Estos pensamientos formaron una parte de mi vida en la que me sentía como todo adolescente se debe sentir en algún momento: solo e incomprendido. No dura eternamente, según vas viviendo experiencias (por pequeñas que sean) comprendes otros puntos de vista y dejas de pensar de esta manera.
Nuestros pensamientos siempre se quedarán en nosotros y que superemos esta etapa de incomprensión no significa que de vez en cuando no nos entre la tristeza y nos hunda.
Cuando la tristeza quiera invadirnos podemos dejar unos minutos que tome el control para desahogarnos, pero debemos ser fuertes y continuar adelante porque aunque no nos demos cuenta no estamos solos.
Los hermanos, las madres y padres, las abuelas, los amigos e incluso ese chico o chica especial nos puede escuchar en nuestros malos momentos en los que solo queremos meternos en la cama y llorar. Ellos nos ayudarán a seguir adelante, pero también una parte importante para conseguir esto es tener fuerza interior para hacerlo.
De todo corazón espero que leer esta "pequeña historia" os haya ayudado de alguna forma, ya sea a sobrellevarlo o a comprenderlo, pues esa era la intención.
Queridos lectores y lectoras os doy las gracias por leerme y os animo a vivir felices, a encontrar la amistad y el amor y a disfrutarlo al 100%, ya sabeís el dicho: "Carpe Diem".
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Reflexiones
RandomCuando se despierta mi vena filosófica me pongo a escribir reflexiones sobre sentimientos o hechos. Esta vez, le ha tocado a los sentimientos. Relataré, bajo mi punto de vista lo que ocurre cada vez que experimentamos ciertas cosas tan intensas como...
