Creepypasta #10 ||Ben Drowned||

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Todo empezó hacia eso del año 2000. Tenía 13 años en ese entonces y estaba metido en Zelda, tenía todos los juegos menos Majora's Mask, pero estaba obteniendo el Beta para el juego. Mi mamá decía que lo jugaba mucho, pero cuando no tienes ningún amigo, los videojuegos son lo único que tienes, y debo decir que a veces pretendía ser Link. Oh viejo, hubiera dado lo que fuera por ser él, ir de aventuras con mi hada a mi lado, pero en la vida real era un idiota que nadie quería, ni siquiera mi viejo mejor amigo. Él había tenido una racha de crecimiento y era uno de los chicos geniales y yo... Yo seguía midiendo 4 pies de alto (1,22 metros), no era justo. Odiaba como me molestaba después de eso, inclusive llegando a darme una paliza un par de veces, y la peor parte es que vive al lado y cada vez que me ve, él me patea el trasero, así que no salgo de mi casa. Tengo una madre soltera, un hermano y una hermana, ellos son gemelos y solo tienen 7 años, por lo tanto, después de la escuela me encargo de ser su niñera. Era el mismo, nada especial y aburrido día, excepto por la paliza antes y después de la escuela, y el dolor de tener que bajar mi mochila de un árbol y tener que recoger a mis hermanos de su escuela, y, oh sí, la golpiza que me dieron enfrente de ellos tan pronto como llegamos a la casa... Sí, no había nada nuevo, excepto que la bandera del correo estaba arriba. Me levanté del suelo y limpié la sangre de mi cara por la quinta vez ese día.

—Viejo, mi manga luce como si hubiera matado a alguien, hombre. Mamá va a matarme cuando lo vea. Veamos que hay en el correo, basura, basura, basura. ¡Oye espera! ¡Oh viejo! ¡Rayos, está aquí!

Así es, Majora's Mask estaba aquí. Al menos, estaba en japonés y era solo el Beta, tenía demasiados "glitches" (se escucha mejor en inglés), pero estaba aquí; corrí hacia mi habitación aventando la mochila al piso, puse el juego en mi Nintendo 64 y jugué por horas. Solo con decirles que estaba a punto de terminarlo cuando mi mamá llegó a casa después de su día de 9 horas de trabajo.

—Oh Dios, Ben, acércate, mira esta casa. ¿Hiciste algo hoy? ¡Ben, baja aquí ahora mismo!

Eso fue lo que escuché.

—¡Sí, ya voy! ¡Déjame guardar!

—¡Ahora, Ben! —Gritó mamá, estaba enojada.

Caminé fuera de mi habitación y bajé las escaleras para ver que los gemelos habían puesto la casa patas arriba mientras yo jugaba mi juego nuevo, y la mirada en la cara de mamá podría haber matado, y digamos que no iba a ser a mis hermanos.

—¿Ves esta casa? —Me preguntó en ese tono que sabes que no ganarás aunque contestes correctamente, así que simplemente no respondí y solo asentí mirando un punto en la pared

—Ben, esto es suficiente, necesito tu ayuda cuando estoy trabajando. No te pido que hagas mucho, solo que mantengas la casa limpia, cuides a tus hermanos y te quedes fuera de las peleas, y ni siquiera haces eso, escuché del vecino que tú y Jack pelearon de nuevo... ¡Nada que decir de ti mismo! Vamos, Ben, ¿Por qué tienen que estar peleando todo el tiempo?

Protesté: "¡Él empezó!"

Pero ella solo se quedó ahí, mirándome.

—Deberías de haberlo parado, Ben. Tienes 13 años, no más juegos infantiles. ¡Un corte más y voy a quitarte todos tus juegos! ¡Ni una palabra más!

¿Por qué siempre era mi culpa? Yo no hacía nada, pero siempre me metía en problemas y la peor parte, mamá me quitó mi nuevo juego antes de que le mostrara que podía salir más con otros chicos y cuidar la casa como ella dijo. ¡Qué molestia!

—Oye, Ben. Como no tienes ningún videojuego que jugar, ¿nos podrías llevar al parque? —Preguntó mi hermano. Lo miré a él y a mi hermana que se estaba escondiendo detrás de él.

Los Orígenes Y Las Invocaciones De Los CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora