Capítulo II

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Perséfone

Estacione la moto en la cochera con la intención de entrar por la puerta de la cochera para así evitar que mis hermanos vieran la marca de mi mejilla, pero mi plan se fue a la mierda justo cuando estaba por subir las escaleras ya que mis hermanos salieron de la cocina.

— ¿Por qué tardaste tanto?- pregunto Eros siendo el primero en notarme

Seguí tratando de evitar que vieran mi mejilla por lo que los rodee y camine hacia la cocina, pero mis hermanos me siguieron.

—Contesta.- ordeno Ares y lograba sentirlos atrás de mí

—Te recuerdo que la hermana mayor soy yo.- dije girándome un poco para dedicarles una media sonrisa

— ¿Qué te paso en la mejilla?- cuestiono serio Eros con la vista fija en mi cara, maldije para mis adentros odiaba tener la piel tan sensible

—Perséfone

Me gire completamente hacia ellos ante el llamado de Ares, mis hermanos analizaron mi mejilla.

—Quiero que mantengan la calma.- pedí mirando a Ares pues era su reacción la que me preocupaba

—Dilo ya carajo.- demando Ares mirándome serio

—Natalie iba a tirar uno de los cuadros que pinto mamá.- explique y note perfectamente como el cuerpo de mi hermano entraba en tensión lo que señalaba que intentaba controlarse- al impedirlo me abofeteo

Ares no dijo nada y salió de la cocina para encaminarse hacia la puerta de la entrada, Eros y yo no tardamos en seguirlo, tome del brazo a mi hermano cuando estaba por subirse en la moto.

— ¡Suéltame!- grito molesto

—No voy a dejar que hagas una estupidez.- dije mirándolo directo a los ojos

—Se atrevió a tocarte.- se soltó de mi agarrare se subía a la moto y arranco

—Perséfone.- voltee hacia Eros y él ya estaba montado en su moto, no demore y me coloque atrás de él, en cuanto me sujete de él arranco

Al atravesar la reja de la casa lo primero que vimos fue a mi padre y Arthur forcejeando con Ares para impedir que llegara hasta Natalie, la cual miraba aterrada a mi hermana, baje de un salto de la moto y subí de dos en dos los escalones de la entrada para llegar hasta mi hermano.

— ¡En tu puta vida le vuelvas a poner un dedo encima a mi hermana!- gritaba Ares hacia Natalie

Me coloque entre él y los otros dos hombres de mi familia, Eros se colocó a nuestro lado, ambos pusimos las manos en los hombros de nuestro hermano.

—Ares, cálmate.- pedí notando su respiración acelerada- Estoy bien.

Sentí como poco a poco se calmaba y su respiración se normalizaba, junte mi frente con la de mi hermano y cerré mis ojos, era lo que mamá hacía para calmarnos.

—Todo está bien.- dije abrazándolo

—Está loco, deberías encerrarlo en un psiquiátrico.- gire hacia Natalie cuando pronuncio esa frase, la maldita estaba aferrada a mi padre

Recuerdan cuando dije que no tocaría a Natalie ni para golpearla, bueno la gente suele cambiar de opinión, mire a mis hermanos quienes captaron de inmediato lo que quería hacer, separe a Natalie de mi padre y cuando lo hice mis hermanos se colocaron como barrera entre mi padre y nosotras, tome con fuerza el cabello de Natalie y la tire al piso.

— ¡Suéltame!- grito entre llanto Natalie intento soltar su cabello de mi mano

Estire con más fuerza su cabello, por lo que chillo aún más fuerte de lo que ya lo hacía, su voz me parecía irritante pero sus lloriqueos eran definitivamente intolerables.

Ladrón de besosWhere stories live. Discover now