Viviendo Entre Bestias

21 - Criaturas

Capítulo 21

“Criaturas ”

*

—¿Elena? ¿Qué haces aquí con este frío? Se te congelará el alma— La voz de Luke hace que dé un pequeño saltito del susto, no me había dado cuenta lo frio y oscuro que estaba aquí, cuando tienes buena música y mucho en que pensar realmente el tiempo parece escurrirse.

— ¡Hey!— Dije me encontraba sentada en uno de los bancos del patio, la niebla había llegado sin que lo notara y no podía ver nada que este a más de un metro de mí.

— Qué suerte que estoy aquí para evitarlo— Sacó su chaqueta y la puso sobre mis hombros, estaba tibia y olía bien.

— Eres mi héroe— bromé, él rio.

— ¿Qué haces tan sola aquí? Es peligrosa Elena— preguntó y miró al rededor nuestro.

—No estoy sola, hay un guapo muchacho conmigo— Le sonreí

— ¡Oh! Es un halago, harás que me sonroje— bromeo él, reí sin ganas solo para no poner incómodo a Luke, quien se estaba esforzando por cambiar mi cara de pocos amigos
— Elena, este guapo muchacho está viendo una niña triste— le sonreí asintiendo.
Después de un rato hablé.

— Solo extraño… a mi padre. — Respondo.

— Lo siento por eso — Dice.

— Desearía poder estar en casa— murmuré — No pertenezco a este lugar— Y era verdad, yo no tenía nada que ver con estos estirados muchachos.

— Sí, no te pareces en nada que tenga que ver con este colegio—

—Realmente no sé si eso es un halago o un insulto—

— Un halago, por supuesto— Me dijo con una media sonrisa en su rostro.  — Tú eres fresca, amable y espontánea, diferente a todos lo de este sitio… pienso que eso es genial— dice él, yo solo sonreí.
— Escuché algo sobre una pelea, ¿Estás bien?— Preguntó.

— Los chismes se esparcen rápido por aquí — Digo algo molesta

— La odiosa novia de tu amigo alardeaba en clases que casi te había golpeado. Es una bully y quería saber si tú estabas bien — Parece preocupado.

— Estoy bien, Me odia y yo a ella. Eso es todo— Respondí. 

— No te fíes de ellas, son… Bastante ingeniosas con sus trucos. Lo sé por experiencia propia — Agrega riendo.

—¿Experiencia propia?— Pregunté

—Una larga historia.

—Tenemos un buen rato. — Él suspira.

—¿Recuerdas a Beth, mi amiga? — Asentí.
— Ella y Selena y se odiaban, una vez discutieron, yo me metí a defenderla y al otro día amanecí con el pelo rosa y mi cama cubierta de gusanos y en la habitación de Beth había alacranes.  — Me sorprendí

—¿Cómo sabes que fueron ellas?— Pregunté.

—No hay que ser muy inteligentes para saber que fueron ellas. A Beth le hacían su vida una miseria. Le escondían sus libros, rompían su informe, la dejaron encerrada en el sótano una noche completa con un… — Se cortó en seco. — Me miró sabiendo que habló más de la cuenta.

—¿Con un qué?

—No sé con exactitud que es. Jamás lo he visto, pero se rumorea que hay una criatura suelta en el castillo—