Capítulo 23

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Hayley y Louis estaban en la cocina, preparando la cena, esperando a que Harry llegara de trabajar. 

-Papi, quiero galleta.-Dijo Hayley, con un poco de dificultad en su vocabulario por ser tan solo una niña de dos años. 

Louis se acercó a la encimera, donde Hayley estaba sentada, "ayudadandolo". -Creo que alguien se ha olvidado de las palabras mágica, Hayley, ¿no crees?- Remarcó, cogiendo una cuchara para remover lo que tenía al fuego. 

Hayley entendió enseguida. -Por favor.- Sonando más como un "po favó"

Louis sonrió, hechándole sal a la olla que tenía en la cocina pero negó. -No creo que pueda dártela, Hayley. Luego no comerás.- 

Hayley hizo un puchero, sin moverse mucho de la encimera, de lo contrario, corría el riesgo de caerse. -Luego sí comeré, papi.- 

Louis rodó los ojos divertido a su hija y se dirigió a uno de los gabetines para sacar un bote de galletas y, de éste, sacó una, dándosela después a su hija. -¿Qué tienes que decir, Hayley?- 

Hayley sonrió y se acercó a la cara de su padre para dejar un beso en su mejilla. -Gracias, papi.- Su "gracias", sonando más como "acias" Louis sonrió y le devolvió el beso a su hija, solo que el de él fue mucho más grande y húmedo. 

La puerta principal se escuchó ser abierta, haciendoles saber a Louis y a Hayley que Harry ya estaba en casa. Louis abrió los ojos divertido hacia su hija. -¡Es papá, Hayley!- Se acercó a la niña y la bajó de la encimera, sonriendo cuando la vio correr hacia la puerta en busca de su padre. 

-¡Hola, cosita hermosa!- Dijo Harry, alzándola en brazos, cuando llegó a la cocina, viendo a Hayley ir hacia él. -Te extrañé demasiado ¿sabes?- Besó toda la carita de su hija, sonriendo a Louis como un mini saludo, quien le devolvió la sonrisa. -¿Tú me extrañaste?- Preguntó a su hija. Hayley asintió sonriente, abrazándo el cuello de Harry. Harry sonrió -¿Qué tal tu día, preciosa?- 

Hayley se separó del cuello de su padre. -¡Bien! Papi y yo vimos peli.- Dijo emocionada, jugando con el colgante de Harry, mientras Harry la sostenía de su culito. 

Harry abrió los ojos con una sonrisa, figiendo sorpresa. -¿Y qué pelli vistéis?- 

Hayley se encogió de hombros. -No lo sé. Eran muñequitos.- Dijo sonriendo cuando se acordó de la película. 

Harry rió por lo adorable que era su hija. Se quedó un tiempo hablando con su hija sobre su día, para luego pasar a su esposo. Dejó a Hayley en la silla y se acercó a Louis, se paró a su lado, reposando su mano un poco más abajo de su cintura, casí tocando su culo, y le dio un beso en la mejilla. -¿Y tu día qué tal estuvo, bebé?- Bajó su mano, hasta tocar la nalga de Louis, sin apretarla, solo reposó su mano ahí. 

Louis sonrió y dejó la cocina un momento para abrazar a Harry del torso. -Bien, amor.- Se colocó de puntitas y dejó un beso en los labios de su esposo. -¿Qué tal el tuyo?- Preguntó de vuelta, centrándose otra vez en la comida. 

Harry se encogió de hombros. -Nada especial, supongo.- Louis sonrió, removió lo que tenía en la cocina para volver a abrazar a Harry, esta vez, besando sus labios. -Voy a quitarme esta ropa, ahora vuelvo.- Dijo después del beso, abrazando a Louis por detrás, cuando éste se centró en la comida de nuevo. 

Louis acabó de preparar la cena y el biberón de Hayley, para cuando Harry volvió a la cocina con una ropa más cómoda, así que los tres se sentaron en la mesa, cada uno a cenar, mientras hablaban y reían de cualquier cosa.

-Hayley, 30 minutos para ver la tele los tres juntos y luego tienes que ducharte e ir a la cama, ¿de acuerdo?- Louis habló a su hija, mientras recogía los platos para ponerlos en el fregadero.

Eres perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora