-¿Qué es esto? –le pregunté, apuntando con el dedo, el plato que había puesto sobre la mesa.
-La ensalada césar que me pediste –me contesto él, con semblante confuso.
-Tiene mucho queso... ¡quítaselo! –le grité, apartando el plato hacia un lado.
-Me hubieras dicho que querías poco queso, si se lo quito ahora, se arruinará –trató de ser razonable, pero yo no escuche sus razones, aunque las tuviera ¡me gustaba joder! ¿Para qué iba negarlo?
-¡No me discutas y quítaselo ya! ¡No lo puedo comer así! –le grité nuevamente.
-Como usted quiera señor Kwon...
El idiota de mi chef retiró el plato de la mesa para tirar todo el contenido a la basura.
-¡Pero...Que haces! – le grité sin poder contenerme. Ahora sí molesto. Muy bien había prometido no gritarle, pero era inevitable si tenía esos arrebatos temperamentales. Él me miro con una sonrisa burlesca y salió del comedor para adentrarse en la cocina.
-Te advertí que si me tratabas como tu sirviente, y sin ningún tipo de respeto te mandaría a la mierda...pues eso es lo que acabo de hacer...no entiendo por qué te sorprendes...-me respondió de lo más tranquilo. Cogiendo sus cosas para irse.
-Pe...pe...pero... ¡Yo no te he tratado mal! –le grite histérico. De verdad que me encantaba verlo rabiar, pero su indiferencia me desquiciaba ¡idiota!
-No seas prepotente conmigo... ¿tanto te cuesta tratar bien a las personas?, olvídalo...no me quedaré aquí a averiguarlo...-estaba saliendo de la cocina. Y yo como un idiota Salí corriendo detrás de él ¡¿por qué hacía eso?! ¡Qué me pasaba!
-¡Pero no llevas ni una semana! ¡No eres un buen profesional! –lo perseguía, mientras el idiota de mi chef, como era su costumbre. Me ignoraba. Y eso me molestaba ¡odio que me ignoren! Y tal parece que él lo sabía. Porque era lo primero que hacía para cabrearme ¡hijo de puta!
-Señor Kwon, renuncio ¿así está más claro?...ahora déjeme salir, aléjese de la puerta ¿Qué le pasa?...- mierda, mierda, mierda. Me había puesto en medio de la puerta con los brazos estirados impidiendo su huida ¡qué vergüenza! Rápidamente me incorporé. Carraspeando avergonzado.
-Es...está bien, no te voy a volver a gritar, ni a tratar así...pero entiende que así soy yo, tiene que tenerme paciencia. No seas idiota Seung Hyun, necesitas el trabajo ¡no seas orgulloso! – ¡wow! No sé cómo salieron esas palabras de mi boca y me arrepentí al instante. Aunque después de ver como el idiota de mi chef me dio una mirada profunda con esos tremendos ojos que hacían temblar mis piernas ¡ay Dios! ¡Qué mirada tan fuerte! eran como dos cuchillos afilados. Eran como los de un águila a punto de coger una presa. Había en ellos algo que me provocaba temor, pero a la vez...seducción.
-No...-se quedó mirándome frunciendo el ceño aún más
-¿No? ¿No qué? –le pregunté nervioso. ¿Qué me dirá? "¿No voy a trabajar contigo?", "¿No quiero volver a verte?", "¿No te soporto?" ¡No! ¡No quiero que se vaya! ¡Quiero verlo! ¡Necesito verlo!
-No...me tutees, ya te lo he dicho...-ufff el alma me volvió al cuerpo. Mierda, de verdad que me gusta. Mi pulso está a mil por hora ¿Qué es esto? ¡Cada vez me vuelvo más marica! ¡Maldición!
-Está bien, no te voy a tutear señor Choi, ahora sí...–tome aire rodando los ojos ¡no puede creer lo que voy a hacer en este instante! ¡Y todo para que este idiota no se vaya! Definitivamente este hombre es un misterio en mi vida.-...Por...por favor ¿puedes quitarle el queso a mi ensalada? No es de mi agrado...y...por favor...quédate – él me miró sorprendido, pero después, me sonrió satisfecho por el "por favor" que casi nunca usaba con nadie. Mi cara era de póker, pero muy en el fondo, me gustaba cuando él sonreía.

ESTÁS LEYENDO
SÓLO ÉL (GTOP)
FanfictionPara GD la vida era fácil. Ser adorado por todos era la vida que siempre soñó. Hasta que un pequeño accidente hizo que conozca a Seung Hyun, un joven chef que le dará al joven ególatra una lección.