"Me encargaré de destruirte, a ti y a tu hermosa sonrisa, tal como destruiste la mía... Jeon Jungkook".
• Historia 100% Original.
• Prohibida su Copia.
• Pareja Principal KookV.
• Capítulos cortos.
• Contenido Homosexual.
• Inicio 24-05-2018
• Crédi...
Repugnante, simplemente así se sentía, tan asqueroso y tan idiota por no saber qué hacer ahora que podía darle nombre a sus sentimientos, tras los seis meses concluidos.
Le gustaba demasiado, a Jungkook le gustaba Taehyung y eso simplemente no encajaba. Sabía que no debía jugar con fuego pero terminó haciéndolo igual y por eso ahora estaba a punto de encender su fogata interna.
Se vistió como si estuviese de luto, se miró en el espejo y le dieron ganas de vomitar cuando vió su reflejo. Sentía repudio pero no por Taehyung si no por él, habían pasado tan rápido los meses y hoy se cumplía finalmente la fecha de la apuesta.
Su ceño se frunció cuando no le gustó la persona que tenía en frente, ¿en qué momento se había convertido en un estúpido sin corazón?, suspiró con fuerza cuando no supo dar respuesta.
Peinó sus cabellos hacia atrás, dejando al descubierto su frente, era su mejor look, lo sabía, era simplemente tan atractivo por fuera y tan horrible por dentro que tuvo que lavarse su rostro nuevamente, para disipar el cargo de conciencia que lo estaba invadiendo.
Pensó en Taehyung, en lo mucho que le gustaba acariciar sus redondas mejillas tan bonitas a su parecer. Suspiró al recordar que no debía lamentarse más, porque las cartas ya estaban echadas. Así había sido desde el día en que se le ocurrió lanzar el dado. Ahora estaba totalmente arrepentido, había conocido a Taehyung, al chico del que todos rehuían en los pasillos y se había enamorado.
Se reincorporó cuando sintió los toques en su puerta, golpeó sus mejillas con ambas manos y se mentalizó en lo que habían planeado sus amigos para esa noche. Era la fiesta de fin de año, al fin dejaban de ser novatos y daban un paso más hacia su futuro. Tomó su chaqueta de cuerina y abrió la puerta para salir con ambos chicos rumbo a la casa de la anfitriona de ese año, la mismísima Eunha, la novata más sexy de la Facultad de Idiomas.
Cuando llegaron al lugar, los nervios se apoderaron de él, sabía lo que vendría y lo que debía hacer. TaeTae como lo había apodado, no tardaría en llegar y debía estar preparado para aquello.
Al momento que pudo divisar al rubio novio que tenía, su corazón se detuvo y dudó, realmente dudó de lo que haría pero volvió a su frialdad cuando su amigo se acercó agarrándolo del brazo. —Ya está todo listo. —disparó Mingyu en un susurro, limitándose Jungkook sólo a asentir, cuando sus palabras no lograron salir de su boca.
Bailó durante varias horas con aquel a quien solía llamar novio, y cuando las luces se apagaron, supo que ese era el momento, el final de todo.
Una luz tenue iluminó la pista, a aquellos dos chicos que se encontraban aún tomados de las manos.
—Tt-taehyung... —tartamudeó él azabache.
—Uhmm. —balbuceó él mayor.
Carraspeó su garganta, no sabía como continuar. Visualizó a sus amigos entre los espectadores, quienes le sonreían maliciosos y expectantes, haciéndole señas de aprobación desde la lejanía. Su tacto tembló, su mandíbula se apretó, cerró los ojos y suspiró.
Tomó el micrófono que le entregaba Eunha y pronunció. —Me das asco. —inspiró para darse valor. —No sabes lo terrible que ha sido ser tu novio por seis meses. No tienes idea del martirio que fue cumplir con ésta estúpida apuesta. Sabes... —apretó la mano de Taehyung antes que éste lo soltara abruptamente, mientras sus lagrimas caían sin poder entonar nada. —Mírate, ¿acaso de verdad pensaste qué alguien como yo podría fijarse en ti? —fingió una carcajada. —Eres repugnante, nadie en su sano juicio gustaría de ti. —su voz apagándose cada vez más.
—Es-estás tan gordo y horrible. <<"eres tan hermoso y perfecto">>
—Te odio tanto, que quiero vomitar. <<"te amo, te amo tanto que quiero gritar">>
Finalizó su discurso él azabache, todos en silencio observando para luego abrir paso a las burlas. Taehyung aún se mantenía en su lugar, sin ninguna expresión en su rostro, sólo sus lágrimas lograban expresar su dolor.
—Lo siento... —musitó débilmente él azabache, al hacer contacto con la mirada del que hasta hace unos minutos era su novio. Taehyung cerró sus ojos y limpió como pudo su rostro, volvió a abrirlos y una última lagrima cayó junto con sus sueños y el vestigio de su primer amor.
Se dio media vuelta y corrió lo más rápido que le permitieron sus pies, dejando atrás, la primera y última vez que le romperían el corazón. Sin notar que él otro chico estaba peor que él, al tontamente dejar escapar a quien se había convertido en lo mejor de su vacía vida.
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