Capítulo 6, Parte 12

25 2 0
                                    

Después de esa conversación aquella noche Tyrone, los días que se quedó en el hotel, asistió con normalidad a la universidad. Durante la semana que pasó en ese edificio pasaba todas las mañanas por la habitación de su padre y apenas se preguntaban cómo habían dormido.

La mayor parte del tiempo que Tyrone compartía con su padre era una monotonía absoluta donde reinaba el incómodo silencio cuando su progenitor se la pasaba leyendo el periódico, viendo algún programa de televisión. En varias de las ocasiones que su hijo iba a su habitación se encontraba con que Ernesto no estaba allí y que había salido a dar un paseo. Para Tyrone fue desgarrador ver que su papá era muy indiferente con él, que había creado una ley de hielo que le provocaba daño a ambas partes y muchas veces pensó que su padre debía entender lo que era amar y a lo que eso conlleva. Quizás Carmen sería el amor de su vida, quizás no pero debía arriesgarse, debía investigarlo con sus propios sentimientos.

La última vez que vio a su padre antes de que este volviera a casa éste le habló de frente y con voz firme, mirándolo a los ojos y con la frente en alto.

—Tomaste una decisión como un hombre así que debes cumplir todas tus metas de lo que no me cabe la menor duda que lograrás hacer todo aquello y hasta más de eso pero cuando logres todo eso y tengas a esa muchacha al lado debes mantener siempre vivo ese amor que le tienes a ella. Te amo mucho hijo mío.

Le dio un abrazo, le hizo un gesto de despedida a la novia de su hijo y tomó el taxi que lo esperaba.

—Tranquilo —Carmen le pasaba la mano por la espalda —todo estará bien.

—Todo estará bien —la miró y le sonrió —porque hay amor.

Ella, mi diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora