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Mía.

Las lágrimas comenzaron a mojar mis mejillas, no sabía lo que sentía en ese momento ¿miedo? ¿desprecio? ¿desesperación?

Él parecía tan desconcertado como yo pero a pesar de ello no aflojó el agarre de su mano en mi boca, al contrario, lo intensificó.

—No creí que esto fuera a ser tan rápido, mi amor. —Dijo con un tono sádico a mi oído dejando un pequeño beso en el lóbulo de mi oreja.

Le mordí la palma de la mano para intentar escapar o por lo menos para poder gritar por auxilio.

—¡Ayúda! —Grité con todas las fuerzas que pude, podía sentir el ardor en mi garganta.

—¡Nadie te escuchará, maldición! —Replicó con un tono lleno de furia por mi acción violenta —¿Sabes qué, Mía querida? Dejaré que grites, me encanta cuando piden por su vida.

Jiminie no paraba de repetir una y otra vez "papi", los nervios comenzaban a inundarme por completo el cuerpo.

—Ta-Taehyung ¿por qué? ¿por qué haces esto? —Le di otro vistazo al cuerpo ensangrentado y lleno de moretones de la mesera en la calle. —¿En qué momento te convertiste en esto? —Alegué soltando un poco mi cuerpo, las fuerzas empezaban a cesar.

El no respondió, sin embargo, caminó de reversa para quedar frente a la pañalera de Jiminie, aún tomándome de la cadera.
Comenzamos a caminar hacia su camioneta, traté de parar pero me era imposible teniendo el peso del bebé en mis brazos.

—¡Basta Taehyung! ¡Basta! —Ordené tratando de impedir mi entrada al vehículo —¡Deja de hacerme esto!

Estando dentro del auto me ató al asiento de una manera brusca y sin delicadeza, a Jiminie lo echó atrás sin ninguna protección.

—Mía, Mía, Mía. —Canturreó encendiendo la camioneta —¿Es que eres estúpida? ¿No te has dado cuenta que eres parte de una venganza?

Negué con la cabeza, las lágrimas mojaban mi pantalón.

—Por favor Taehyung, si alguna vez me amaste dime qué es lo que pasa. —Me mordí el labio inferior tratando de guardar la ira que sentía al no saber que pasaba.

—¿Amarte? —Soltó una carcajada descomunal, llena de ironía y soberbia. —Nunca te he amado ¡Que ilusa eres! —Pinchó mi mejilla izquierda.

—¡Carajo! —Grité —¡No entiendo nada, maldición!

Formó una media sonrisa con burla y sorna en su rostro, no dijo más y condujo durante un buen rato, yo no paraba de llorar sordamente y Jiminie no dejaba de reír por cada cosa que veía por las oscuras calles, Taehyung por su parte no dejaba de golpear el volante, se estaba desesperando hasta que explotó.

—¡Ya calla a ese maldito bastardo, demonios! ¡Cállalo ya! —Gritó mientras frenaba en seco frente a una casa en ruinas, parecía desalojada.

Bajó del auto y abrió primero la parte trasera para sacar al bebé.

—¿A dónde llevas a mi hijo! ¡No lo toques! —Demandé viendo como llevaba en brazos a mi hijo hasta la entrada de la casa, desapareciendo entre la penumbra de la misma.

—Dios mio, ayúdame ¿qué es lo que esta pasando? —Dije a mi misma, viendo a todos lados tratando de buscar una salida pero pronto, el cuerpo alto y delgado de mi esposo, apareció de golpe abriendo la puerta del copiloto con un gran cuchillo en mano.

Creí que me iba a hacer algo pero cortó sin cuidado alguno las sogas que me ataban al asiento de piel.

—¡Baja, muévete! —Dijo jalándome del brazo, marcando su mano en éste.

ᴇɴ ʟᴏ ᴘʀᴏғᴜɴᴅᴏ ᴅᴇʟ ʙᴏꜱϙᴜᴇWhere stories live. Discover now