¿Por qué razón te empeñaste en pasear por una ciudad a la que te acababas de mudar y de la cuál no conocías nada?
Siendo tan distraída como eres no era de extrañar que, quisieras o no, terminaras prestando atención al ambiente sin pensar por dónde te metías acabando totalmente perdida.Cogiste tu móvil del bolsillo con intención de usar el GPS y encontrar así el camino de vuelta a tu casa, no había por qué alarmarse.
– ¡Maldita sea! – soltaste molesta al ver que no tenías datos, por lo tanto el GPS era inservible.
La única opción que te quedaba era buscar ayuda, el caso era encontrar a alguien al que preguntarle.
– ¡Maldito desperdicio de vendas! –
Tu atención se fue al instante al lugar de procedencia de aquel grito para encontrarte con una escena de lo más bizarra, un hombre con gafas de pelo largo rubio recogido en una coleta intentando estrangular a un castaño rizado que llevaba un largo abrigo color arena mientras a su lado un chico albino intentaba calmar al hombre de gafas.
Por una razón que desconocías aquel trío te dio buena vibración, segura te acercaste a dónde se encontraban para pedirles ayuda.
– Esto... Disculpad – llamaste su atención – ¿Podrían ayudarme por favor? Soy nueva en la ciudad y me he perdido, no sé como ir de vuelta a mi apartamento –
El hombre de lentes soltó el cuello de su compañero recobrando una actitud serena, el castaño por su parte no dejaba de mirarte con un brillo intenso en sus ojos.
– ¡Qué bella señorita! – antes de que te dieras cuenta aquel extraño castaño ya tenía cogidas tus manos – ¿Podrías ayudarme tú a mí en mi gran sueño? –
Antes de que pudiera continuar el hombre rubio lo golpeó tirándolo al suelo.
– Nadie va a querer suicidarse contigo chalado de las vendas, deja de intentar preguntarlo a cada mujer que pasa por tus ojos –
No entendías que acababa de pasar, ¿enserio iba a pedirte de cometer un suicidio doble? Cierto es que estabas perdida pero de ubicación no en la vida.
– Discúlpalo, el siempre es así – aquel chico albino se puso frente a ti – Siento si te ha molestado –
Su sonrisa tímida hizo que tu ritmo cardíaco se acelerara levemente.
– Para nada, tranquilo, ha sido algo gracioso – le sonreíste dulcemente – (t/a) (t/n) por cierto – te presentaste.
– Atsushi Nakajima y estos de aquí son mis compañeros de trabajo Kunikida Doppo y Dazai Osamu –
El hombre de gafas, Kunikida, ajustó sus lentes mientras sacaba una pequeña libreta de su bolsillo y leía algo apuntado en una de sus páginas.
– (t/a)-san entiendo que necesites ayuda y me encantaría ayudarte pero debemos seguir el horario establecido... –
– ¡Kunikida-kun no digas eso! Mira que carilla – Dazai volvió a ponerse a tu lado espachurrando amistosamente tus mejillas – ¿Vas a decirle que no y dejarla aquí tirada, perdida y a merced de los peligros de la noche que se avecina? –
– Estoy de acuerdo con Dazai-san, no podemos echar la mirada atrás como si nunca nos hubiésemos visto – añadió Atsushi.
Agradeciste a ambos su buena fe, pero si estaban en medio del trabajo lo último que querías era molestarlos.
– Chicos, si es mucha molestia no os preocupéis, lo último que quiero es interrumpir vuestro horario, le preguntaré a otro, será por personas en Yokohama –
– No, tienen razón, te ayudaremos, tampoco creo que nos lleve mucho tiempo... – Kunikida apuntó algo en su libreta y seguido la guardó – Bien, ¿en qué calle vives (t/a)? –
Sonreíste y agradeciste de corazón que te ayudaran, les dijiste la calle poniéndoos en marcha.
La caminata se te hizo muy entretenida, eran chicos muy simpáticos, bueno, Dazai era un poco especial pero no algo demasiado extraño para tu gusto, de hecho te parecía bastante gracioso.
Kunikida pese a su fachada seria y de su "no me salgo de mi horario" te resultó más agradable conformé charlabas con él.Por último con Atsushi habías tenido un flechazo, era un amor de chico, cada vez que mirabas esos preciosos ojos suyos no podías evitar quedarte embobada mirándolos.
– ¡Reconozco esta zona! – dijiste emocionada al ver el supermercado al que habías ido a hacer la compra el día anterior – Desde aquí si recuerdo como volver – te pusiste frente a los tres chicos haciendo una pequeña reverencia – ¡Muchas gracias! –
– No las des (t/a)-san, ha sido un agradable paseo – canturreó Dazai.
Miraste a Atsushi, Yokohama era una ciudad grande y la certeza de volverlo a ver no estaba para nada clara.
– Oye Atsushi, he pensado que tal vez mañana podrías enseñarme un poco la ciudad... ¡S-solo si a ti te parece bien claro! – miraste a un lado nerviosa.
Tu proposición dejo al más pequeño del grupo un poco sorprendido, ninguna chica le había preguntado algo parecido antes.
– ¡Oh! Claro, será un placer (t/a)-san, seré el mejor guía que hayas tenido –
– ¡¿Enserio?! – te calmaste para no sonar demasiado emocionada – Genial, ¿mañana a la una y media? Así me puedes llevar a algún buen sitio a comer –
– Buena idea, estupendo entonces –
Ambos ignorabais la mirada divertida que Dazai os estaba dedicando.
– Perfecto, no quiero entreteneros más, ¡adiós! – comenzaste a alejarte sin darles la espalda –¡Y de nuevo gracias! – ahora si te diste la vuelta alejándote feliz, el perderte no te había salido tan mal al final.
Cuando los chicos ya no podían verte comenzaron su viaje de vuelta a la agencia.
Osamu no dejaba de mirar de reojo a Atsushi sin abandonar aquella sonrisa divertida de su rostro.– Quién nos diría que nuestro pequeño Atsushi conseguiría una cita con la preciosa chica perdida –
Nakajima se paró en seco, notando el rubor subiendo por sus mejillas.
– ¡N-no ha sido una petición de cita ni nada! Tan solo es nueva en la ciudad y quiere conocerla –
– Mocoso – habló Kunikida – Sabes que odio darle la razón a este idiota pero aquí la tiene, lo que tienes mañana es una cita con todas sus letras –
El darse cuenta de que mañana tenía una cita contigo lo hizo ponerse de los nervios, nunca había tenido una.
– ¡Mañana tengo una cita! ¡¿Qué hago?! ¡¿Dónde la llevo?! ¿Y si digo algo malo y se molesta? ¿Y si...? –
– Cálmate Atsushi – Dazai colocó las manos en su hombro – Tu actúa como siempre y pásalo bien, disfruta el momento –
Aunque pareciese mentira, las palabras de Dazai hicieron que se calmara al menos un poco.
– Gracias Dazai-san –
Mañana sería un gran día, o al menos eso esperaba Atsushi con todas sus fuerzas.
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[ BUNGOU one-shots! ]
Short StoryOne-shots de los personajes de bsd x reader ((Pedidos cerrados)) Era solo cuestión de tiempo que creara este libro y todos lo sabíamos. »» Bungou Stray Dogs (c) Kafka Asagiri.