#3: Como perro y gato

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- ¡Deja de empujarme, so animal!- chillé, dándole un brusco golpe de caderas a Mika para que parara de empujarme para pasar él primero por todas las puertas-. ¡No estamos gordos, pasamos los dos!

- Pareces haberte olvidado de que llevamos una cadena, y si pasamos al mismo tiempo nos quedaremos atrapados- bufó él. 

- ¡Pues podrías habérmelo dicho antes de empujarme!- resoplé, dando un tirón de la cadena.

Me gané un buen golpe que me hizo estampar de frente con la pared de roca, y cuando iba a separarme enfadada el cuerpo de Mika se presionó contra el mío, impidiéndome huir de él. Agarró mis muñecas y me presionó más, obligándome a torcer la cabeza hacia la izquierda buscando aire. 

- No tienes ni idea de lo fácil que es para mí someterte aquí mismo, ¿verdad, Infinity?- susurró en mi oído lentamente, provocándome un escalofrío en todo el cuerpo. Agarró mis manos por encima de mi cabeza con una mano y con la otra me hizo peligrosas caricias en el vientre, rozando mis pechos y resistiéndose a apretar uno de ellos. Sollocé.

- ¿Q... Qué... Haces...?- balbuceé, forcejeando sin éxito alguno. A pesar de ser vampira, él seguía siendo más fuerte que yo. Y tenía razón: no le costaba nada someterme a él-. No... No hagas... Eso...

- Sigue tocándome las narices y verás lo que te habría hecho el vampanez si no te hubiese ayudado los lobos...- advirtió para después pasar su lengua por mi cuello y mi hombro al descubierto. Yo aún seguía con los dos trozos de tela que el Guardián de Sangre me había dado como únicas ropas, pero el abrigo de Darren se me había resbalado hasta media espalda, lo que explicaba que toda esa porción de mi cuerpo estuviese a merced del pervertido aviso de Mika. 

- Va... Vale... Ya... Para...- sollocé, rogando en silencio para que dejara ese juego tan peligroso. 

- No te librarás de mí, recuerda que tenemos una cadena atada a la cintura- bufó, levantando algunos mechones de mi pelo con el golpe de aire, y me soltó de golpe. 

Me sacudí de inmediato y me arreglé por enésima vez la chaqueta de mi hermano, medio llorando ahora. 

*******

- Arra Sails- llamó autoritariamente Mika al llegar a lo que, según se veía, era la Morada Deportiva. Me dieron ganas de echarme a correr: mirara por donde mirara, solo veía hombres. No había visto ni una sola mujer en el poco tiempo que llevaba en la montaña. Aunque dentro de poco iba a conocer a una mujer vampiro.

- Majestad- respondió una voz femenina, y desvié mi vista hasta una mujer morena, de apariencia seria y fría, que se acercaba a nosotros con gotas de sudor perlándole toda la piel que tenía al descubierto, tal como hombros, brazos y pantorrillas. Parpadeó extrañada al verme-. ¿Quién es?

- Me llamo Infinity Shan- me presenté antes de que Mika dijera algo negativo en mi lugar.

- Es la hermana menor del muchacho con el que peleaste hace unos días- concretó Mika, mirándome de reojo.

- ¿Pelea? ¿Qué pasó?- me alarmé.

- Es un deporte, se practica allí- Arra señaló con la barbilla unas tablas sobre unos soportes de madera, y donde un bastón estaba apoyado. Supuse enseguida cómo era ese juego-. Tu hermano luchó bien, pero perdió.

- Ya... Los dos somos algo torpes para algunas cosas...- me froté la nuca avergonzada, mirando hacia el suelo. Arra rio de buena gana.

- Me caes bien, Infinity Shan. Y a todo esto, ¿a qué se debe la necesidad de verme?

- Como verás, estamos encadenados- resopló Mika-. La chica necesita ropa y yo necesito paciencia.

- Calla, so gruñón- rodé los ojos, molesta-. No es mi culpa haber sido el objetivo de un maldito vampanez- me crucé de brazos.

- ¿Te atacó un vampanez?- se preocupó Arra, agarrándome de la mano y llevándonos a una morada cercana a la de deportes. 

- Sí, me secuestró y me trajo cerca de aquí. Creo que viendo cómo voy "vestida" resulta obvio lo que pensó hacerme antes de matarme.

- Esos malditos vampanez...- gruñó la mujer, rebuscando dentro de un armario de madera vieja-. ¿Cómo lograste escapar?

- Unos lobos lo ahuyentaron y luego me arrastraron dentro de la montaña. Apareció un Guardián de Sangre y me dio tela para cubrirme el pecho y la entrepierna. Esta chaqueta es de mi hermano- expliqué, mirándola.

- Sea como sea, tuviste mucha suerte- sonrió Arra, dándose la vuelta con algunas prendas en las manos-. Pruébate esto y quédate con lo que mejor te quede. Deja que te busque un sujetador... ¿Qué copa eres?

- C.

- No puedo creerme que seas más joven que yo y tengas más pechos- medio se ofendió ella, buscando un sujetador una talla más grande que el que ella usaba. 

- ¿Os importa?- se ruborizó Mika, masajeándose la sien con dos dedos.

- Haz así- imité lo que hizo Arrow en la Morada de los Príncipes, tapándome divertida los ojos- y luego así... Y espérate a que termine- me burlé de él, con mis palabras llenas de sorna.

Gruñendo, Mika me hizo caso y se giró, apoyando la cabeza en la pared de su derecha mientras yo estaba de espaldas a él, poniéndome la ropa a medida que me sacaba las telas y la chaqueta de Darren. Me quedé con un conjunto negro de una camiseta holgada, unos pantalones ajustados y unos zapatos muy cómodos. 

- Anda, ya está- le di un golpe a Mika en la espalda, haciéndolo girarse enfurecido.

- Deja de golpearme, animal.

- Tiquismiquis- le recriminé.

- Mano ligera.

- Niño chico.

- Marimacha.

- Pervertido.

- Parecéis dos niños- Arra meneó la cabeza, riéndose por nuestro comportamiento tan infantil-. Pues nada, si necesitas algo más referente a mujeres, ya sabes dónde suelo frecuentar.

- Tendré que decirle a este hipócrita que me lleve...- gruñí mirando a Mika, enseñándole mis colmillos nuevecitos-. Aún no me manejo bien aquí, es un maldito laberinto.

- Una se acaba acostumbrando- rio ella, y antes de irnos me dijo una última cosa-. Consejo de mujeres: nunca te quedes cerca de un vampiro borracho. Estos hombres se desesperan con las vampiras cuando llevan años sin hacer "eso".

- ¡Ejem!- se ofendió Mika-. ¡Hay excepciones, te recuerdo que yo no tengo fama de ninfómano!

- Ejem...- ahora carraspeé yo, mientras nos íbamos de allí dejando a una confusa Arra-. Te recuerdo que intentaste violarme hace apenas unos minutos.

- Era sólo una advertencia. Ya verás de lo que soy capaz de hacerte si sigues molestando.

- Te seguiré molestando, aparte no nos queda más remedio que permanecer juntos un mes y no tengo nada mejor que hacer que discutir contigo- le recordé. 

- Ya verás cómo yo encuentro algo para no aburrirme contigo- masculló entre dientes. Me tensé. 

- No serás capaz...- respiré entrecortadamente cuando lo vi girarse lentamente hacia mí. Me sonreía con malas intenciones, quedándose a pocos centímetros de mi rostro y a punto de robarme mi primer beso. 

- ¿Quién te asegura que no, Infinity?

Acto seguido siguió caminando, riendo perverso, mientras yo lo seguía a duras penas y sin otro remedio.

(En la foto, Arra Sails)

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2014 ⏰

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Vampiros tóxicos (La Montaña de los Vampiros) (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora