Capitulo Treinta y Nueve

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En aquel momento, Luke deseaba haber sido un imprudente y haber cedido a la ardiente necesidad que había ardido como lava líquida en sus venas, aquélla que lo había instado a tomarla y a hacerla suya. Si lo hubiera hecho, ella estaría ahora en la cama con Ash y con él, rodeándolo con sus piernas, tensándose en torno a su miembro mientras gritaba de placer. Y él no estaría en un bar de Lafayette, duro y dolorido, preguntándose cómo __________ podía casarse con un idiota como Styles. Preguntándose qué iba a hacer sin ella. ¿Y si _________ se hubiera quedado con ellos? ¿Y si se hubieran cumplido sus peores temores? No «si» sino cuándo. Si ella se hubiera quedado, eso habría ocurrido sin duda. Ash habría insistido en que se lo contara todo. ¿Cómo habría reaccionado ella?

Luke se tomó el segundo whisky y se reclinó en la silla. Sólo cuando tenía la mente ligeramente confusa se permitía pensar en Felicity. Era una chica complicada. Apenas tenía dieciséis años. Era pura alegría cuando la vida la sonreía, y muy desdichada cuando la pateaba. A menudo, Felicity había mostrado ambas facetas el mismo día. Luke había intentando resistirse, pero no había podido evitar sentirse atraído por ella, por alguien cuya vida era una enorme bola de sentimientos, alguien que pensaba que había que experimentarlo todo sin restricciones. Al final, esa volatilidad suya había sido su ruina. Soltó el vaso de whisky sobre la mesa y con un gesto pidió la cuenta. La joven de la sonrisa descarada se apresuró a traerla, tomó el dinero y se largó.

Sintiéndose viejo a pesar de tener sólo veintiún años, Luke se levantó y salió al húmedo aire del atardecer. Soplaba una ligera brisa. El verano lo envolvía con su empalagosa fragancia. El dolor le retorcía las entrañas. ________ no era Felicity. Ella controlaba mejor sus emociones, cierto, y era mucho más madura. Estaba herida. Luke lo había notado la noche que la había alejado de él con aquellas viles palabras. _________ había estado protegida, no como Felicity. No había sufrido lo peor de la vida gracias al coronel y a sus hermanos. Pero, ¿qué haría ___________ si se encontrara de repente en la misma situación que Felicity?

Luke no lo sabía. E incluso aunque sintiera aquella opresión en el pecho durante el resto de su vida, debería estar agradecido de no haber corrido el riesgo de averiguar la respuesta de la manera más dura. Eran casi las nueve cuando Luke se sentó tras el volante del jeep de Ash. Su hermano ya estaba dentro, sombrío y agotado.

-¿Estás seguro de que no quieres quedarte toda la noche? -preguntó Luke.

Ash se giró mirando a través de la oscuridad la casa silenciosa.

-No.
-¿Estás bien?

Asintiendo con la cabeza, Ash posó las manos sobre los muslos. Ash parecía completamente exhausto tanto física como emocionalmente. Luke conocía el placer de acostarse con una mujer hermosa. Sin embargo, podía comprender a Ash, como si sus largos maratones sexuales fueran intentos de desterrar algunos demonios interiores y no sólo la búsqueda extrema del placer físico.

-Bueno -Ash vaciló-, ¿llevas mucho tiempo esperando?
-Un rato -dijo Luke encogiéndose de hombros-. Pero no importa.
-¿Cuánto tiempo?
-No lo sé. -Luke se centró en la carretera para evadir la pregunta. Su respuesta sólo haría que Ash cayera en una espiral de culpabilidad innecesaria.
-¿Cuánto tiempo? -La desolada exigencia en su voz resonó en el jeep suspirando, Luke contestó. De cualquier manera, Ash lo averiguaría tarde o temprano.
-Unas dos horas.
-Lo que hacen un total de ¿cuánto? ¿Tres o cuatro horas? Maldita sea.

Incluso bajo la luz de las farolas, Luke podía ver la vergüenza que cubría los elegantes rasgos de su primo.

-Deja de torturarte. Parecía una mujer satisfecha.

Ash la había hecho enloquecer, había llevado a la mujer a la sima; hasta que sus gritos casi echaron abajo las paredes. Ash le dirigió una mirada penetrante.

-¿Te lo ha dicho Pamela?
-No. Se quedó dormida después de que la bañaste. Pero por lo poco que pude oír antes deduje que se durmió con una sonrisa en los labios. ¿Qué es lo que ha sucedido?
-Lo sabes perfectamente bien. Ya ha ocurrido antes. - Ash se pasó la mano por el despeinado cabello -. Perdí la cabeza.
-¿Por qué sigues torturándote? Esto no ocurre cada vez que mantienes relaciones sexuales. Ni tan a menudo como crees. Además, parecía como si Pamela hubiera disfrutado mucho.

Ash asintió a regañadientes.

-Porque esta vez sentí una necesidad más fuerte. Luke, es asombrosa. Me sentí... no sé. Conectado... o algo así. No puedo explicarlo. -Suspiró e hizo una mueca-. En realidad me hubiera gustado haber tenido más control. A Pamela la noté un poco estrecha. Me comentó que llevaba casi dos años sin mantener relaciones sexuales.
-¿En serio? ¿Y por qué nos ha invitado a su casa para que nos acostemos con ella?

Tras vacilar, Ash negó con la cabeza.

-No importa. Mañana le enviaré flores y eso será todo.
-¿No piensas volver a verla? -No era algo que sorprendiera a Luke. A Ash no le gustaba que le recordaran que había perdido el control de esa manera.
-¿Por qué lo preguntas? ¿Aún estás caliente por ella? - Ash ladeó la cabeza y le dirigió a Luke una mirada ladina-. ¿Acaso piensas echarle un polvo si regresamos por aquí?
-No. -Luke frunció el ceño como si una luz se hubiera encendido de repente en su cabeza-. Por eso me has traído aquí, ¿verdad? Sabías que no me acostaría con ella.
-Lo sospechaba. Quería probarlo. Si hubieras tocado a Pamela, habría sabido que no estás enamorado de __________.

Maldita sea, ahora sí que había cavado su propia tumba. Ash había conseguido la prueba que necesitaba. Lo había presionado para que recapacitara e intentara recuperar a __________. Y lo había hecho de manera implacable.

Otro? Eh eh eh eh

Fantasía Prohibida - Luke Hemmings y Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora