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Mía.

Busqué y busqué la manera en la que pudiera salir de este maldito infierno pero no hallaba la forma, Jungkook me tiene encerrada en una jaula y los recuerdos de cuando me secuestró por primera vez no dejaban mi cabeza.

Jiminie dormía plácidamente en su cuna, su padre le había arreglado su cuartito de la manera más angelical posible; le había tapizado la pared con estampados de patitos y éstas a su vez tienen un color azulado y blanco. La curiosidad me estaba matando así que me puse justo delante de esa puerta a la que quería y a la vez no entrar.

Me encontraba a punto de abrir aquella puerta blanca pero un dolor en el pecho me sacudió las entrañas como si un mal presentimiento estuviera pasando. Entré a la habitación y una cama King size con colchas color miel fue lo primero que mis ojos vieron, me senté sobre el colchón y no fue hasta que algo mojado cayó sobre mi mano que me di cuenta que estaba llorando, ¿la razón? exactamente no la sabía, no sabía si era por todo lo que estaba pasando o porque extraño a Taehyung con todo mi ser y alma. "¿Me estará buscando?" Esa pregunta se me atravesaba cada cinco minutos, moría de ganas por saber si lo estaba haciendo o cómo la estaría pasando.

Suspiré y me puse de pie, quité mis aretes pero cuando quité el primero se me cayó al suelo y no supe dónde había caído así que me agaché y metí mi mano por debajo de la cama y para mi sorpresa ésta se había topado con algo así como una perilla pequeña. Quité como pude la cama, la hice a un lado y sí, estaba en lo correcto, había algo así como una puerta pequeñita, traté de abrirla pero fue imposible, fui a la cocina y busqué algo que no fuera un cuchillo, un tenedor, sería una pérdida de tiempo pues Jungkook había escondido todos los anteriores mencionados. Traté por lo menos unos quince minutos en abrir la puertecilla hasta que por fin lo logré, dentro de esta había un teléfono satelital y un par de pilas.

En cuanto lo saqué de allí me puse como loca tratando de descifrar cómo demonios se utiliza pero lo había conseguido y en cuanto lo hice marqué al número de Tae, uno, dos, tres toques del otro lado de la línea hasta que contestó.

—¿Tae?.... —Sollocé— Mi amor, ayúdame.

—¿¡Mia!? —Gritó— ¡Mia, mi amor! ¿Dónde estas? ¿Estas bien?

Juro por Dios que ni siquiera me había percatado de las zancadas de Jungkook por la madera del apartamento cuando él ya estaba detrás mío viendo y escuchando todo lo que hacía y decía.

—¿¡Qué demonios haces!? —Gritó pateando al mismo tiempo la caja de pilas del teléfono —¡Eres una estúpida!

Ni siquiera fue necesario verle a los ojos para darme cuenta de que éstos estaban llenos de ira y sedientos de desquite.

—¡Mi amor, ayúdame!

Fue lo último que grité, Jungkook me había arrebatado el teléfono y lo había estampado en la pared con tal magnitud que éste se hizo añicos en cuando chocó con ella.

Me tomó del cabello y me arrastró hasta el pasillo de las habitaciones gritando cosas como que soy una imbécil, una zorra; incluso pateaba todo lo que había frente a él. Jiminie se había despertado pero no lloró, solo observaba cada cosa que pasaba fuera de su habitación.

—Me las vas a pagar, mi quería Mía. —Se echó su cabello hacía atrás con frustración— Te dije que no hicieras nada estúpido.

Una patada en el vientre bastó para que me dejara en la posición y estado más débil y vulnerable posible. Chillé de dolor pero a él no le importó, su mano fue a dar contra mi mejilla derecha y su puño izquierdo contra mis costillas. Aullé con tal fuerza que Jiminie comenzó a llorar de una manera ancestral como si estuviera entendiendo todo lo que pasaba.

—Mi bebé, no tienes por qué llorar. —Le dijo Jungkook mientras me propinaba un golpe más sobre el labio— Tu madre —Dijo— se ha buscado todo esto.

Mi pequeño lloró aún más fuerte, él tenía ya listo su puño para darme otro golpe en la cara pero el llanto de nuestro hijo lo detuvo, su rostro reflejaba pánico, se levantó del suelo y se echó para atrás, yo lloraba y sollozaba y limpiaba la sangre de mi labio partido con mi misma mano, el caminó hacía atrás y bajó corriendo las escaleras.

Como pude aún con el dolor que sentía me puse de pie y fui con mi hijo para calmarlo, le di un besito en su frente y lo volví a arropar para que se quedase dormido. Yo regresé al cuarto y me sentía ta. sucia, tan idiota que preparé la bañera y me metí incluso con ropa a ésta. Ahí pude llorar, limpiar y sobar las heridas que él me provocó.

Me deshice de mi ropa y sentí como su mano se posaba sobre mi hombro, me tense al momento pero cuando me quise quitar el habló:

—Mía, mi pequeña Mía, lo siento tanto —Suspiró— Yo no quise hacer esto, en verdad, perdóname.

Giré para encontrarme con su mirada, estaba aguada porque sí, estaba a punto de llorar y eso me convenció para darme cuenta de que en realidad estaba más que arrepentido.

—M-me has hecho daño. —Dije con un nudo en la garganta.

—Lo sé y lo siento en verdad, no debí, no debí golpearte.

Dio un pequeño beso en mi hombro casi cuello y me tomó en brazos, me sacó de la tina y me envolvió en una toalla. Caminamos juntos hasta la cama y me hizo sentarme en ella.

—Pondré pomada en las heridas antes de que duelan más. —Dijo con una voz apacible, yo solo asentí.

Volvió con una cajita llena de medicamentos y se hincó para quedar a la altura de mis piernas, las vio y quitó un poco la toalla. Puso su dedo sobre la pomada y seguido ya estaba untándola sobre una de las heridas de mi extremidad.

Aquél toque no me resultó alarmante, en realidad se sentía bien porque por primera vez desde que había vuelto me había hecho sentir confianza y quizás algo más.

Mia. —Dijo acariciando mi pierna de arriba a abajo— Nunca antes me había dado cuenta lo hermosa que eres.





¡Hola armys!
Siento mucho no haber actualizado antes.

Primero que nada quiero desearles un Feliz año nuevo y segundo pedirles una disculpa.

Regresé a clases y no había podido actualizar por esta razón.
Quiero decirles que trataré de estar activa con esta historia y Troublemakers  aunque seguro serán un poco lentas las actualizaciones de ambas.

Peroooo, mañana habrá un maratón de esta historia.

Gracias por leer.💕

💕✨

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ᴇɴ ʟᴏ ᴘʀᴏғᴜɴᴅᴏ ᴅᴇʟ ʙᴏꜱϙᴜᴇWhere stories live. Discover now