06 - Sin odio de por medio.

10.4K 1.3K 193
                                    

Decir que no estaba visiblemente nervioso y pasmado, sería mentir. No fue capaz de responderle a viva voz, sólo se limitó a hacer un movimiento leve con su cabeza como señal de afirmación.

Quería disculparse, todo estos años había querido volver a tenerlo frente a él, pedirle perdón y si la vida era capaz de sonreírle una vez más, quería volver a tenerlo entre sus brazos.

Taehyung había cambiado tanto que si no fuese por aquellos lunares característicos en su rostro, le habría costado trabajo reconocerlo en primera instancia. Volvió la vista al pizarrón, no sabía cómo lidiar con la cantidad de emociones que lo estaban envolviendo. La clase pasó tan rápido antes sus ojos, que se lamentó no ser capaz de dedicarle unas palabras a quien tenía a su lado.

Carraspeó su garganta para coger el valor suficiente para dirigirse al mayor, pero fue interrumpido en su intento de abrir la boca, cuando un grupo se acercó hasta su mesa. Aquellos chicos y chicas, saludaban emocionados a Taehyung, le dedicaban palabras de halagos e intentaban tocarlo a toda costa.

Jungkook incluso logró visualizar una mueca de fastidio seguida por una sonrisa falsa.

Se preguntó si podría ser capaz de hablar después, cuando todos se fueran, pero al final del día supo que no podría. El rumor de que él "Gordo Kim" había vuelto a la Universidad, no dio espacio para nada. Todos hablaban de lo guapo y agradable que era él castaño, por lo que no era de extrañar un creciente club de fans. Los chicos populares atraídos ante el nuevo Kim, murmurando quien sería él triunfante de ganarse aquel hermoso premio.

Jungkook se fastidió cuando Hoseok se acercó a Taehyung. Su rostro dejaba al descubierto el hambre de deseo frente al chico, notó la coquetería del castaño al responder, sintiendo por primera vez los celos dominarlo sin razón aparente. Se abofeteó mentalmente, sabía que no tenía derecho alguno a reclamarlo cuando él mismo se encargó de alejarlo.

Caminó hasta llegar a la banca en la cual solía descansar cuando se sentía muy abrumado. Era su amado rincón lejos de la multitud,  decidió tomar asiento para luego levantar su mirada hacia el cielo, estirando su mano en un intento vago por tocar aquello que, sabía a la perfección no lograría. Cerró sus ojos y sintió el aire golpear su rostro, se sentía mucho más tranquilo, calmado, ese siempre sería su lugar especial.

—Jeon. —sintió una voz llamarlo pero no reaccionó.

—!Jeooon! —volvió a escuchar mientras un fuerte olor a frutos rojos, invadió sus fosas nasales y lo trajo de vuelta a su sitio. Sus ojos abriéndose sorpresivamente al ver a Taehyung a pocos centímetros de su rostro, de pie y sonriendo pero alejándose rápidamente para hablarle. —¿Puedo? —preguntó con fingida timidez, su ex novio limitándose sólo a asentir para darle un lugar en la banca.

Cuando tomó asiento junto a Jungkook, se enderezó. Las palabras nuevamente congeladas sin ánimo de salir a flote. Tanto tiempo añorando oportunidades y ahora que tenía una, simplemente la estaba desperdiciando.

Taehyung apoyó su mano sobre la rodilla del azabache y repartió masajes circulares en la zona, sonrío cuando sintió al menor tensarse. —Sin rencor. —mencionó sin cuidado. —Todo lo que sucedió antes, está olvidado. Sólo eso, quería aclarártelo de una buena vez. —sonrió seco.

Jungkook no despegó la vista del mayor, atreviéndose a pronunciar aquellas dos palabras que tanto había añorado decir estos años. —Lo siento. —salió de su boca, recibiendo una sonrisa ladina por parte del contrario.

Él castaño disimuló su sorpresa. —Ya lo superé. —se atrevió a pronunciar. —Quería que supieras que no te odio, éramos más pequeños, supongo que fue una tontería. —relató en un tono neutro, conteniendo su rabia y obligándose a fingir tal como había visto a su madre actuar por años. Ya no tenía ni un pelo de tonto, había dejado atrás al Kim del que todos se burlaban, ahora podía decir que era él, quien se reiría al final de todo esto.

Jungkook quiso acariciar la mano de Taehyung sobre su rodilla pero cuando tuvo el impulso de hacerlo, él castaño ya la había retirado del lugar. Soltó un bufido cuando él mayor se levantó de la banca y avanzó un par de pasos para darse media vuelta y dirigirse a él una última vez.

—Llevémonos bien, Jeon. Sin odio de por medio, tengo ganas de comenzar desde cero, debía partir por ti para poder hacerlo. —guiñó un ojo y se dio media vuelta para alejarse esta vez, sin dar pie atrás y dejando florecer los nervios en él menor que, tanto daño le había causado. —Eres un idiota Jeon, como si pudiera olvidar todo lo que me hiciste. —murmuró por lo bajo cuando ya se encontraba lejos del azabache.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Revenge | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora