Capítulo III: Los gemelos Stan y Bill Cipher

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Stanford Pines despertó completamente aterrado, en uno de sus sueños confrontaba a Bill. Aquél demonio era su mejor amigo, la criatura que lo ayudó en el invento que le arrebató sangre, sudor y lágrimas.

Y Bill lo había traicionado.

El portal que debío servir como un gran avance científico realmente solo generaba una ruptura dimensional. Su dimensión por poco no experimentaba la conquista del demonio más aterrador en el multiverso.

Aquello era su culpa.

Al inicio no había querido creerle a Fiddleford después del accidente con el portal, es decir, Bill  su mejor amigo ¿Cómo podría estarlo engañando? Por suerte decidió confrontarlo y aquel demonio egocéntrico lo admitió. Quería apoderarse de su dimensión.

Stanford supo por primera vez que era sentirse verdaderamente traicionado.

Una lágrima traicionera quiso rodar por su mejilla pero la seco rápidamente con su puño, Bill no sabía con quién se metía.

Bajó rápidamente al tercer piso, ahí donde se encontraba el portal y observó el inmenso aparato con melancolía.

¿Realmente era correcto destruirlo? ¿Después de haber trabajo tan duró? Por unos momentos busco otras alternativas que no involucraran la destrucción del portal.

Luego tomó en cuenta que no podía ser egoísta, el destinó del universo se posaba en sus hombros.

Empezó a desmantelarlo, quitando cada tuerca y tornillo que observaba con sus manos temblorosas, no dejaría que ningún maniático mentiroso esclavizara a su hermano y sobrinos. Preferiría morir.

-Sí el se llegará a enterar que estoy desmantelando el portal querrá poseerme y lo evitará- Murmuró con el sudor recorriendo su frente. Debía evitar que aquel demonio se inmiscuyera en sus planes pero ¿Cómo hacerlo?.

Necesitaba ayuda.

-¡Stanley!- Gritó fuertemente-¡Stanley, baja en estos momentos!- Exclamó. A pesar de que no escuchó ningún sonido un par de minutos después observó cómo su hermano gemelo se acercaba a la habitación.

-¿Qué hice ahora, Ford- Stan se encontraba con una expresión aburrida, aún ante el desastre que era la sala del portal.

-Debo encargarme de un asunto- Murmuró con un gesto de seriedad- Necesito que me ayudes a desmantelar esta máquina- Susurró abatido.

-Ni lo pienses, sabes no me agrada involucrarme en tus proyectos- Stan se cruzó de brazos mosqueado, recordó aquella vez en donde utilizó los inventos de su hermano para atraer turistas y este le dió una buena paliza.

Stanford se levantó de donde se encontraba y caminó hacía Stanley. Una vez estuvo delante de él le tomó ambos hombros con sus manos.

-Hermano, verdaderamente necesito ayuda. Voy a estar lejos un par de días y este portal debe quedar desmantelado, es por el bien de la humanidad- Stanley abrió sus ojos más de lo normal, estaba sorprendido ante la nueva información.

-¿Qué demonios hiciste ahora, cuatro ojos?- Gruñó enojado.

-Créeme que me arrepiento- Murmuró con tristeza bajando la mirada.

Stanley suspiró.

-Bien, te ayudaré a destruir ésto- Alegó señalando al portal- Pero, ¿A dónde irás?- Preguntó.

-A mi laboratorio- Stanford sin perder más tiempo se encaminó a la salida de aquella sala- No te preocupes por mí, estaré bien. Por favor, ten cuidado- El de seis dedos observó a su hermano antes de irse- Gracias-

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2018 ⏰

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