Capitulo 29 - Casi... Perfecto.

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Capítulo 29 –  Casi...  Perfecto.

El cielo era de un azul profundo sin rastro de nubes. El calor de la mañana era pegajoso y la arena caliente. A Cristal se le escapó una sonrisita tonta al ver como Ricardo le enseñaba a pescar a Leo y como la pequeña Luna se rehusaba a tomar una siesta en los brazos de su papi o como Dalia se bañaba en crema solar y la señora Francesca con un sombrero que tapaba todo su rostro. Era un día perfecto.

–¿Cómo está mí bebe? – le susurró Alex, atrapando su cintura desde atrás.

–¡Alex!

–Cariño – dijo éste con una gran sonrisa, le dio la vuelta y atrapo sus labios –, te echaba de menos – murmuró acariciando el vientre de su chica.

–Yo también. No puedo creer que Dalia no haga dormir en habitaciones separadas. Yo necesito mimo. – se quejó Cristal enrollando sus brazos por el cuello de Alex.

–Sí. Se ha vuelto un ogro.

–¡Los estoy escuchando!

Ambos se giraron y miraron el entrecejo cruzado de Dalia y no contuvieron una carcajada. Hace quince días, cuando estaban en Italia, Cristal sufrió un leve desmayo que preocupo mucho a Alex, pero no sólo eso también los constante mareos y palidez. En un principio se pensó que quizás tenía alergia o algo que hubiera comido hasta que el doctor informó que llevaba tres semanas de embarazo. Los planes se adelantaron y Alex se volvió loco.

–Aun me da miedo – susurró Cristal viendo como el sol se ocultaba –. No sé sí seré buena madre – continuó hablando mientras se tocaba el vientre.

– Serás la mejor madre.  ¿Has pensado en nombres? – preguntó Alex, cambiando de tema.

–  No. A tu madre le gusta Alejandro.

– Suena bien.

–Será mejor que entremos. Mañana será un día importante.

–No te veo nerviosa.

–No lo estoy. Me gusta estar así contigo – con voz melosa Cristal se acomodó en su cuello. Ambos estaban sentados en un banco que quedaba frente al mar viendo el terminar de una tarde –. Además, sé que dentro de unos segundos vendrá Dalia y me llevara con ella. Por lo que disfrutare un poco más.

–Sí, sé está tomando esto muy apecho. No sé porque le diste carta blanca para que organice la boda.

–Ella es feliz. Quiere vernos feliz y da lo mejor de sí. Déjala.

–Gracias Cristal por defenderme. Pero ahora té iras conmigo – habló Dalia sorprendiéndolos –. Tienes que estar radiante mañana.

–No te lleves a mi chica – se burló Alex aferrándose a Cristal.

Dalia le saco la lengua y Cristal le lanzo un beso.

Mañana será un gran día, pensó Cristal. Ya no había sufrimiento ni dolor ni el día a día por salir adelante ahora todo era perfecto. Pero, no era aquello que la tenía tan asustada. Aun no podía creer que estuviera embarazada. Eso la tomó por sorpresa por lo que lloró no por tristeza sino por alegría. Cuando se quiere, cuando de algo tan puro y bonito se engendra una vida sólo se es capaz de amarlo sin antes conocerlo.

**

Cristal se aferró al brazo de Don Antonio cuando la música empezó a sonar. Todos los invitados se levantaron y ella miró al frente. Él estaba ahí justo ahí. Vestido de blanco, con el pelo revuelto  a causa de la ligereza brisa y esa estúpida sonrisa reflejada en sus ojos color azul. El olor a mar se deslizó por su cuello y nariz. Era simplemente perfecto. Estar rodeada de las personas que amas y saber que él sólo espera a por ella, unir dos almas en un para siempre.

Sólo... ¿Bailas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora