CAPÍTULO 1: NUEVA CASA.

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– Cuídate mucho, no hables con ningún extraño – mi padrastro besa repetidamente  mi frente – recuerda que un chófer esperara por ti, no te vayas a ir con alguien más...

– Me lavo los dientes, no me duermo tan tarde, no salgo de noche, nada de chicos, enfocarme en mí y lo más importante no dejar de comer a mis horas

– Y por favor trata de llevarte bien con...

– Si, si, tratare pero no te prometo nada

Le regale una sonrisa y un último abrazo, no quería separarme de él, amaba a Patrick el esposo de mi difunta madre; después de despedirme de él abordo el avión antes de que me dejara, los próximos meses serán difíciles y pesados; seis horas más tarde recojo mis maletas con la ayuda del chófer que Patrick había mencionado, sin embargo no logramos salir al estacionamiento porque un hombre trajeado nos lo impide

– ¿Gabrielle? – El tipo alto de buen cuerpo se acercó a mí, su elegante traje estaba impecable, ni una sola arruga de le veía – es usted la señorita Hera Gabrielle Becker Capuano

– Depende – lo miro de arriba abajo – ¿Quién lo pregunta?

– Soy Marcus Rake, el señor Jones me ha mandado para llevarla a su casa señorita 

– Tengo mi propio chofer, gracias 

– Señorita Jones tengo instrucciones precisas... 

– Becker – le aclaro – mi apellido es Becker 

– Mil disculpas –  Rake inclina un poco la cabeza – señorita Becker necesito que me acompañe a casa es una orden que me han dado, por favor 

– Señorita – el chofer que mi padre mando se acerca hasta mí – el auto espera por nosotros 

– Iré con él – señalo a Rake – síguenos de cerca, por favor  

El chófer de mi padre se apresura a meter mis maletas a la cajuela el auto e inmediatamente sube a este, sigo a Rake hasta una camioneta de lujo, sin esperarlo abro la puerta; me coloco mis audífonos con el volumen alto mientras veo como abandonamos el aeropuerto, como era mi costumbre subo los pies al asiento, tomo mi libro y comencé a leer, me pierdo en mi lectura que no fue hasta que el tipo mal encarado abrió la puerta para dejarme salir, que me di cuenta que habíamos llegado

Cuando bajo me topo con una casa enorme, tanto como la de los abuelos, aunque esta es fea a comparación con la de mis viejitos; dejando salir un largo suspiro miro el lugar en el que viviré por esté largo año, supongo que los doce malditos y endemoniados meses más largos de mi vida

– Por aquí señorita, el señor la espera en el estudio

Rake me guía por el pasillo de la entrada y después por una sala todo adornado de una manera simple y nada esplendida, colores blancos, negros y grisáceos en paredes muebles y cortinas, al parecer el idiota es muy aburrido; detengo mi caminar viendo todo, en la sala hay  un ventanal que dejaba ver un enorme y hermoso jardín, detrás de un rosal  alcanzo a ver una pequeña casa, aquel chofer me llama para que lo siga, caminamos por más pasillos hasta llegar a una gran puerta de madera, a través de esta se escuchó un adelante, espero fuera de la habitación no quería verlo aún, el grandulón volvió a salir

– Señorita – me hizo una seña para que entrara, así lo hice – me retiro señor

– Así que tú eres la tan famosa Gabrielle

– No doy autógrafos – me deje caer en uno de sus horribles sofás – aunque rueguen 

– Como sabrás nuestro padre...

Amar a alguien más. [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora