"Ayuda"

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Capítulo once.

Horas y horas.
Eso fue lo que nos tomó encontrar al menos un referente de donde encontrar aquellas brujas, o por lo menos una. Estas mujeres son bastante difíciles de localizar debido a que siempre se encuentran camufladas o en algunos casos, escondidas por temas de seguridad. Aún dudaba sobre el hecho de que quisieran ayudarme.

¿Dónde podría encontrar por lo menos una bruja Naturae que estuviera dispuesta a traer a mi pequeño al mundo?
Y entonces, se encendió mi chispa.

—¡Chicos, ya sé quién puede ayudarnos!

Recordé que mamá estaba liderando la tribu Lycan más grande de Nápoles, y siempre se ha sabido que los Lycans tienen estrechas relaciones con las brujas. Estas son aquellas que los cuidan, los sanan y les ayudan a ganar batallas, tal vez conocieran a alguna Naturae que quisiera ayudarnos.

Nos dirigimos al lugar donde mi madre se quedaba y desde donde monitorea todas las manadas. Los guardias del lugar hacían reverencias en son de respeto cuando Harry y yo caminábamos a través del largo pasillo.

—Me alegra verlos aquí chicos, ¿en qué puedo servirles?
—Bueno, sabes que Ónix está por nacer, tuve una visión donde Galilea se manifestó ante mí y..
—Necesitas una Naturae. —Dijo ella, como si también lo hubiera visto.
—¿Cómo lo sabes? —Preguntó Harry.
—También fue así cuando ustedes estaban a punto de nacer, la diferencia es que ella atendió mi parto, se dice que las manos de una bruja Naturae son las adecuadas para que un vampiro Nazca, y son buenas arrullando los bebés cuando están muy agitados, créanme. —Nos guiñó un ojo y reímos— La única bruja blanca que conocí fue a Galilea, pero conozco un par de Lycans que tal vez podrían ayudarlas con este tema, escuché que conocen a unas poderosas gemelas.
—Está bien mamá, dinos dónde encontrarlos y estaremos ahí.

Sonrió.

Caminamos un poco más y encontramos el campo de entrenamiento de la tropa norte.
Me acerqué a un anciano, el cual supuse es el más antiguo y lo abordé sonriente.

—Buenas tardes, busco a Kyle y Alec.
—Rio con suavidad— Están en el río, practicando lo suyo.

Agradecí y comenzamos a caminar hacia dicho lugar. Al acercarnos a la orilla logramos divisar un par de chicos de aspecto atlético haciendo acrobacias en las copas de los árboles y nadando felizmente, llegamos hasta ellos y decidí hablar con ellos.

—Hola chicos, soy Catalaia Black.
—Excelente, ¿Qué hay? Somos Alec y Kyle.

Los chicos sonrieron con simpatía, y me conectaron de inmediato.
—Es un gusto conocerlos. Verán: mi bebé está a punto de venir al mundo, y me han dicho que conocen un par de brujas Naturae muy poderosas, quisiera saber si tal vez podrían ayudarme a contactarlas.
—Ambos rieron— Claro, las conocemos desde hace mucho.
—Podemos hablar con ellas para que vayan a visitarte, si gustas.
—Eso sería genial. —Dijo Harry sonriendo.
—¡Perfecto! Se los agradecería mucho, chicos.
—No hay de qué Cat, ¿Podemos decirte Cat?
—Claro que pueden chicos. —Respondí despreocupada.
—Está bien, te avisaremos cuando tengamos respuesta de las chicas.

Luego de agradecerles emprendimos camino de vuelta a la academia. Esperaba con emoción y un poco de nervios que su respuesta fuera positiva, sino volveríamos al tedioso punto de partida donde no había tiempo de volver.
No habíamos vuelto a recibir ninguna señal de persecusión de los Black Hunters, cosa que me alegraba pero también me mantenía alerta, en cualquier momento la paz podría llegar a su fin.

Con los días, llegó la respuesta de las gemelas.

Kyle y Alec llegaron a la entrada de la academia, con una expresión que no identifiqué al momento.

—¿Cómo te encuentras Cat?
—Bien, ¿y ustedes?
—Bien, gracias. Hablamos con las chicas...
—Díganme que dijeron que sí.
—No han dicho que no, solo que quieren verte antes de darte un sí.
—Oh, ya veo... ¿Dónde se encuentran?
—Te acompañaremos al bosque de los Lycans.
—Está bien. —Respondí sonriente.

Emprendimos el camino pero a cada paso que dábamos sentía que alguien nos perseguía. Decidí mantenerme alerta, podrían emboscarnos en cualquier momento.

¿Adivinen qué sucedió?

Un fuerte estruendo y al voltear a ver, Alec se encontraba en el suelo forcejeando con un Hunter. Kyle retuvo a otro, y cuando caí en cuenta de la situación uno de ellos venía hacia mí.
No podía permitir que Ónix fuera lastimado, tomé una rama con telequinesis y la arrojé haciendo que cayera al suelo. Utilicé esto varias veces pero otro de estos cazadores llegó a mis espaldas dándome un golpe y haciéndome caer de rodillas. Logré voltearme con la suficiente rapidez para esquivar el golpe pero estaba segura de que no podría esquivar el segundo.
Cerré los ojos a la espera del impacto. Había fracasado como madre y había permitido que aquellas criaturas nos emboscaran sin hacer nada al respecto.

Pero el golpe nunca llegó.

No lo entendía, todos nos encontrábamos en el suelo. O por lo que recordaba, los chicos y yo, pero me faltó contar un par de personas.

Sentí unos quejidos ruidosos, al abrir los ojos me encontré con que todos los cazadores sufrieron una grave crisis de bloqueo de dones, conjuro propio de las brujas Naturae.
Y entonces una de ellas apareció frente a mí como por arte de magia.

—¿Estás bien? Te ayudaré a ponerte de pie. —Dijo una simpática chica de cabello castaño que con la luz del sol cambiaba de color por uno más rojizo, tenía pecas en el rostro y poseía unos potentes ojos violetas que te hacían sentir como si estuvieran mirando el fondo de tu alma.

Recibí su mano y sentí un intercambio de energía inmediato, tenía un aura color rosa y reflejaba la paz que todos quisieran tener.

—Soy Melody, es un gusto conocerte. —Me dijo sonriendo y estrechando mi mano con amabilidad.

—Catalaia, el gusto es mío, gracias por salvarme.

—Rio un poco— No hay de qué. —Miró a los chicos y se excusó, corrió a ellos.

—¿Están bien? —Preguntó preocupada.

—Claro que sí, Mel. Siempre lo estamos. ——Comentó Alec con una sonrisa genuina en su rostro.

—Mel rodó los ojos— Claro, como digas.

—Estarán bien. —Comentó una voz un poco más grave e igual de armoniosa que Melody y volteó a verme, no supe en qué momento apareció— ¿Eres Catalaia?

—Sí, lo soy.
—Exótico nombre, me gusta.
—Te lo agradezco. —Se me escapó una risilla.
—Es un gusto, soy Charlotte. —Y era una hermosa bruja. Su cabello era violeta y sus ojos del mismo color hacían un magnífico contraste con su atuendo negro y de accesorios plateados.

—Lamento hacerlos pasar por esto, solo estaba buscando ayuda y ahora voy a involucrarlos con algo que no debería.
—¿Bromeas? —Dijo Mel— Los Black Hunters han sido nuestro objetivo por muchos siglos, creo que es hora de que les pongamos fin.
—¿Los conocían?
-Son más antiguos de lo que te imaginas, también somos su objetivo.
—¿En serio?
—Totalmente.
—... Vamos a ayudarte.
—¿Hablan en serio?
—Todo va a salir bien, no te preocupes. —Dijo Melody y sonrió.
—¿Cómo sabes eso? —Pregunté curiosa.
—Lotte rio— Mel es una excelente oráculo, créeme.
La chica se sonrojó notoriamente y todos reímos.

Iba a tener ayuda Naturae y venía por carga doble. Ahora todo comenzaba a tomar un rumbo esperanzador.

***
Hola a todos.
Espero les haya gustado el capítulo, me enorgullece presentarles a Melody y Charlotte, las poderosas gemelas Van Polkov. Si quieren saber más de ellas, les recomiendo que lean "Luminis: el origen" una historia que escribo con una gran amiga, y la cual espero que también sea de su agrado y le brinden su apoyo. Sé que les va a gustar.

Nos leemos después,
-Nana fuera. 💜

Blue Blood: el destino de la familia real corre peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora