Capítulo 2. Malas intenciones

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-En realidad... hay una chica que me gusta desde hace un tiempo. – Cuando mi mejor amiga dijo eso, escupí toda la soda que me había llevado a la boca debido a la impresión. – Sé que no te lo había dicho, pero es que no tengo oportunidad, ella... ¡ella solo sale con chicos! – chilló decepcionada.

-¡Con un demonio! ¿Cómo me has ocultado algo así? – Le reclamé haciéndome la dolida. – Vale ya, dime quién es, no seas tan cobarde y llevemos un plan a cabo, te ayudaré. – Le prometí con una sonrisa.

-Es Verónica Iglesias, incluso inscribí todas mis materias y las tuyas en sus mismos horarios este semestre. – Admitió y yo estuve a un punto de burlarme, mi amiga me había involucrado en la cursi idea de seguir hasta en las clases a esa chica.

-Así que no es casualidad que la veamos a ella y a su amiga en todas y cada una de nuestras clases.

-¿Qué amiga? – Preguntó Lucía interesada.

-La flacucha cubana... - Me quedé pensando en la forma tan despectiva como me había referido a la chica nueva, y no pude evitar sonreír sin razón. Reaccioné y miré a mi amiga que tenía cara de confusión.

-¿Te refieres a Cabello? – Elle me preguntó y yo asentí. – Sí, son buenas amigas, inseparables para decirlo mejor.

-Haremos una fiesta en mi casa... y ahí tendrás tu oportunidad, tú sólo preocúpate por ponerte guapa yo me encargaré del resto.

-Irá media universidad. – Me avisó y yo puse cara de ¿Y...? – Austin, ¿quieres volver a lidiar con eso?

-Si se atreve a ir, pues que vaya, habrá tanta gente que con suerte ni tendré que cruzármelo, por ahora lo que tenemos que garantizar es que Verónica asista. – Empecé a hablar calculadoramente y Lucía sonrió desesperanzada, no me gustaba verla así, especialmente porque tenía tiempo ya que no se ilusionaba con alguien.


Camila


-¿Qué es lo que tanto se rumora para el fin de semana, Vero? – Pregunté a mi amiga, pues ya estaba empezando a darme curiosidad ver tanta gente conversando acerca del tema de una buena fiesta que se llevaría a cabo el sábado.

-Es una de las fiestas semestrales que se realiza en casa de Jauregui. – Respondió tranquilamente. - ¿quieres ir? – Me preguntó emocionándose de repente. – Irá media universidad, Camila, lo más seguro es que Austin también asista, pero primero, tenemos que conseguir una invitación.

-¿Lauren Jauregui da invitaciones a media universidad? – Le pregunté incrédula y ella sonrió burlándose de mi ingenuidad.

-Las falsifican, ella lo sabe y nunca hace algo al respecto, por momentos me cae muy bien.

Hablando de la chica pelinegra de portentosos ojos verdes, de repente apareció entre un tumulto de estudiantes y estaba muy cerca de nosotras, específicamente en frente de nosotras, mirando fijamente sin espabilar a mi amiga Verónica, ese día traía unos jeans ajustados y una blusa descomplicada que dejaba ver su ombligo y ese vientre plano que la hacía lucir espectacularmente sexi, por Dios que era una divinidad, y yo estaba ahí mirándole hipnotizada, afortunadamente su atención se concentraba en mi amiga, de otra manera me habría descubierto babeando por ella.

-¿Eres Verónica, no? – Preguntó de la nada sin tener siquiera la decencia de saludar.

-Por supuesto, ¿qué necesitas? – Mi amiga no sentía ningún tipo de admiración hacia ella, creo que se debía a que su atracción era el enemigo natural de Jauregui: Austin. Lauren hizo un gesto de insatisfacción, creo que esperaba una reacción diferente en la castaña, pero bueno, quizás alguien deba darle un par de lecciones a su ego.

No quiero ser tu esposa (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora