Píntame a la Monalisa. [Yoonseok]

Capítulo XI

HoSeok no se lo podía creer. Se había dejado manipular tan fácilmente. Si tan solo estuviesen Jin y Nam con él, no se sentiría tan intimidado por el contrario. Además,¿por qué lo había llamado SeokSeok? Ese apodo sólo lo solía utilizar su Nana y su...su amigo de la infancia, el cual no volvió a ver nunca más. Quedó pensativo mientras miraba el lienzo en blanco, y a su lado la famosísima Gioconda de Leonardo Da Vinci, uno de sus artistas favoritos después de Van Gogh.

Van Gogh, sonrió pensando en Taehyung,ya que él también era un gran admirador, pues tenían varias cosas en común. ¿Cómo estaría?¿Lo estará buscando?¿Se habría rendido? Suspiró tristemente y apoyó su cabeza en el caballete.

-¿Qué estás haciendo? Date  prisa si de verdad quieres salir de aquí.-en la puerta se encontraba Min Yoongi observándole fijamente. Entró en la habitación y prosiguió a sentarse en la cama, sin dejar de ver al pelinaranja.-Adelante, quiero ver cómo trabajas.

-No puedo realizar mis obras a gusto si tengo la presencia de un ser molesto a mi alrededor.-le fulminó con la mirada frunciendo el ceño y esperando a que haya entendido la indirecta.-Así que ya puedes ir yéndote de aquí.

-Vaya, vaya,¿y toda esa confianza y valentía de dónde ha salido? Pero bueno, no te molestaré sólo por esta vez. Tienes suerte de que sea tan  amable. Le diré al idiota ese, amigo tuyo al parecer, que te traiga algo de comer.-justo a punto de salir de la habitación, se paró y dio media vuelta.-Por cierto, hoy por la noche tendré que atender un asunto de negocios, así que no intentes escapar. Estás totalmente advertido.

Al salir de la habitación, a HoSeok se le escapó una sonrisa, la cual se ensanchó aún más. A pesar de la amenaza del pelinegro, tendría una oportunidad de huir, y podría conseguirlo con la ayuda de Jungkook. Comenzaría un poco con la obra, para así dar la sensación de ser obediente. A pesar de que un miedo terrible lo rodeaba, tendría que intentarlo, porque a pesar de que el mafioso haya negociado con él, no significa que lo vaya a cumplir, pues,  después de todo, sigue siendo un mafioso.

(...)

Tras duras horas de trabajo en su obra,  ya había conseguido un base y la estructura sólida del cuerpo y rostro. Se levantó de su asiento y se desperezó. Se dirigió con rapidez a la ventana de la habitación, viendo cómo el pelinegro entraba en su coche para emprender su viaje.

-Fantástico...-susurró y se dirigió a la puerta. Dio un par de toques y un gran guardaespaldas se asomó.

-¿Qué quieres?

-Tengo algo de hambre, y pensaba si podría venir ese chico para pedir que me traiga de comer.

-¿Qué quieres comer? Se lo diré yo.

-¡No! E-Es que prefiero hablar yo, tengo unos gustos muy raros.-sonrió fingiendo inocencia y el guardaespaldas asintió. A los pocos minutos, entró Kook, algo confundido.

-¿Me llamaste,Hoseok?¿Qué quieres de comer? Sólo dime.

-No, no, no es eso. Es algo aún más importante.-hizo una pequeña pausa y se acercó al rostro del menor susurrando.-Hoy, tú y yo, nos iremos de aquí.

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Holi(?

omayaaaa ahre

bai