Profundos y Bellos ojos azules

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Me fui a casa y Jeremy quiso acompañarme y quedarse ahí cuando le dije que Andrew estaría en mi casa esperándome. Me había enterado de que después de que le contara su secreto habían comenzado a salir. Me alegraba que fuera así, que Jeremy decidiera seguir adelante me tranquilizaba enormemente, porque a simple vista mi amigo parecía del tipo de chico que se pasa lamentándose toda una vida por la pérdida de un amor. Al llegar a la casa de mi padre, este estaba en la sala con unos papeles, levantó la mirada hacia nosotros y luego regresó la vista a los papeles con evidente preocupación.

–¿Ya descubrió quien hace las malversaciones?

–Mey...

–No se preocupe. Jeremy es una persona de confianza, esto no saldrá de aquí. Entonces... ¿Ya lo sabe?

–Sí, solo... no me lo puedo creer.

–¿Por eso mira los papeles tan insistentemente? Hay veces en que la traición viene de la persona que menos nos lo esperamos.

–Tú ya lo sabías... ¿verdad?

–Si. Él era su amigo desde la infancia, ¿Verdad?

–Tardé demasiado en darme cuenta... ¿Cómo lo hiciste tú?

–Tuve un gran profesor. Mi abuelo me enseñó cómo manejar una empresa. Todo lo relacionado con los movimientos de dinero, inversiones y demás, para que este tipo de situaciones no me pasaran.

–Sin duda tu abuelo te enseñó para dejar todos sus bienes contigo. Él sabía que tú podrías manejarlos todos.

–¿Qué va a hacer ahora? Si no hace algo pronto... la quiebra de la exportadora será irremediable.

–No hay nada que yo pueda hacer. No dispongo del capital para cubrir la falta de la empresa.

–¿No tiene el dinero suficiente?

–Digamos... que Leyla ha gastado de manera exuberante en los últimos tres años.

–Entonces... solo basta con quitarle sus tarjetas. Eso pasa porque la consiente de manera exagerada.

–Pero es mi hija.

–Yo también lo soy, pero al parecer, eso... usted no lo tiene claro. ... ¿Por qué es a mí a quien odia?

–Tú... tú no eres mi hija.

–¿No lo soy? ¿Quién es mi padre entonces?

–Aquel novio que tenía Elena antes de casarse conmigo. Aquel idiota que se apareció en tú cumpleaños y se la llevó delante de todos los invitados.

–Ya veo.

–¿No vas a decir nada más?

–La verdad es que me ha mirado con tanto odio durante toda mi vida que ya me esperaba una respuesta así. Pero, déjeme decirle... que se equivoca.

–¿Qué?

–Matt nunca tocó a mi madre cuando eran novios. He hablado muchas veces con él, porque también pensé en esa posibilidad. Pero él me dijo que nunca la había tocado cuando eran novios, porque mi madre era tradicional, quería esperar al matrimonio. Así que es imposible que yo sea hija de Matt. Además, usted debe saber mejor que nadie, que cuando mi madre se sometió al procedimiento de fertilización, ella era virgen. Está escrito en su historial médico. Por eso en primera instancia se negaron a hacer el procedimiento, pero el dinero y la influencia tienen mucho que ver aquí, y la fertilización fue eficaz al hacerlo en su periodo fértil, así nací yo. Busque y lea esos documentos, desmiéntase usted mismo, y si no le basta, existen las pruebas de ADN.