Capítulo 43: Regreso

75.9K 3.6K 1K
                                    

Su madre nos sonrió con amabilidad.

—¿Qué tal? —preguntó a modo de saludo.

Yo podría jurar que estaba roja como un tomate pero no podía quedar mal.

—Buenas noches —saludé.

—Ahí hay algo de carne —comentó Sirio—. ¿Gusta que le sirva un poco?

—Sí, gracias —respondió ella.

Noté que eso la había entusiasmado. Sirio acarició mi mejilla con el dorso de su mano y me sonrió, quería tranquilizarme y lo estaba logrando.

Su mamá se sentó frente a nosotros luego de que su hijo le sirviera algo de comida.

—¿Volverán a esa ciudad? —preguntó de manera casual.

—Sí, hay cosas pendientes por hacer —contestó Sirio de la misma manera.

Aunque esas cosas pendientes no eran tan fáciles como sonaban, pero sabiendo cómo estaban de enfadados los de la sociedad mundial protectora de evolucionados, las cosas podían facilitarse un poco. Solo quedaba el asunto de Orión.

—Orión me hizo creer que te había matado —murmuró la señora de pronto, dejando un momento el tenedor de madera—. Cuando me lo dijo, yo... —Lo pensó un segundo antes de continuar—. Lo ataqué, le arañé la cara.

—Madre. —Sirio estaba estupefacto, y yo también.

—Nadie se lo esperaba, pero es que no iba a quedarme sin hacer nada. Tuvieron que separarme de él, y tu padre aceptó tomar el castigo en mi lugar—. Quedé más sorprendida y preocupada, miré a Sirio y él estaba igual—. Es por eso que no ha estado aquí, pero descuida, fui a visitarlo, y ya lo van a soltar. —Suspiró—. ¿Por qué te dejaste capturar tan fácil?

—Lo siento —respondió su hijo—. Si no me entregaba iba a asesinar a personas inocentes por mí. —Su madre frunció el ceño. Juré concentrarme en mi comida y no mirarla, estaba intentando traspasarlo con la vista y sacarle más respuestas. Sirio continuó sin vacilar—. Atacó a mi padre, les ha hecho sufrir haciéndoles creer que me había matado, no le ha importado lo que dicen los líderes. Así que ahora acabaré yo con él.

La frialdad en su voz me hizo tragar saliva con dificultad, mi Sirio también estaba enfadado, lo había ocultado bien hasta el momento.

—Pero mira lo que te hizo —le replicó su madre con la misma frialdad.

—Esto no me lo hizo él solo, fue un cobarde. Además, al hacerme esto también la lastimó a ella, y eso no lo perdono. Voy a tener ayuda, así que no te preocupes.

Sentí la mirada de su mamá sobre mí. Alcé la vista y ella retiró los ojos volviendo a posarlos en su hijo, seguían mirándose de forma fría. Ay, ¿por qué tenían que ser así los H.E.? Pero bueno, sí se preocupaba por él, eso era obvio. Al menos me gustó que lo recibiera con un beso en la frente.

—Si es verdad lo que dices, de que tendrás ayuda, entonces estaré tranquila —respondió ella y continuó comiendo.

Luego de eso la tensión volvió a desvanecerse, partiríamos al día siguiente aunque si por mí fuese, me quedaría en esta ciudad con él por el resto de mi vida. No se auto bombardeaban con medicamentos ni productos modificados genéticamente, podían ser estrictos pero estaban comprometidos y conectados con la naturaleza, vivían tranquilos. Sus ciudades eran en verdad hermosas, llenas de verde.


Nos dirigimos a la habitación y cerró las cortinas.

—Para que no sientas vergüenza —explicó haciéndome sonreír.

Ojos de gato Tentador [La versión de ella]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora