Capitulo 18

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Cuando me levante me di cuenta que aún estaba entre los brazos de Jaime y Jacobo mientras que Fer no estaba.

Mejor, sería más fácil escaparse y realmente lo necesitaba. Los agarres de los dos eran muy fuertes pero con mucha calma me deslice de ellos.

Eran la 1.00am y hasta las 2.13 no conseguí salir, pero salí al final!

Cuando mire que llevaba puesto...ya no llevaba mi ropa, seguramente me habían cambiado mis primos mientras yo dormía, tampoco me importaba demasiado, eran mi familia y confiaba en ellos como en nadie. Me fui a mi armario y me puse una falda larga y una camiseta de tirantes, todo verde, me hice una coleta y Salí al balcón.

'Fijo que con estas pintas ahora pareceré un hada del bosque'

'Jajajajaja parece que vas a ir disfrazada'

'Bueno vamos'

Dicho esto saque mis alas y me aleje volando. En nuestro territorio, no muy lejos de la casa, hay una montaña que termina en forma de pico y decidí sentarme en el pico. Desde ahí tenía muy buenas vistas la verdad.

Debía de llevar ya dos o tres horas ahí pensando cuando

'Lucia! Donde estas!?!?! Estas bien!?!?'

Era Fer en mi cabeza, como no.

'Si Fer, no te preocupes ahora vuelvo'

'No, no hace falta, solo dime donde estas'

'Estoy en el pico de la montaña más cercana'

'¿Me dejas hacerte compañía?'

'Por supuesto'

La verdad no me vendría mal. Parece que soy bipolar! Un momento quiero estar sola y al siguiente compañía... No me podéis culpar, necesitaba soledad a ratos pero el lobo siempre necesitara a su manada, na mentira, estaba bipolar por la situación, demasiadas cosas estaban pasando muy rápido, no era capaz de poner en orden mis sentimientos.

A los 15 min llego Fer, estaba en forma de persona con unas grandes alas negras.

"Lu, tus alas son preciosas" dijo mientras se acercaba

"A mí me gustan las tuyas. Bueno, que tal si bajamos? Aquí en el pico solo se puede sentar una persona"

"Vamos a ese saliente de ahí"

Me senté pegada a Fer y apoye mi cabeza en su hombro.

"Lu, ¿Cómo estas realmente?"

"¿Quieres la verdad o la mentira piadosa?"

"La verdad"

"Estoy hecha un asco"

Digo mientras empiezo a llorar, intentaba evitarlo pero las lágrimas salían solas.

Fer me coloca en su regazo mientras lloro como una niña pequeña

"Shhh, no me lo cuentes si no quieres, pero tienes que saber que yo siempre estaré aquí para darte mi apoyo"

"Es que tengo un cacao mental... Primero descubro esto del secreto, luego tengo que hacer como si no fuera de vuestra familia, además me empieza a gustar un vampiro del cual se que seguramente no me debería fiar ya que es muy poderoso, luego otro vampiro igual de poderoso o más acaba de secuestrar a mi madre, MI MADRE! No quiero que le pase nada, soy capaz de suicidarme si eso hiciera que ella viviera"

En cuanto dije lo último Fer se tensó.

"Lu, por favor no hagas eso"

Yo no respondí. Ante esto me agarro la barbilla para que no tuviera más opción que mirarle

"¿me has oído? Ni se te ocurra volver a pensar en morir! Eres muy importante"

"Es que es eso ¿Por qué soy tan importante? Mis alas son raras, tengo una loba y no debería, soy más veloz que Jaime y te igualo en fuerza... ¿Por qué yo? A saber de qué color es mi lobo luego..."

"Hace que no se ven alas blancas un milenio, las alas blancas indican realeza, realmente todos los hombres lobo deberían inclinar su cabeza ante ti, pero no Puedes ser vista, por ello tendras que aguantarte con las tres manadas españolas que ya han jurado protegerte a toda costa. Otra cosa es que aunque solo seas Luna de nuestra manada puedes dar mandato a otras manadas y ..."

"Todo eso no me importa ahora! Yo solo quiero a mi madre!"

"Shh, Lu... Haremos lo posible por recuperarla"

"Vale" dije muy bajito

"Ven, guarda tus alas te llevo de vuelta a casa"

Hice lo que dijo y volvimos a casa. Cuando entramos no pude evitar reír un poco, Jaime y Jacobo estaban abrazados a la almohada que había dejado en sustitución de mí. Pero al momento volví a recordar todo y me sentí triste.

"Bueno al menos hemos hecho que saque una sonrisita brevemente" dice Jacobo

"Sip, buena idea Jacobo" Jaime

"¿No dormíais?"

"Nop" contestaron al unísono

"Anda ven aquí "Dijo Fer mientras se tumbaba.

"Nosotros nos vamos ya"

Cuando abrieron la puerta para irse vi como justo estaban pasando los otros tres

"¿Qué hora es?"

"Sn las siete, hora del entrenamiento para ello"

Me tumbe al lado de Fer y el me rodeo con sus brazos. Mientras volvía a quedarme dormida empecé a pensar... ¿Qué debían de pensar esos tres al ver salir a dos tíos de mi cuarto y que me quedaba con un tercero en la cama?


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La Manada De Los AguilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora