(1) Barton; Peter Parker, The Avengers.

2; 2.5

5 de Junio

Hace tres días desde que te has ido y el dolor no cesa. Tu funeral es dentro de dos horas, yo llevo dos días encerrada en mi habitación y probablemente tardaré dos años en salir. 

No sé muy bien qué escribirte, no sé qué puedo decirte ahora mismo, y ni siquiera sé por qué lo hago, porque sé que jamás llegarás a leer esto. Tus ojos cafés no van a examinar esta caligrafía temblorosa, porque te has ido. No estás aquí.

Vi tu cuerpo sin vida entre mis brazos. Moriste a mi lado, y sinceramente creo que no fue una despedida digna. Merecías a alguien mejor en tus últimos instantes. Vi tu vida escurriendose entre mis manos y es una sensación que tendré marcada en mi piel para siempre.

He visto a May y Tony destrozados, pero sé que ellos van a salir adelante. Son fuertes, tú aumentabas una fortaleza que ellos ya tenían. Yo no tengo esa fortaleza, Peter. Tú eras esa fortaleza, tú eras lo único que impedía que cayera, día tras día.

Estoy jodidamente enamorada de ti, de tus ojos, de tu cuerpo, de tu forma de hablar, de tu manera de cuidarme, de las escasas noches que pasamos los dos juntos, de aquellas en las que la ropa nos cubría y de aquellas en las que no lo hacía. De ti, de tu esencia, y de la esperanza que te rodea siempre. Estoy enamorada de la manera que tienes de rodearme con tus brazos o de coger mi mano en el momento justo, sólo tú sabes cuándo hacerlo.

No quiero vivir sin ti. No puedo. Antes de ti, yo no era nada, y ahora, vuelvo a ser sólo yo, la chica que desde el orfanato babeaba por ti. Te has ido y no tengo ni puta idea de cómo afrontarlo. ¿Hay alguien en este mundo preparado para algo así? ¿Hay alguien en este mundo preparado para que te lo arrebaten todo de un momento a otro? 

No sabes lo que daría porque fuera yo quien te hubiera salvado la vida. Ojalá esa hubiera sido mi muerte y no la tuya. De todos modos, esto ya no es vida si no estás tú. Sin tus sonrisas, sin tus besos, sin los latidos de tu corazón en mi oído cuando me recuesto sobre tu pecho.

Llevo toda la vida odiándome y tú lo sabías menor que nadie. Sin embargo, jamás me he odiado más de lo que lo he hecho ahora mismo. Debería haberte dicho cuánto te quería antes, debería haberlo gritado a los cuatro vientos. Debería haberlo tatuado en tu piel.

Debería haberte dicho lo grande que era mi miedo a perderte, a que salieras herido y que yo no pudiera hacer nada contra ello. Y ahora se ha cumplido y tú no estás aquí, ya no. Ya no puedo pedirte perdón por no hacerlo, ya no puedo repetirlo mil veces cerca de tu oído. Ya no puedo hacerlo, nunca más podré, y es algo que jamás me perdonaré.

Te necesito. Te necesito más que al aire, más que a cualquier otra cosa en este mundo, que ya no tiene sentido si no estás conmigo.

Dentro de unos meses Emily me dirá que pase página. Todos me dirán que es hora de encontrar a alguien más. Y yo no seré capaz, nunca voy a serlo. Nunca nadie será igual que tú, y muy  a pesar de lo poco que valgo, me niego a conformarme con menos.

Te quise, te quiero y te querré más de lo que está permitido. Me importa una mierda cuánto tiempo pase, sé con certeza que eso es lo único que no va a cambiar. 

No sé qué voy a  hacer sin ti. Recuérdame donde quiera que estés. Hazlo como yo lo haré.

...

Su corazón dejó de latir, y el aire ya no entraba a sus pulmones. Su cuerpo tembló de arriba a abajo. Sus rodillas cedieron.

- ¿Peter?—susurró con la voz rota.