbato para dar aviso al resto de alumnos que aún seguían jugando fútbol en la cancha. Taehyung aparentó dolencia cuando notó que Jeon se aproximaba.
Hizo el amague de levantarse pero de inmediato se dejó caer, disfrazando su sonrisa de satisfacción por una al borde del llanto. Jungkook dio pasos rápidos al notar que quien se había accidentado, era su bonito TaeTae.
Al llegar, intentó ayudar a su profesor a levantar a Taehyung pero él castaño no ayudaba, por lo que, en un movimiento rápido, lo tomó mientras se ofrecía a cambio de su profesor para llevarlo directo a la enfermería. Tenía la fuerza suficiente para cargar con ese cuerpo, él mayor era muy liviano, más de lo que le hubiese gustado.
Se preguntó si eso era bueno, podía sentir la fragilidad entre sus brazos. Inspiró pesado al pasar su mano cerca de las costillas y sentirlas.
Se quedó paralizado.
No era sano sentir huesos, eso sólo era un signo claro de una mala alimentación. Recordó que todos los días que, había pasado observándolo, jamás lo había visto comer demasiado. Y si sólo fuese un poco valiente, se hubiese atrevido a preguntar el por qué, pero no lo hizo.
Ya en la enfermería, él mayor entró en una rápida revisión, constatándose que se trataba de una simple torcedura, sin embargo, Taehyung insistía en que le dolía lo suficiente como para no poder caminar correctamente, por lo tanto, Jungkook terminó ofreciéndose como voluntario para llevarlo a su hogar.
Lo ayudó a caminar hasta su auto, aquel último regalo que le había dado su abuelo antes de fallecer. Luego lo acomodó en el asiento de copiloto y cruzó su cinturón para darle mayor seguridad. Cerró la puerta y avanzó hasta entrar al vehículo por el lado contrario, poniéndose en marcha de inmediato para no incomodar más las cosas. Su sorpresa siendo aún más evidente tras constatar lo cerca que vivían.
Y una vez que llegaron, lo tomó entre sus brazos otra vez, riéndose en demasía tras escuchar las quejas del mayor. Asiendo caso omiso a los refunfuños, solicitó la copia de la llave en la recepción, tal como le había dicho Taehyung, tras dejar sus cosas olvidadas en la Universidad. De inmediato subieron por el ascensor del edificio, y una vez frente al departamento, abrió como pudo la puerta de acceso para luego acomodar al castaño en el sofá de la sala.
Miró todo a su alrededor, ¿Acaso no era su interior demasiado frío?, blanco y gris, lo desconoció. Taehyung solía ser de colores y ahora todo era demasiado lúgubre. Imploró para que aquello no fuese su culpa.
—¿Ya te vas? —preguntó él castaño. —, pregunto porque ahora que estas aquí, podríamos comer algo... —señaló con neutralidad en su tono de voz.
Jungkook asintió ante la invitación, luego tomó su teléfono y llamó para pedir algo de comida muy poco saludable. Taehyung intentó disimular su desagrado, su mente divagando en cómo lograría evitar llegar al inodoro tras sentirse culpable. Llevaba una semana sin maltratarse y quería seguir así.
Y cuando al fin tuvo la comida frente a sus ojos, picoteó las patatas fritas lo más lento posible hasta acabarlas, sintiendo como la intensa mirada acusatoria del azabache, lo obligaba a tragar cada bocado de la grasosa hamburguesa.
Quiso correr al baño de inmediato pero no lo hizo, Jeon lo seguía observando con el ceño fruncido y le daba temor. Aquella sensación clamaba extrema preocupación, por lo que no pudo evitar sentirse algo abrumado, así que, intentó pensar en alguna otra cosa para poder disipar la ansiedad que sentía, al querer devolver todo lo que había ingerido.
Tragó saliva y se tranquilizó cuando al terminar de comer, Jungkook sonrió. Era raro, todo eso era tan jodidamente raro que no era capaz de entender nada, casi no hablaban y aún así, sentía tanta calma al estar con él.
Tampoco comprendía por qué tras verlo sonreír, todo se normalizaba de alguna forma.
Jungkook le hacía sentir que al fin, hacía algo correcto en su vida.
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