A coffee before fucking. [ taekook ]

/catorce años atrás/.

Narrador omnisciente.

—¡Jungkookie!—Gritaba el mayor por seis años, buscando a su hermanito que había desaparecido.—¡Yah!¡Me comeré las galletas solo!

—¡Noooo!—Escucha una voz un poco más aguda venir de la pieza de sus padres.

Taehyung sonrió de lado y volteó de regreso a la habitación dónde había estado hace un rato. Él sabía que el menor se había ocultado ahí; lo vió entrar, pero cuando entró a revisar no vió rastros de él.
Así que su plan fué salir al pasillo y decir en voz alta que se comería las galletas que papá había comprado para ellos esta mañana.

Pudo confirmar el escondite de Jungkook una vez que se entró y se quedó parado aguantando la respiración unos segundos, hasta ver cómo una sombra dentro del armario se movía, y se escuchaba una respiración un tanto agitada.

—¡Kook!—Tae había caminado en su dirección, abriendo con fuerza las puertas del armario, sacándole un buen susto al pequeño.

—¡Nooo~!—Se quejaba el menor, dando pequeñas pataditas contra la madera dentro del armario.

—¡Yah! Te encontré.—Alzaba sus cejas triunfante.—Ahora las galletas son mías~—Canturreó el mayor volteándose hacia la puerta y comenzando a correr en dirección a las escaleras que lo llevarían a la cocina.

—¡TaeTae!¡Eres injustooo~!—El pequeño Jungkook de apenas cuatro años trataba de alcanzarlo corriendo lo que podía detrás de él para jalar de su polera, y evitar que se coma todas las galletas.
Se supone que su papá había comprado las galletas para ambos hermanos. Al pequeño Jungkook le parecía totalmente injusto que su hermano mayor siempre ganara y se quedara con gran parte de las galletas.

Tae llegó a la cocina y de un salto se subió sobre la barra de cerámica junto a la cocina, para abrir la repisa y sacar la lata con las galletas, mirando al menor como recién llegaba a la cocina.

—¡Taehyung!—Jungkook hizo un puchero comenzando a fruncir su ceño debido al enfado.

El menor no era tan alto como su mayor, por ello muchas veces le tenía envidia, ya que él alcanzaba a tomar las galletas siempre antes que él. Además de todo lo que estuviera alto.

Mientras tanto él apenas con una silla llegaba a la barra de cerámica.

"Oh no, hizo ese puchero..." Pensó Taehyung tratando de evitar su mirada.

—¡Taehyungie~!—Dijo en forma de súplica, jalando el buzo de Taehyung desde abajo sin quitar su mirada de cachorrito abandonado.

—Tsk, ya sabes qué hacer para convencerme.—A Taehyung se le formó una sonrisa. Y de un salto el ya estaba abajo de la barra, al frente del menor, apenas casi un metro más alto que él, sosteniendo la lata que contenía las galletas encima de su cabeza.

El rostro de Jungkook se coloreó a un tono medio rosado, sintiendo sus mejillas arder cada véz más, a medida que Taehyung se inclinaba más en su dirección.

El menor se inmutaba mientras observaba los orbes castaños del mayor en su mirada penetrante sobre él. Quería sus galletas, sí. Pero sabía lo que costaba; aunque nunca sabía porqué su mayor le pedía siempre lo mismo, pero tampoco le molestaba.
Le gustaría algún día bajar primero a la cocina y así poder ponerle la condición a su hyung antes que él.

Porque de todos modos, los labios de su hyung sabían mejor que las galletas chips de chocolate.

En un movimiento fugáz se acercó hasta el rostro del mayor, dejando un rápido y casto beso sobre los labios contrarios. Aún con su rostro encendido.

—Lindo, lindo...—Taehyung le devolvió el beso por impulso, alargando unos segundos más para probar bien los labios delgados y suaves del menor, que le fascinaban.

Después bajó la lata de galletas, abriéndola y dándosela al menor, al cuál le brillaron los ojos.

—Solo no te acabes todas...—Advirtió el mayor, extendiendo la lata en su dirección.

—¡Sisisisisi!—Jungkook lanzó agudo grito con un pequeño salto, tomando la lata mientras planta otro descarado beso en los labios del mayor, esta véz tomándolo por sorpresa a él.

Ahora el de cara levemente roja era Taehyung.

—¡S-si no me dejas...galletas, ya no te volveré a dar la lata!—Un Taehyung nervioso salió de la cocina dejando al menor sentado sobre el piso, abriendo la lata y echándo las galletas a su boca con delirio.

.

( . . . . . )
Un año después.

.

—Tae...—El menor soltó un sollozo, mientras apretujaba la playera de pijama del mayor junto a él.

Ambos tenían sus camas una al frente de la otra, pero Jungkook solía escabullirse en la madrugada a la cama de Taehyung, el cuál no se quejaba de aquel acto, en cambio lo rodeaba con sus brazos por su cintura como si fuera algún peluche.

—Deja de llorar, kookie...—A Tae no le gustaba verlo llorar, su pecho le apretaba de una manera dolorosa.—Te dije que no me iré... No te dejaré.

—Pero papá...—Soltó un pequeño suspiro entrecortado.—M-metió toda tu ropa en...ma-maletas.—Su llanto no le permitía hablar con claridad. Su pechito, su corazón; todo le dolía.
Nunca se soltaba del mayor, y al ver como su padre cada día empacaba más cosas de su hermano sin explicarle un porqué cada véz que le preguntaba, le dolía.

—Voy a acompañarlo a un...viaje, Jungkookie. Pero regresaré...—Trataba de calmar su llanto dejando besitos sobre su sien.

—¿Y... p-orqué el lado de tu habitación...está m-más vacía...?—Jungkook ya tenía cinco años y no era ningún tonto, al menos eso pensaba él.

Sabía que sus padres habían peleado, también los había escuchado. Su padre se quería llevar a su hermano lejos y le asustaba que no regresaran pronto.

—Jungkookie, voy a regresar lo más pronto que pueda...—Atrajo al menor a sus brazos mientras este escondía su rostro en la curvatura de su cuello, soltando pequeños sollozos.

Taehyung sabía que no iría a ningún viaje con su padre, sabía que posiblemente no volvería a ver a Jungkookie, tampoco a su mamá.
Tenía once años ya, su padre le explicó que no volverían y con un sollozo solo asentía a lo que le ordenaba.
Tenía miedo de viajar a Seúl por un tiempo, tenía miedo de lo nuevo, de dejar a sus amigos del colegio, de dejar a su madre, pero lo que más le dolía era dejar a Jungkook solo.
Y no volverlo a ver, le asustaba aún más que lo anterior.