Historias del sensual modelo Stephen James.
•Las historias son de mi completa autoridad.
•Segundo libro de "One Shots de S.J", ya que él primero cuenta con más de 100 capítulos.
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Desear al novio de tu jefa y prima era algo prohibido y más cuando necesitabas conservar tu trabajo ¿Pero quién se resistiría a Stephen James? A un hombre guapo y millonario. Pero él no se fijaría en ti, eso pensabas tú.
— Samantha, debes bajar ese estómago, así ningún hombre guapo te querrá.- Dice tu prima en cuanto salen del edificio. Stephen estaba recostado en su auto y te mira de arriba a abajo. Sientes mucha vergüenza en ese instante.
— Ella se ve bien, Rebeca, no la molestes.- Dice Stephen.
Rebeca rueda los ojos y se acerca a Stephen para robarle un beso apasionado delante de ti y las demás mujeres.
Rebeca era demasiado odiosa e imprudente, no le importaba decirte que estás manchada delante de miles de personas, o en tu caso que estabas gorda. Era hija única de tus tíos y muy mimada, ellos cumplían todos sus caprichos por lo que ella se había criado así.
Después de besar sus labios se separa y voltea a mirarte. Le entregas su portátil y te despides de ambos susurrando.
Stephen era su novio desde hace algunos meses, no entendías como la soportaba si ella era demasiado celosa y posesiva, fuera de sus otros defectos. Stephen era deseado por todas las mujeres, era un hombre reservado y serio con las personas que no conocía. Sabías un poco de él gracias a las reuniones familiares, aunque casi no asistías, ya que tu familia por parte de papá era prepotente creyéndose mucho por ser millonarios.
Tú siempre habías vivido con tu madre, quien es de clase media, por eso siempre la humillaban la familia de tu padre. Pero después de salir de la secundaria te vas a vivir con la familia de tu papá y fue lo peor que te pudo pasar. Ellos te trataban mal, te humillaban y te tenían viviendo en un barrio feo y peligroso. No podías irte, ya que ellos tenían tu pasaporte y amenazaban con hacerle algo a tu mamá.
Sueltas un suspiro mientras caminas por las oscuras y desoladas calles de Nueva York. El clima era frío y parecía querer llover. Escuchas el pito de un auto y te sobresaltas, de repeso empezó a caer gotas.
— Sam, te podemos llevar si quieres.- Escuchas la voz de Stephen.
Miras de copiloto a Rebeca de brazos cruzados.
— Si, gracias.- Dices tímida.
Subes al asiento de atrás y Stephen arranca. Todo el camino sólo se escucha la radio.
Stephen deja primero a Rebeca, ya que ella vivía más cerca. Antes de bajarse le da un beso profundo a Stephen, tú incómoda por su beso y el sonido que produce, miras hacia la ventana. Ella se baja sin despedirse de ti y Stephen espera a que Rebeca entre al edificio sana y salva.
— Primero debo arrimar por comida para mi sobrina y después te llevo a tu casa ¿Te parece?- Dice mirándote por el espejo retrovisor.
Asientes mirándolo y siguen en silencio. Stephen estación en un McDonald's.
